Aitana es una niña rica y caprichosa de dieciocho años e hija del multimillonario matrimonio Ocaña.
Tras sufrir un robo y en el que resulta muerto su último guardaespaldas, el empresario Cosme Ocaña, contratará a otro hombre para el cuidado de ésta...
Tras pasarse tres semanas en el hospital, Aitana volvió a casa pues al fin toda la pesadilla había terminado.
También finalmente Luis volvió al trabajo en la comisaria, después de recibir una multitud de agradecimientos de los Ocaña y felicitaciones de todos los compañeros.
El policía y la chica volvieron a retomar su relación y para ello pasaron cuatro días juntos, en los que no pararon de hacer el amor y recuperar el tiempo en el que habían estado separados.
La chica estuvo muy nerviosa pues aunque había tenido sexo con Luis otras veces, su amor ahora era mucho más fuerte e intenso.
Cepeda vivió esas nuevas experiencias como si fuese su primera vez de verdad pues estaba como un flan y cuidó cada detalle para que ella estuviese feliz y cómoda.
Luis compró rosas y deshizo unas cuantas echando los pétalos por toda la cama de su apartamento, también compró champán y unas fresas, que aunque era un cliché, resultó muy erótico y romántico pues Aitana no se lo esperaba nada de eso.
Tras desnudarse, la chica se tumbó y esperó a que Cepeda también lo hiciese, luego de eso, él empezó a besarla poco a poco y rozándole la piel con los labios, erizándole cada centímetro de ésta.
Aitana sintió la humedad entre sus piernas y su jardín de las delicias palpitaba de deseo por ser penetrado, hasta que finalmente Cepeda se introdujo en ella y la penetró suave e intensamente en un principio, siendo locamente salvaje después.
La chica estuvo muy nerviosa todo el tiempo pues aunque había tenido sexo con Luis otras veces, su amor ahora era mucho más fuerte e intenso.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cepeda vivió esas nuevas experiencias como si fuese su primera vez de verdad pues estaba como un flan y cuidó cada detalle para que ella estuviese feliz y cómoda.
Tras llegar al clímax, los dos amantes se quedaron dormidos y abrazados, felices de estar juntos de nuevo.
Cepeda también volvió a ver a Graciela y al bebé, la cual estaba muy emocionada de volverlo a ver después de saber por todo lo que había pasado.
Luego de eso regresó a Galicia para ver a sus padres junto a su hermana, ya que estos también querían verlo, después de pasarse meses hablando solo por teléfono.
La despedida en la estación fue muy dura, Aitana no dejó de llorar en todo momento pues estaba tan enamorada y traumatizada por el secuestro, que ya no quería separarse nunca más de él.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
