6: Hablemos.

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Llegue a casa después de lo que paso, hice mis deberes, tomé una ducha y me cambié a una ropa mucho más cómoda, me recoste en la cama, iba a dormir cuando justamente en ese momento recordé a Mari y el papel que me había dado.

- Demonios, lo olvidé. - Golpee mi frente y volví a levantarme para alcanzar mi teléfono, cuándo lo obtuve, saqué aquel papelito, lo desarrugue y marque los números que me indicaban, espere el primer tono, nadie me contestó, fue el segundo y tuve el mismo resultado, ya al tercero fue cuándo pensé que no me iba a contestar, seguro no estaba o probablemente tenía el teléfono de apagado, había muchas posibilidades de que no me devolviera las llamadas.

Cuándo...

- ¿Hola?. -

Lo hizo.

Me devolvió la llamada, mi garganta se cerró por completo, pasé saliva y palideci un poco, intenté ordenar mis pensamientos para no decir ninguna tontería.

¡Concéntrate!, deja de pensar cosas que no son, me regañe, solo tendremos una llamada, le comunicare lo de la hoja y ya esta, pan comido pronto acabará esto.

- Soy Yugi. - Dije lentamente con una voz casi robotica, lo me hizo golpear mi frente, ¡se supone que debo de hablar de forma normal, no de una manera en la que me avergüence de mi mismo.

- ¿Yugi?. - Preguntó, su voz parecía cansada, probablemente estaba durmiendo y lo desperté, claro había sido un día muy cansado.

- Sí. - Contesté.

- ¿Cómo fue que conseguiste mi número?. -

No iba a mentir.

- Me lo dio Kaiba. - Dije, escuché un jadeo y luego un risilla modesta pero no sonaba natural.

- Ya veo. - Me contestó en un susurro.

- Escucho llamo para decir que la enfermera de la escuela me dio un papel, se supone que debí haber de dártelo a ti, pero no me acordé de dártelo, lo siento por eso. Pero si quieres puedo sacarle foto y enviártelo, no hay probablema con eso. - Dije.

- ¿Y dejar que te quedes con información de mi hijo?. - Escuche un suspiro realmente agotado. - No lo creo. -Prosiguió. - Me gustaría que me la entregaras personalmente, ahora. -

- Sí piensas que divulgare algo sobre la salud de Yami, estas equivo... -

-¿Quién te dio el derecho de llamar a mi hijo por su nombre?. - Me reclamó, me quedé callado unos momentos pensando en lo que podría decirle pero, a mi no me gustaba discutir y menos por vía telefónica.

- Escucha no es buen día para mi, así qué, te agradecería que solo me dieras tu dirección para llevarte la maldita hoja y dejartela en la puerta de tu casa. -Contuve mi rabia en mis palabras, de alguna manera sentía que Atem quería hacerme enojar a propósito.

- Buen chico. - Me dijo. Gruñí molesto.

- Sólo dame la jodida dirección. -

- Calma, te enviare mi ubicación, yo, solo espero que llegues a tiempo, Yu. -

Me fue inevitable sentir nostalgia y un vacío en mi pecho cuándo me llamó así, él hace mucho tiempo me decía Yu solo por puro capricho y para acortar mi nombre, pero lo decían con cierto grado de cariño.

Unos minutos pasaron para qué la ubicación llegara a mi teléfono.

- Yo... Yo... - Lo escuche jadear, cómo si se le dificultará el respirar.

-¿Atem?. -

- Yo solo espero... Qué llegues a tiempo... Yu... -

De fondo comencé a escuchar a Yami llorar, ¿qué está pasando allá?, me pregunté.

Soltero y con un bebé. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora