Luego de analizar exhaustivamente toda la noche de ayer lo que sucedió en el pasillo, llegué a la conclusión de que aún no tengo Ni Puta Idea de que lo pasó en realidad.
Estoy bastante segura de que me invitó al baile de invierno, pero no acabo de creérmelo. Principalmente porque no entiendo por qué lo hizo. Aún falta mucho. ¿Qué sentido tiene hacerlo tan pronto? Tal vez no quería que alguien se le adelantara, sugirió mi inoportuno subconsciente, como sucedió con el baile de otoño. Eso es ridículo, pienso, él no iba a invitarme al baile de otoño. ¿O iba a hacerlo? Maldición, se supone que trate de olvidarlo, no de darle demasiadas vueltas a sus intenciones.
Lilly me dijo que lo dejara estar, que a lo mejor él sólo estaba jugando conmigo y no lo decía en serio. No obstante, cierto o no, sus palabras no me permitían la paz mental.
-Clare, ¿me estás escuchando? - Preguntó una enfadada voz de una enfada Lilly.
-¿Qué? No. ¿Qué? - Dije, saliendo de mis pensamientos. - Lo siento, no te escuché.
-Me lo imaginé. - Dijo ella. - ¿Por qué siempre haces eso? Te pierdes en tu propio mundo y no le prestas atención al mundo real.
-No lo sé, sólo lo hago. - Respondí encogiéndome de hombros.
Lilly sacudió la cabeza.
-Da igual. Lo que estaba diciéndote era que dejaras de hacer justo lo que estabas haciendo: Pensar en Jason. Cierra los ojos.
Los cerré. Ella tiene razón.
-Lo sé, pero es que no puedo evitarlo. Cada vez que mi mente no está ocupada con algo, él llega y la ocupa.
-Ya lo sé, por eso tienes que ocupar tu mente. Esa es la razón de por qué vamos al baile.
-¿Para ocupar nuestra mente? - Pregunté.
-Exacto. - Dice ella dándole los últimos retoques a mi peinado y maquillaje, el cual insistió en hacer ella misma dejando a mi madre afuera, lo cual le agradecí. - Ya está. Perfecta.
-Nada es perfecto. - Dije. Suelo decir eso: Nada ni nadie es perfecto.
-Bueno. Tan perfecto como se puede. - Corrigió. - ¿Mejor?
-Mejor.
-De acuerdo, abre los ojos.
Los abrí. Los abrí como platos. Whoa. Mi madre siempre me maquillaba cuando me obligaba a ir a esos bailes y fiestas con los hijos de sus amigos y siempre me veía bien pero jamás le presté verdadera atención a su trabajo, encambio, al de Lilly es imposible no prestarle atención.
A pesar de que usó poco maquillaje, realmente me hizo ver mejor de lo que mi madre jamás logró. Delineó mis ojos con lápiz negro y usó sombra rosa claro, aplicó poco rubor a mis mejillas y lo distribuyó perfectamente, y a mis labios los coloreó con un tono rosado suave. Es un estilo natural, pero llamativo.
Lilly me levanta de un tirón y me para frente a mi espejo de cuerpo entero. Whoa, de nuevo. Hay una chica que me observa desde el espejo. Tiene mi cabello, pero el de ella está peinado para que se formen simples ondas y no tiene ningún cabello fuera de lugar. Ella trae mi vestido y zapatos, pero ella tiene más curvas que yo y luce unas piernas kilométricas. Ella tiene mi cara, pero trae un maquillaje impecable. Ella es como yo, pero ella es atractiva.
Sonrío, y ella sonríe.
-¿Y? - Dice Lilly. - ¿Qué opinas?
Niego con la cabeza.
-Me... Encanta. - Digo. - Lograste que me viera bien, casi atractiva.
-Clare, tú eres atractiva. Eres muy bella, sólo que nunca haces algo para mostrarlo. - Responde ella.
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Las Llamas Doradas. (Completa).
Fantasy¿Qué haces cuando lo que parece una simple mudanza termina en una búsqueda de la verdad y un enfrentamiento a tu peor miedo? Clare no contaba con que su nuevo hogar cambiara tanto su simple vida actual, pero estaba equivocada. A medida que nuevas pe...