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Narra Aitana

Desde que Cepeda ha descubierto que ya no va ha ser padre, es como si su mundo se hubiese detenido y se esté cayendo por un precipicio.

Apenas me habla y frunce el ceño todo el tiempo, me gustaría saber que es lo que le pasa por la mente, ya que aunque le he preguntado insistentemente, él no me lo ha dicho.

No tenía ni idea de que sus ganas, de ser padre del hijo de su ex fuesen a ser tan grandes, aunque en cierto modo comprendo su actitud, ya que debe ser un palo muy grande, el haberse hecho a la idea durante todos estos meses para luego quedarse con las manos vacías.

Él acostumbraba a ser chico serio pero desde que empezó nuestra relación, ha ido cambiando pues no ha parado de sonreír y de divertirse conmigo pero de repente, eso se ha terminado y empiezo a creer que ya no es feliz.

En clase de baile lo estuve observando durante casi todo el tiempo y me dieron igual los gritos y las miradas de Pol, eché mucho de menos que Cepeda me mirase embobado, que no me sonriera mientras me bailaba o se riese cada vez que metía la pata con alguno de los pasos, he echado de menos a mi novio.

En clase de baile lo estuve observando durante casi todo el tiempo y me dieron igual los gritos y las miradas de Pol, eché mucho de menos que Cepeda me mirase embobado, que no me sonriera mientras me bailaba o se riese cada vez que metía la pata c...

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Él tan solo se quedó parado junto a la puerta, con la mirada perdida o mirando al suelo, fue deprimente y en cierto modo me sentí culpable pues fui yo la que lo animé a involucrarse más en su posible paternidad.

Supongo que estará pensando en que su vida no tiene sentido en estos momentos, si se queda a mi lado haciendo de guardaespaldas.

Sus besos siguen siendo pasionales pero noto que tienen un tinte de amargura, además de que no lo hacemos mucho, por eso empiezo a creer que ya no le gusto como antes

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Sus besos siguen siendo pasionales pero noto que tienen un tinte de amargura, además de que no lo hacemos mucho, por eso empiezo a creer que ya no le gusto como antes.

Creo que quizás el haberse dado de bruces con una realidad, en la que no será padre le ha hecho darse cuenta de varias cosas y sinceramente me aterra saberlas.

Ya no sé que hacer, ni tampoco que decir, pienso que nada de lo que yo pueda hablarle haga sentir mejor, incluso, creo que ya no está cómodo siendo mi guardaespaldas, juraría que quiere irse y volver a su antigua vida como policía.

Por ese motivo, he llegado a un punto en el que ya no aguanto más esta incertidumbre, así que he decidido hablar con él y con mi padre, no quiero que esté mal, ni tampoco triste, lo mejor será que tomemos caminos distintos.

Faltan unos minutos para que terminen mis clases, entonces se lo diré y luego pasaré por el despacho de mi padre, no seré la responsable de que Luis no sea feliz, por ello, tengo que hacerme un nudo en el corazón y dejarlo ir.

(...)

He salido ya de mi última clase del día y tras despedirme de mis compañeros y amigos, me dirijo hasta donde está Cepeda, compruebo con tristeza que el sigue en el mismo lugar que lo dejé en la mañana.

He salido ya de mi última clase del día y tras despedirme de mis compañeros y amigos, me dirijo hasta donde está Cepeda, compruebo con tristeza que el sigue en el mismo lugar que lo dejé en la mañana

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¿Estás bien?, le preguntó por enésima vez en lo que va de semana pero el solo me mira y asiente.

-¿Estás lista?-es lo único que escucho salir de sus labios.

Rápidamente asiento y entonces se levanta de las escaleras y nos vamos hacia el aparcamiento para coger el coche.

Tras varios minutos en la carretera, le digo que quiero ir a la empresa de mi padre, entonces cambia de carril y sigue conduciendo en silencio hasta que llegamos.

Tras subir al despacho de mi padre y contarle todo lo que sucede, él responde que también se ha dado cuenta de su actitud por lo que decide llamarlo y hablar con él, por lo que yo salgo y me he quedado esperando en el pasillo durante un buen rato.

Finalmente el ha salido y tras cerrar la puerta del despacho de mi padre me ha mirado y se ha acercado para abrazarme.

-Lo siento pequeña-Me susurra-tengo que romper mi promesa. Ya no seguiré a tú lado, no me siento con fuerzas.

He roto a llorar y él ha secado mis lágrimas con sus dedos, luego me ha mirado y me ha dado un pequeño beso.

-Tranquila, esto no es un adiós...sólo es un hasta luego.

..........................

Me ha costado horrores escribir este capítulo, creo que he estado llorando cada tres palabras, sin exagerar.

A pesar de lo triste que me ha quedado, quiero que sepáis que lo he hecho con todo mi corazón como siempre y que esto no significa que termine así. A parte de lo que haya pasado en la vida real con Aiteda, aquí ellos encontrarán un tiempo para sí mismos, donde serán felices juntos y para siempre.

💋💋💋

1. Mi nuevo guardaespaldas (Aiteda)-TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora