Capítulo 30 (parte 2)

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El viaje a la casa de los mellizos fue en silencio. No había que decir, no había nada que se pudiera hacer. Al momento en que la Harley se detuvo en el pavimento frente a la enorme casa salté de ella y corrí a la puerta. Toqué con desespero. Una, dos, tres veces y luego Logan abrió la puerta.

Estaba vestido como siempre: vaqueros, jersey, sudadera y deportivas. Pero había algo que lo hacía lucir diferente, algo que lo cambiaba, a pesar de verse igual que esta misma mañana, drásticamente: La nube por fin lo había alcanzado. Se veía cansado y preocupado, tenía los ojos enrojecidos, clara señal de lágrimas, puede que él no fuera un ave, pero yo sentía perfectamente lo que él estaba sintiendo: Angustia. Me miró por un momento y luego me tiró contra él en un fuerte abrazo.

Al principio me paralicé pero luego me relajé. Sé que está pasando por un momento difícil y no puedo fijarme en pequeñeces como el baile o sus sentimientos por mí. Esto es más importante. Pasamos unos momentos más así y luego me separé. No quería que él lo sintiera como un rechazo, porque no lo era, teníamos que ponernos manos a la obra.

-¿Sin señales de ella? - Pregunté algo esperanzada. Tal vez Lilly había llamado...

Logan negó con la cabeza.

... o no.

-Bien, de acuerdo. - Dije. - Tenemos que pensar como ella. ¿Qué haría....? - Mi voz se desvaneció cuando la mirada de mi amigo se desvió al algo detrás de mí.

Mierda. Jason. Lo olvidé por completo.

-¿Qué está haciendo él aquí? - Escupió la pregunta de una manera tan desdeñosa que jamás le creí capaz.

-Él... - No tenía idea de qué decir, por lo que dije la verdad. - Estaba con él cuando me llamaste y la única manera de que llegara aquí rápido era si me traía.

-¿Estabas con él? - Me miró como si yo hubiera cometido la peor injusticia de la humanidad. Enarqué una ceja.

-Sí, estaba con él. - Dije y me crucé de brazos. - ¿Algún problema?

Logan bajó la mirada.

-No, ninguno. - Dijo con poca voz.

Eso pensé, me dije. Sé que este no es momento para esto pero espero que le quede claro que ni él, ni nadie, influye en las personas que están a mi alrededor.

-Vale. - Di un vistazo a Jason. - Dame un minuto. - Me acerqué a él. - Ya puedes irte. - Le dije. - Gracias por traerme.

Él me miró.

-No voy a dejarte sola. - Dijo.

-No estaré sola, no te preocupes por eso.

-No. - Dijo rotundamente.

Suspiré.

-Jason...

-Ella dijo que puedes irte. - Espetó Logan a mi espalda. Di un bote al escucharlo, ni siquiera lo oí acercarse. Él no apartó sus ojos de Jason. - ¿Eres sordo o sólo estúpido?

Jason desplazó sus ojos de mí, hasta Logan.

-¿Y quién eres tú para comunicarme lo que ella quiere? - Preguntó, su voz baja y amenazante. - ¿Su novio? - Logan apartó la mirada un momento y luego la volvió con más intensidad.

-No, soy su amigo y si no vas a escucharla tengo derecho a entrometerme y defenderla. - Dijo.

Jason bufó, condescendiente.

-Yo no creo que tengas derecho a nada si se trata de ella.

Oh, no. No, no, no, no.

-Chicos. - Dije pero ambos me ignoraron.

Las Llamas Doradas. (Completa).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora