Hojas de sauce

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Una vez conocí a Thor me parecio que todos los árboles tenían un parecido con el.

Me encontraba bajo la sombra del árbol más grande en mi escuela, un enorme sauce de casi un siglo, sus hojas tapaban el sol solo lo justo para que lo atravesarán unos rayos, el tronco era fuerte y vigorizante, me recordaba a él.

Estaba esperando a Diana para estudiar juntos química, nos gusta estudiar en la escuela porque una vez finalizan las clases todo queda en silencio, excepto por nosotros, no somos nada silenciosos cuando estudiamos, Diana hace analogías y metáforas de todo lo que estudia, lo hace muy divertido y ameno, es por eso que es tan buena en la escuela. Ella llega con toda la actitud para estudiar y nos vamos a la cafetería, está justo a un costado del árbol, y es una cafetería bastante grande, muchas mesas, pocas personas, es el lugar perfecto.

Cómo a las 6 de la tarde salimos de la escuela, el padre de Diana me lleva a mi casa en su auto y nos despedimos con la mano cuando llegó, ya está mi hermana en la casa haciendo la cena, nuestra madre llega más tarde que nosotros, tiene trabajo hasta las 9, trabaja como secretaria de una empresa de inmuebles, algo que no va acorde a lo que ella estudió, debería ser administradora de empresas, pero no hay empleos disponibles y nosotros Val y yo, nos encargamos muchas veces de la comida, el aseo y pagar las cuentas, por ejemplo hoy Val hace la cena, ella sabía que llegaría tarde, aún así mientras ella termina de cocinar yo sirvo la mesa y nos disponemos a cenar.

Le pregunto a mi hermana cómo le fue, ella no es de decir cosas obvias así que cuando dice que estuvo bien significa que no paso nada fuera de lo común, yo también soy así y está vez tenía algo que decirle; le conté todo sobre Thor, cuando lo ví por primera vez, como lo conocí y como me sentía con eso.

-¿Me estás queriendo decir que te gusta?-, dice mi hermana dejando de comer.

-No Val, te digo que no entiendo por qué me siento así con él-.

-Por como lo dices es obvio que te gusta, o al menos te interesa de esa manera, no deberías sorprenderte a todos nos pasa alguna vez-.

Mi propia hermana dos años menor que yo me está diciendo que soy gay, que lo acepte y que no haga un drama por eso, para empezar de mi familia nadie tiene la mente cuadrada y no nos molesta la diversidad sexual, yo por mi parte ni siquiera quiero tener hijos porque no me gustaría que nadie padeciera lo que yo tengo y no recuerdo que alguna vez me gustará alguien, sea chico o chica y no me importaba, tenía y tengo cosas más importantes en que pensar, pero si es cierto que me gusta ese chico tengo que saber por qué, quiero decir tan solo hablé una vez con el, eso suena como en una película de romance barata cuyo único argumento es el amor a primera vista, aunque no suena ni mal, pero si muy estúpido y fantaseado.

A la mañana del día siguiente los rayos del sol vuelven a inundar mi habitación, esta vez son más molestos, lo que me indica que pronto iniciará una severa ola de calor. Me preparo como siempre para ir a la escuela con Val y justo al bajar de la buseta y llegar a las inmediaciones de la universidad me encuentro con Thor; está vestido con el uniforme, igual que la última vez que lo ví, parecía contento y me saludo.

-Buenos días Thor-.

-¿Cómo sabes mi nombre?-.

Lo había olvidado, Thor nunca me dijo su nombre, fue Diana quien me lo contó, le dije justo eso y se desepciono un poco porque quería mantenerlo en secreto, igual no sabía su apellido, cuenta como un misterio también. Thor me habló todo el camino hasta llegar a mi salón, me di cuenta lo reconfortante que es estar con el, se ve siempre de buen humor y su mirada es tan fuerte que te deja embobado al instante. Creo que yo le parecí alguien muy callado, casi no dije nada, estaba ocupado disfrutando de su presencia.

El destino que escribimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora