Aitana es una niña rica y caprichosa de dieciocho años e hija del multimillonario matrimonio Ocaña.
Tras sufrir un robo y en el que resulta muerto su último guardaespaldas, el empresario Cosme Ocaña, contratará a otro hombre para el cuidado de ésta...
—Hola chiquita, ¿Te acuerdas de mí?.—se oyó en el auricular.
—¡Hola Pol!, ¡Claro que me acuerdo de ti!, ¿Que tal estás profe?—exclamó Aitana emocionada.
Cepeda que estaba sentado en el coche esperando que subirse, frunció el ceño ante eso pues él no tenía constancia, de que su protegida recibía llamadas tan personales de sus profesores.
...—Si, lo siento—Habló la chica tras unos minutos— es que he estado con poco ánimo para volver a las clases de baile....Bueno me lo pensaré, gracias por preocuparte, eres lo más.
Finalmente Aitana colgó la llamada y suspiró con una amplia sonrisa en su rostro, la cual no pasó desapercibida para el guardaespaldas que la miraba detenidamente.
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—¿Se puede saber quién diablos es Pol y por qué nadie me habló de él?—preguntó molesto.
—Él es Pol Chamorro, mi profesor de baile.
—¿Baile?, ¿Por qué nadie me dijo que ibas a clases de baile?.
Aitana resopló.
—Bueno pues porqué no es tan importante y además hace semanas que no voy. Incluso desde antes de...
Luis entendió el silencio de la chica se refería a antes del robo, ese trauma se le había quedado muy adentro, aunque ya casi habían pasado dos meses de aquello.
—¿Y qué es lo que quiere ese tipo?, ¿Por qué te llama ahora después de tanto tiempo?—El tono de voz del policía, sonaba más a un novio celoso que a un guardaespaldas interesándose por su protegida.
Aitana notó el malestar de Cepeda y sonrió ante eso pues estaba muerto por los celos que lo delataban.
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—Bueno.... pues al parecer ha vuelto de sus vacaciones—Dijo esta— y quería convencerme de volver a sus clases otra vez.
Cepeda arrancó el coche, para llevar a la chica a la Universidad como cada mañana, no se sacaba al tal Pol de la mente odiaba no tener información suficiente y los cabos sueltos.
