Capítulo 2 - Vuelta a Eel

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Rodeada por los brazos de Valkyon fui despertando poco a poco después de un sueño reparador.

Sentía que mis energías habían vuelto, además de mi buen humor por ser libre de estar con el hombre que amaba sin preocupaciones. Ya no teníamos que escondernos ni separarnos.

Me giré ligeramente hacia él admirando su rostro sereno y relajado, debía sentirse como yo sin duda. Incluso su corazón parecía latir más despacio.

Acaricié su mejilla disfrutando de la calidez de su piel, de sus hermosas facciones y el pelo algo alborotado con varios mechones cayendo sobre su cara.

Cuando los retiré él abrió los ojos para mirarme directamente sin pronunciar palabra. Sólo me apretó más contra él, por lo que abrí mis brazos y le abracé en respuesta.

Valkyon: Buenos días.

Mystika: Muy buenos.

Él se separó unos centímetros para volver a mirarme y luego me besó tiernamente en los labios.

Mystika: ¿Nos vamos ya a casa?

Valkyon: Por favor.

Con una amplia sonrisa me levanté de la cama y me dirigí a mi habitación para ir a por algo de ropa. En cuanto me vistiera iría a por mi mochila en la habitación que me mostró Thiedil el día anterior.

Así que una vez lista me abroché el cinturón de la espada y me la coloqué para luego salir de nuevo. Valkyon ya me estaba esperando en la puerta.

Mystika: Voy a por el resto de mis cosas.

Valkyon: Te sigo.

Recorrí el gran pasillo hasta llegar a la habitación con mi mochila y el resto de ropajes que iban a ser para mí si me quedaba allí. Al intentar abrir la puerta, no cedió, volvía a estar cerrada con un encantamiento, el que recitó el elfo ayer.

Mystika: Mierda, está cerrada. Voy a...

Antes de poder acabar la frase oí pasos acercarse a nosotros, muchos pasos, como de una decena de personas. Además estaban acompasados, como en un desfile militar.

Valkyon y yo nos giramos al unísono extrañados.

¿?: Detenedlos.

La voz de Elendra hizo eco en todo el salón desde atrás de las personas que venían con paso marcial. Éstos llevaban poca ropa, como de guerrero de otra época.

Al fijarme vi cómo salía una extraña cresta de sus espaldas y acababa en una cola morada de reptil. Sus uñas eran garras y los ojos, nada humanos, estaban fijos en nosotros.

Mystika: Humanizados...

Valkyon: ¿Qué quieren?

Pues era obvio, detenernos según les ordenó la elfa.
Lo que quisiera que fueran esos seres nos rodearon y dejaron paso a Elendra, que se acercó a nosotros con aire triunfal.

Elendra: Te dije que esto no acabaría así.

Miré extrañada a Valkyon, que tenía el ceño fruncido con preocupación. Ella se dirigía directamente a él, así que algo tenía que haber ocurrido.

Ambos llevamos la mano a nuestras respectivas armas para oponer resistencia, pero entonces los humanizados sacaron las suyas dirigiéndolas a nuestros cuellos.
Elendra hizo un molesto ruidito de negación con la lengua.

Elendra: Estáis en desventaja, mis Hydracarys son muy fuertes y ágiles, será mejor que me entreguéis vuestras armas.

Valkyon me miró y vaciló, como si rendirse fuera una opción. Conociéndolo quizás sólo intentaba que yo saliera ilesa de un enfrentamiento.

La Elegida [2ª Temp.] | ELDARYADonde viven las historias. Descúbrelo ahora