Dicen que, si se conoce a la persona correcta en la vida equivocada, el destino de encargará de juntarlos tarde o temprano.
Esta es su historia.
"Eres como el mar para mí y quiero beber de ti hasta que el desierto solo sea un recuerdo"
Escribo esto mientras sigues fresca en mi memoria. Dejo que el lápiz traze cada letra guardando tu recuerdo no solo en mi corazón sino junto a la frase "te amo"
No puedo explicar fácilmente como me siento, la alegría, tristeza y decepción parecen no dejarme en paz a medida que quiero avanzar. Me llevan al pasado dónde tú sonrisa y tu aroma saben cuánto te necesito.
Duele, duele querer olvidar tu sangre en mis manos.
¿Por qué solo puedo tenerte a través de mis lágrimas?
-No pertenezco a tu mundo.
-Perteneces a mí -apeló Namjoon sin una pizca de duda. Su ojos no paraban de mostrar el verdadero arrepentimiento que cargaba, sus ojeras, su voz... Todo el parecía un bello desastre.
-Namjoon, ya no eres la persona de la cual me enamoré y ese chico jamás volverá -tornó su rostro para verlo una vez más a los ojos.- Incluso tu sonrisa me duele por que mientras eras feliz yo estaba tratando de serlo. No...
-¿Que tengo que hacer? Dime, Eun, puedo hacer lo que me pidas.
-No puedes hacer que una persona te vuelva a amar. El amor no funciona así -acarició levemente su mejilla y ante esa muestra de afecto él no pudo evitar cerrar los ojos-. Adiós, Namu.
Eun tomó sus cosas y caminó como si huyera de un fantasma. Los gritos de Namjoon no cesaban pero fue uno en especial el cual llamó su atención obligándola a mirarlo una vez más mientras la luz de un auto iluminaba su rostro.