The Opposite Ones Complement Each Other.

Capítulo 15

------------------------Hiroshi-----------------------

Corrimos como unos desaforados hacia el lugar de los videojuegos, sobre todo Kiba y Yoshimi, salieron disparados como una ráfaga. Ashika  y yo íbamos a un ritmo normal.

Aun estaba un poco confundido por lo que había pasado hace unos minutos, cuando corríamos de la vieja bigotuda. Cuando Yoshi nos metió en ese cuadradito en donde nos escondimos, terminé acorralando a Ashika, esa típica pose de película en donde el chico encierra a la chica.

Pero fue más que eso, porque ella no lo noto y yo sí. Noté algo muy interesante. Me acuerdo precisamente de haberla observado detenidamente cada segundo que pude mientras ella estaba ocupada con la vieja bigotuda. Sus ojos, sus manos, sus uñas, sus labios, sus mejillas rojas, su figura, su todo.

Estaba empezando a interesarme en ella, no pude controlarlo, me quedé muy impresionado mirándola, por cada espacio que pude observar. Quería besarla, quería abrazarla, quería sentirla. Todo esto que les estoy contando en esos 30 segundos, todo ocurrió tan rápido, tan deprisa, que aun en ese momento que caminaba junto con ella hacia el tejo de cuatro personas, estaba perdido en mis pensamientos, tratando de aclarar mis ideas, esos sentimientos que nunca creíste que saldrían. Estaba tan confundido, no pude parar de pensar en ella en todo el viaje de vuelta a mi casa de anoche, cuando estaba recostado en el asiento del final de las columnas de uno. Pegada mi cabeza contra la ventana, resoplaba, viendo como el frio de afuella empañaba mi vidrio, peleando con el calor corporal de las personas que estábamos en el colectivo. Cada cuadra, cada minuto que pasaba, no podía parar de pensar en ella, y también me preguntaba si lo que había hecho para sacarla de sus pensamientos cuando me conto lo de sus abuelos había estado bien. Asentí con la cabeza en medio de la nada. Los del colectivo estaban muy ocupados en sus propios pensamientos para preocuparse por mí. Estaba muy confundido...

Pero cuando llegamos al tejo de cuatro, Ashika golpeó la mesa y dijo:

-Haber niños bonitos, quieren perder contra nosotras?-Riéndose y poniendo una cara desafiante me miraba.

Kiba soltó una carcajada y dijo:

-POR FAVOR! JA! Ustedes...un par de chicas, de arte encima (Jah) No pueden contra nosotros, tendríamos que jugar uno contra el otro no Hiro?-Me miró sonriente, esperando que le respondiera.

-Claro que si, tendría que ser lo más justo, porque sino ya ganamos...-Sonreí, me inundaba la arrogancia cuando se trataba de competición y sobre todo en juegos. La miré a Ashika, su expresión demostraba odio e intolerancia.

-Vamos a ver quién gana!- Dijo ella, apoyando sus manos contra la mesa y mirándome desafiante. Cómo me atraía que hiciera eso, que compitiera, con esa sonrisa, esas mejillas, esas manos, capaces de curar tus más profundas heridas. No podía olvidarme la sensación de sus dedos curándome...

Empezó la partida, ellas eran muy buenas, pero Kiba y yo teníamos reflejos, jugamos al basket desde que tenemos 6 años. Imagínense, eso era algo muy fácil.

Hasta...que nos metieron un punto...

Kiba se quedó frío. Con una cara de perplejidad.

-Que acaba de pasar???!!!-Miró a su mano como si la retara y me miró a mí, como causante de que perdiéramos.

-A mi no me mires, nos metieron un punto por tu culpa!-Acote rápidamente antes de que me diera un discurso.

-MI CULPA? MI CULPA?-Se le puso la cara roja-Voy a matarte el lunes si no ganamos esto!!.

De repente nuestro odio paso a ser una mirada fija, en silencio, al escuchar unas carcajadas que provenían de las chicas. Nos volteamos al unísono a verlas. Kiba se quedó un toque idiota viendo a Yoshimi reír. Pero yo, no podía creerlo. Se veía tan hermosa riéndose, Ashika tenía la sonrisa más linda y sincera que había visto...