Las Llamas Doradas. (Completa).

Capítulo 8

Los dos meses siguientes pasaron volando. Literalmente. En serio, una vez hubo un fuerte viento, yo tenía la ventana de mi habitación abierta, y cuando el viento entró levanto mi calendario le dio una vuelta en el aire y este cayó, marcando noviembre. Fue muy raro, pero las cosas raras ahora son más comunes por aquí, entonces, como que me estoy acostumbrando.

Por ejemplo, hace dos semanas Lilly y yo estábamos en Booking's sólo leyendo un poco, solemos hacerlo, sólo nos sentamos en algún lugar y leemos, ella su libro y yo el mío. Como sea, estábamos leyendo y de pronto a una chica se le cayó su café helado, el problema no fue ese, el problema fue que cayó sobre mí, y si que estaba helado.

Me puse furiosa, ahora que lo pienso, creo que me enojé de más, pero bueno, yo estaba muy tranquila y ella viene y derrama su café sobre mí, y para completar, casi le cae café a mi libro Opal de la saga Lux. Pero eso no fue lo raro, lo raro fue que en el instante que me levante de la silla, hecha una furia, las puertas se abrieron de golpe con una ráfaga de viento frío incontrolable.

El viento era tan fuerte que por poco y nos lanza a todos volando, o al menos eso dijo Lilly. Yo la verdad no sentí el viento tan fuerte, quiero decir, que sí sentí lo fuerte que era, pero no lo creí capaz de lanzar volando a nadie. Eso fue raro.

U otra ocasión. Estaba sola en casa, y me senté afuera en el jardín a leer un poco bajo el manzano, ya sé, leo demasiado. En fin, Clary estaba conmigo y me dio sed, así que entré a la casa a buscar algo de beber y cuando volví Clary no estaba por ningún lado. Ustedes pensarán que no es gran cosa, ya que es un ave, pero la verdad es que ella no se aleja de mí desde aquel día que pasamos juntas en el Claro, nunca se va tan lejos como para que yo no pueda verla.

Por eso cuando desapareció, así como si nada, me entró el pánico. No sabía dónde podía estar y empecé a llamarla a gritos, y de la nada ella salió de sobre de mi cabeza y comenzó a volar frente a mi cara. Me asusté mucho y solté un pequeño grito de sorpresa, y justo en ese momento una brisa fuerte vino de detrás de mí y arranco unas cuantas hojas al manzano, no demasiadas, pero bastantes como para pasar la tarde limpiándolas. Eso también fue raro.

Pero lo más raro de todo, es que creo que un águila está acosándome.

Me imagino que piensan que, de todo lo que he dicho, es lo más raro. Pero es cierto. La veo todo el tiempo. Cerca de mi ventana al despertarme, y en ese mismo lugar cuando me voy a dormir. La veo en el Claro, cuando estoy en el parque Middle, afuera del cine, afuera de Booking's, afuera de La Pizzería, en casa de Logan y Lilly...

No hay un sólo lugar a donde esa águila no me siga, y sé que es la misma, no sé cómo, pero simplemente lo sé. Siempre es la misma águila. Tal vez piensen que estoy algo paranoica, o que ya me volví loca. Pero no es verdad, el águila me está siguiendo. Yo lo sé.

Lo que me parece más extraño de esta águila es que no puedo sentir sus emociones. Siempre que aparece lo intento, y nada. Normalmente, cuando veo un ave, sus emociones simplemente vienen a mí, pero con esta águila no sucede. Esto me resulta desconcertante.

Dejando eso de lado, al fin ya sé qué es lo que le sucede al pueblo. Ya sé lo que es esa nube gris y oscura que está siempre sobre todos. Es humo. El humo de un incendio, y no cualquier incendio, es el humo del Terrible Incendio.

Me enteré de él hace una semana, cuando por fin le pregunté a Logan por qué parece que sobre el pueblo se cierne una sombra.

-Ah, eso. - Me dijo él. - Es el ambiente que tienen las personas después de lo que ocurrió en el Terrible Incendio.

-¿El Terrible Incendio? - Le había preguntado yo.

-Sí. ¿No has oído hablar sobre él?

-No. - Le dije negando con la cabeza.