Cap. 30 | Un final "feliz."

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*Pov's Uruha*

- ¿Ya estás listo? Pero mira que guapo te ves, hasta yo me casaría contigo - era Aoi. Él me estaba ayudando a arreglarme para la boda de Kai.

- No digas estupideces, Aoi, tú más que nadie sabe que aún no puedes casarte de nuevo - Sabía que con ese comentario iba a arruinar el momento pero no le di mucha importancia y terminé de echarme algo de perfume en mi saco, quería verme totalmente presentable.

- Bueno, bueno pero ya vámonos - Miró su reloj por décima vez en 16 minutos. Ya íbamos tarde, ¿De qué se preocupa?

Sin agregar nada más, me tomó de la mano y comenzó a caminar sin soltarme hasta la entrada de nuestra casa, ahí mismo estaba Tomomi esperándonos con Izumi, ambas vestidas como unas verdaderas princesas. También estaba Mai, quién platicaba con Tomo sobre sus vestidos.
Izumi no le guardó mucho rencor a Aoi y justo por eso es que él decidió pedirle a Kai que la invitara a ella y a la niña, ¿Por qué no hacerlo? Ambas son muy agradables a pesar de todo lo que vivieron con este inútil al cual amo.

- Qué guapos se ven... - Mencionó Izumi sonriéndonos mientras nos inspeccionaba de pies a cabeza.

- En especial yo, ¿Verdad? Es más que obvio - le di un discreto zape al baboso de Aoi y sin más abrí la puerta de la casa, iba por el coche.

- Niñas, ¿Me acompañan? - pregunté mirando a ambas princesitas las cuales asintieron y me siguieron sin pensarlo mucho tiempo.

Ambas se mantenían muy sonrientes mientras se decían cosas como ¿Crees que el tío Ruki esté ahí? O también se preguntaban cosas como ¿Darán pastel y dulces como en las demás fiestas? Por Dios, sentía que me iban a dar diabetes por lo dulces que eran las pequeñitas aunque lo que sí se me hacía raro era que Mai a sus casi 14 años siguiera comportándose como una niña de 8. Pero ya, fuimos por el auto y al estacionarlo al frente de la casa comencé a tocar en claxon en un par de ocasiones. Los otros dos no tardaron mucho en llegar hasta donde nosotros.

- Ya vamos demasiado tarde pero no importa, mientras lleguemos no creo que haya problema, ¿Cierto? - Nadie respondió al comentario de Izumi, simplemente asintieron con leves movimientos de cabeza.

Con el pasar de varios minutos logré notar todo el tráfico que había por las calles e inevitablemente comencé a estresarme y a gritar en silencio las mil y un groserías que me sé. "Tranquilo, Shima, tranquilo" era lo que me decía y repetía mentalmente.
Ya con el pasar de unos 30 minutos llegamos al casino donde estaban ya haciendo la fiesta Reita y Kai, en cuanto me estacioné todos salieron corriendo, incluyéndome.

Sentía una enorme vergüenza por haber llegado tan tarde a la fiesta pero es que el agua caliente no salía, no encontraba mi ropa y encima había un montón de tráfico, probablemente y ya llegamos a barrer.

- ¡Hola, buenas tardes! - gritó Aoi al llegar a lo que Izumi y yo le dimos un golpe, ella en el hombro y yo en la nuca.

- Aoi, cállate - susurré dándole otro golpe en el hombro contrario al que ya le habían golpeado, varias personas habían volteado a vernos con cara disgustada y eso no me gustó, me hizo sentir estúpido.

- ¡Shima, Aoi! - Al fondo logré oír la voz alegre de Kai llamándonos, posteriormente caminó hasta nosotros con una enorme sonrisa - Pensé que no vendrían, ¿Por qué no fueron a la misa?

- Es una...

- Es una larguísima historia, Kai, felicidades por tu boda - Fue Izumi quien me interrumpió y felicitó al chico sonriente, ¿Podía sonreír aún más amplio? Me di cuenta que sí, eso hizo cuando escuchó la felicitación.

Heterosexual [Aoiha]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora