Aitana estaba sentada en el balcón de su habitación, la chica no paraba de darle vueltas a lo ocurrido en los últimos días.-Cepeda actúa más extraño de lo normal, además tiene una fijación muy fuerte con mi profesor de baile.
La verdad no tengo ni idea de lo que le ocurre y al principio creí que eran celos pero ya no estoy segura, por eso me da miedo, porque yo me muero por él.-susurraba para sí misma-Cada día siento que lo amo más y se que él también me ama, no solo porque me lo haya dicho sino porque se le nota, pero haga lo que haga no baja su barrera y temo que nunca lo haga- suspiró resignada-Jamás pensé enamorarme tan rápido y tan intensamente pero me ha ocurrido, aunque estoy mal pues no sólo no puedo disfrutarlo intensamente como es lo normal, sino que he agotado todas mis ideas y estoy empezando a desesperarme. Huye de sus sentimientos y actúa como un guardaespaldas distante cada vez que estamos cerca, incluso ha vuelto a tratarme de usted y eso que sabe lo mucho que me molesta... ay Dios, por favor ayúdame.Mientras, el guardaespaldas se dedicaba a dar vueltas por el jardín, sin por supuesto perder de vista a su protegida, la cual había visto encerrarse en su habitación nada más llegar de la Universidad y durante varias horas en el balcón, hablando sola.
De repente el móvil de la chica sonó y esta lo cogió muy sonriente tras mirar la pantalla.
-Hola Pol, ¿Qué tal?...¿salir?...bueno es que...emm no sé...-Decía la chica ante la atenta mirada del guardaespaldas.
Cepeda estaba con el alma en un puño y mucho más cuando vio el coche del profesor pararse junto la verja.
-No acepto un no por respuesta pequeña...anda te espero, apurate.-dijo éste antes de colgar.
El policía miró entonces al balcón de Aitana y vio que esta corría muy animada hasta el interior de su habitación.
-De eso nada. No permitiré que salgas con ese tipo.-susurró este echando a correr hacia la casa.
Cuando Luis llegó a la puerta de Aitana, empezó a golparla para que la abriera.
-Abreme Aitana-Dijo molesto.
-Me estoy cambiando, ahora salgo.-contestó ella riéndose.
-¡No dejaré que salgas!, ¿me escuchaste?, ¡Abreme ahora o la tiraré abajo!-Gritaba furioso ante la negativa de la chica.
-Si la tiras la pagarás, pero saldré igual con o sin ti-Contestó ella mofandose pues sabía que Cepeda sentía celos del profesor pero no hasta que punto.
De repente este dio un fuerte golpe y la puerta se abrió.
-¡Estás loco!, ¡me has roto la puerta!.
-De ninguna manera saldrás así vestida y mucho menos con ese tipo. No me fío de él.-dijo este muy sofocado, mirando el hermoso cuerpo de la chica embutido en la ceñida ropa que se había puesto.
-Claro que saldré con esta ropa. Tú eres mi guardaespaldas, no eres mi padre, ni tampoco mi novio. No puedes cuestionarme que vestirme o con quien puedo salir.-le susurró ésta acercándose desafiante.
Cepeda bufó impotente mientras se llevaba las manos a la cabeza pero de repente se paró y sujetó a Aitana de los brazos sorprendiendola.
-No, no soy tu padre pero si soy a quien perteneces.-dijo antes de atrapar sus labios con rabia y posesión.
El intenso y hambriento beso duró hasta que les faltó el aire, entonces se separaron y se miraron respirando agitados, mientras sus corazones estaban a punto de salirles del pecho.
De repente el móvil de Aitana volvió a sonar y ésta miró a su guardaespaldas, el cual negaba con la cabeza apretando los puños.
-No lo cojas... no vayas con él.-susurró este al borde del colapso.
La chica cogió el móvil de su mesita y volvió a mirar al guardaespaldas.
-Un beso no es motivo suficiente para que no salga con él y lo sabes.
Cepeda se frotó la cara con las manos, sabía muy bien a lo que Aitana se refería pero eso significaba que todo cambiaría y no traería nada bueno si no funcionaba.
La chica entonces descolgó la llamada ante el silencio del policía.
-Ya baj...
Aitana no pudo terminar de hablar pues Luis le había quitado el móvil y lo había tirado a la cama.
-Sabes que eso no impedirá que vaya ¿verdad?.-dijo esta echando a andar hacia la puerta.
-¡He dicho que tú no te irás con él!- grito furioso, luego cogió a la chica en brazos y la dejó en la cama.
-¿Qué demonios crees qué estás haciendo, Luis?-Preguntó ésta intentando levantarse pero no pudo hacerlo pues el guardaespaldas se subió a la cama también y comenzó a besarla mientras la acariciaba sobre la ropa.
De repente se paró y la miró fijamente.
-Al final has conseguido lo que querías-le susurró.
El policía comenzó a dejar pequeños besos en el cuello de la chica mientras ésta sonreía y soltaba pequeños gemidos.
El móvil sonó una vez más pero entonces Aitana lo cogió y lo lanzó al suelo.
-¿Eso significa que ya no irás?-preguntó Cepeda parando sus besos.
La chica asintió y luego atrapó los labios del guardaespaldas.
-Todo lo que quiero y deseo lo tengo aquí conmigo...
...........
¡¡¡Que viene!!!, ¡¡¡Que viene!!!...
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1. Mi nuevo guardaespaldas (Aiteda)-Terminada
FanfictionAitana es una niña rica y caprichosa de dieciocho años e hija del multimillonario matrimonio Ocaña. Tras sufrir un robo y en el que resulta muerto su último guardaespaldas, el empresario Cosme Ocaña, contratará a otro hombre para el cuidado de ésta...