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Finn corría por los pasillos del instituto, estaba cansando, llevaba media hora buscando a cierta castaña para que le explicase su situación, y también para darle una disculpa, se había pasado, realmente lo había hecho.
Estuvo otros cinco minutos más buscando a Millie y al no encontrarla, decidió irse a su casa.
¿Donde podría estar? Pensaba Finn, ya que ya había ido a todos los lugares que la chica conocía.
Pero le faltaba uno. -¡Su casa!- todos los chicos de su alrededor lo miraron raro, ¿había dicho eso en alto? Ups.
El pelinegro hechó a correr hacia la casa de la castaña, tenía suerte ya que vivían demasiado cerca el uno del otro.
Una vez llegó a la casa de Millie, decidió no llamar al timbre, ya que sabía que si lo hacía la chica no le dejaría entrar, así que prefirió entrar por la ventana de la habitación de la chica, que se encontraría ahí seguramente.
Y efectivamente, Finn conocía demasiado bien a Millie para saber qué está estaba en la habitación, o tal vez simplemente fue coincidencia, da igual.
Levantó la ventana lentamente, intentando que la chica no lo viese.
Millie se encontraba tumbada en la cama, de cara contraria a la pared donde estaba la ventana, así que fue fácil para Finn entrar sin que se diese cuenta.
Millie estaba tan concentrada en la música que sonaba y en sus pensamientos, que tardó unos segundos en darse cuenta de que alguien se había sentado en la esquina de su cama, y que la estaba observando fijamente.
Millie maldeció en bajo, ¿cómo habría podido entrar el chico?
-¿Cómo has entrado?- Finn hizo una mueca al escuchar la pregunta, sabía que la respuesta no le gustaría.- ¿Sabes? Mejor no lo quiero saber, ¿Puede irte? Porfavor, no me encuentro bien.
-Mills... Venía a pedirte perdón.
-Lo se, Finn, lo se, pero me has hecho daño, al igual que tú no puedo perdonarte tan fácilmente.
-Mills porfavor, ¿No te das cuenta de que te quiero? ¿Que nunca sentiré los que siento contigo al besar a otra chica? ¿No te das cuenta de que nunca podré sacarte de mi cabeza, por más que quiera? No quiero estar peleado contigo, porfavor millie. No más secretos, porfavor.-
-¿No más secretos?- el castaño asintió - está bien Finn, te perdono, y espero que puedas perdonarme por todo el daño que te hice, se que no es fácil, pero te quiero Finn. De verdad lo hago.
Finn se acercó a la chica y está se acercó a Finn, para fundirse en un tierno abrazo que ambos necesitaban desde hace mucho tiempo.
-¿Te apetece ir a tomar una pizza?- dijo Finn haciendo que millie le diera un pequeño golpe en el hombre.
