Capítulo 32

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Sábado. Domingo. Lunes. Martes. Miércoles.

Cinco días.

Han pasado cinco días desde la cena con mis padres y aún no he podido

borrar de mi cabeza la mirada que me dio Jason luego de que el extraño viento

se apaciguara.

Fue tan espeluznante. Me miró como si él me hubiera confiado su mayor

secreto y yo lo hubiera traicionado. Me sentí mal, como si debiera disculparme,

aunque no sé exactamente por qué.

Otra cosa que no abandona mi mente es lo que me dijo la Srita. McArthy.

Ya le he dado muchas vueltas, como siempre me digo que no lo haga, pero no

le he encontrado lógica. Mis dos opciones son: A) ella sabe lo que puedo hacer

o B) ella me vio cuando pasó. Ninguna es buena.

Ni Jason ni Lilly han comentado algo de ese momento en particular. Jason

sólo me dijo que tuviera cuidado con los rayos pero no dio señales de haber

notado lo que me pasó. No hay razón para ocultarlo, fue algo sumamente

peculiar y sería totalmente normal y comprensible si me preguntara algo al

respecto, pero no lo hizo.

Lilly tampoco vio nada, al parecer. Le pregunté si notó algo raro cuando

escalamos el árbol pero ella me dijo que, en cuanto la tormenta inició, se

protegió de los rayos contra el árbol hasta que aterricé a su lado, por lo que no

pudo haber visto nada.

También le pregunté a Logan y a los chicos si vieron un rayo caer en un

árbol o algo así desde dónde estaban pero ellos dijeron que no. Si vieron caer

algunos rayos por el bosque pero ninguno sobre un árbol o nada parecido.

Por supuesto todos quisieron saber por qué les preguntaba eso, yo sólo

les dije que lo había escuchado por ahí y que tenía curiosidad de saber si ellos

habían alcanzado a ver algo porque yo no. Una vez más mi increíble capacidad

para mentir me salva la vida.

De todos modos mi problema sigue siendo ese momento, lo hayan visto

ellos o no.

Han pasado dos semanas de eso y aún siento la energía recorrer mi

cuerpo. Me he despertado a mitad de la noche sudando frío y temblando

violentamente. Como si tuviera una carga de electricidad en mi interior, y tal vez

así sea. Según sé, las tormentas como esa no llegan al pueblo tan seguido, de

hecho, antes de la que hubo el día que Lilly desapareció la última que se

produjo fue el 14 de Marzo del 2003, catorce años antes, y siempre se

auguraban con antelación. Es muy peculiar que se haya desatado una de la

nada.

Claro que no tan extraño como a mí cayéndome un rayo y sobreviviendo

sin ninguna consecuencia. Ni quemaduras, ni moretones, ni siquiera un dolor

de cabeza. Nada. Completamente ilesa y sencilla como siempre. ¿Cómo puede

Las Llamas Doradas. (Completa).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora