Capitulo 5: Recuerdos.

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A la mañana siguiente del encuentro con Alessia me levanté mas temprano de lo usual, estaba todo calmado dentro de la casa, quizás demasiado. Observé por mi ventana cómo el sol iba subiendo y creando el amanecer, era hermoso. Tanto, que decidí tener un recuerdo del mismo.

Busqué y busqué por toda la casa alguna cámara fotográfica que pudiese ayudarme en ese momento pero nada, hasta el mismo celular no tenía carga.Miré hacia un costado donde había un mueble no muy alto de madera fina y color marrón. Abrí sus puertas y me encontré a unas viejas pinturas de mi madre cuando era pequeña. ¿Acaso estarán vencidas? No interesa. Tomé una de mis hojas borrador y traté de dibujar semejante paisaje, no era muy bueno haciéndolo, algunos colores faltaban y tuve que agregar alguna que otra cosa. Así, hasta que pasaron las horas.

No debía estar pintando, debía descansar para el día que tendré hoy, pero ¿A quién rayos engaño? Esto era una  adicción, cada color, cada forma. No sé que será pero algo me lleva a pintar.

-Hola Ansel -mi madre pasó por mi lado sin incluso verme. -¿Qué quieres desayunar? -no respondí, el amanecer se iba acabando.

Sentí los pasos de mi madre viniendo hacia mi dirección, no dijo nada, pero cuando di la vuelta a verla estaba fascinada.

-Es... -admiró boquiabierta -¿lo has hecho tú? ¿ahora?

-Si -dije sonrojado y exhausto. -¿cómo puede ser que no haya ni una maldita cámara aquí?

-Hay una en la cochera, la guardaste cuando tu padre... -reprimió un sollozo -esta allí.

Hacía mucho tiempo que no veía a mi madre feliz, no desde que mi padre nos dejó, a veces por las noches escucho como llora y no me da el valor de ir a ayudarla. Así que decidí hacerle un regalo, y para eso debía volver a una linda época. La cámara. La usábamos con mi padre todos los días, tomábamos imágenes de cualquier cosa que se nos cruzara en cada viaje que realizábamos los fin de semana, luego al final del día, junto a mi madre las observábamos y reíamos. Eran noches inolvidables.

Bajé a la cochera, habían muchas cosas allí. Sombreros de mi padre, cañas de pescar, fotos, una bicicleta sin la rueda trasera y más de siete cajas sin abrir. Me enfoqué en la búsqueda de la cámara, habían telarañas aún con sus arañas, polvo en cada rincón y unas linternas sin uso y sin pilas. Abrí la caja que decía "recuerdos", observé que tenía fotos y objetos de viajes por el exterior. Se me vinieron miles de recuerdos por la cabeza y la dejé en su lugar. Tomé otra caja pero esta vez con el nombre "objetos-valor" allí estaba la cámara como nueva, arriba de unos papeles del trabajo de mi padre, el cual no tuve valor de leerlos. 

«09:05»

Me dirigí al trabajo, era temprano y el día estaba de maravilla, una mañana en el parque no le hace mal a nadie.

Habían muchas parejas recorriendo el lugar, adolescentes, jóvenes, adultos hasta incluso ancianos. Si mi padre estuviese vivo quizás me diría algo cómo "mira a esa pareja, se parecen a ti y Angélica". Él siempre amo a Angélica. Ella y yo nos conocemos desde el jardín de infantes y su padre y mi padre eran muy buenos amigos. Extraño mucho a aquellos dos, tanto mi padre cómo Angélica eran dos personas con quienes podía ser quien yo era. Angélica. Extraño sus ojos, la forma en que me miraba y me decía «te quiero», cuando íbamos a comer y pedía una hamburguesa con mucha mostaza para ensuciarse la boca, así yo la limpiaba para luego surgir un beso.

Me llamó la atención una pareja a la cual se veían muy juntos, pero no se hablaban. Era raro, eran dos polos opuestos: la mujer era alegre, colorida y muy simpática, en cambio, el hombre estaba serio, leyendo el periódico sujetado entre sus manos, sobrio y rígido. Era hora de ir al trabajo, pero antes de que pasara un pie fuera del parque tomé mi cámara y saqué una fotografía de la "feliz" pareja, hasta que pasaron los segundos. El señor que leía el periódico serio y frío se convirtió en un sujeto amigable al sacar una sonrisa al ver que su pareja lo miraba con eso a lo que muchos llaman "amor". No caía en el hecho de que una persona te pueda cambiar tanto y así que su felicidad dependiera de ella. A continuación tomé una fotografía mas de ellos, esta vez besándose.

Hola! Tuve muchas dudas en si seguir la historia o no, pero creo que uno debe hacer lo que siente ¿no? Yo sentí que debia hacerlo. Aquí tienen el nuevo cap, un poco corto pero quiero destacar algo:
Ansel y la pintura.
No dire más!!!
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Abrl-

Alessia, como vivir la vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora