[VALKYON]
Frustrado comencé a descargar toda mi fuerza con el hacha contra el campo invisible que me impedía alcanzar a Mystika.
El nigromante no sólo tenía el poder de revivir a los muertos, podía absorber la vida con esa extraña vara y es lo que estaba haciendo con ella sin que yo pudiera remediarlo. Porque daba igual la fuerza que ejerciera, esa barrera era irrompible e impenetrable.
Aether: Valkyon...
Miré a la Elemental con desesperación, ella en contraste estaba tranquila. Puso una mano sobre mi antebrazo para detenerme y luego avanzó tocando la barrera con su mano. De repente sus dedos se introdujeron como si el campo estuviera hecho de agua, con una facilidad pasmosa, hasta que penetró por completo. Yo seguía sin poder traspasarlo a mi pesar.
Observé la escena; el nigromante no se dio cuenta de que Aether había conseguido traspasar su barrera, concentrado únicamente en Mystika y en la obtención de su energía, como si nada más existiera alrededor. Ella se agachó al lado de Mystika y leí en sus labios como la llamaba con serenidad mientras posaba la mano en su cabeza.
Súbitamente sus ojos comenzaron a refulgir con fuerza, encendiéndose como una llamarada. Sin duda iba a hacer uso del último elemento: el fuego. Pero para mi asombro y el de nuestros compañeros, que se habían acercado a mi posición, no era ella quien iba a atacar directamente.
Mystika abrió los ojos. Éstos brillaban con fuerza y alrededor de sus brazos comenzaron a ondear unas llamas que surgían de su propio cuerpo.
Aether seguía hablando algo que no conseguía entender mientras el fuego se avivaba en cuestión de milésimas de segundo. Entonces el agarre que Mystika tenía sobre el báculo se intensificó, con las energías completamente renovadas y aumentadas, separó el bastón de su pecho mientras se iba incorporando.
Aether se había apartado a un lado y a estas alturas las llamas rodeaban el cuerpo de mi prometida por completo, bailando a su alrededor como si las controlara a su antojo. Comenzó a avanzar hacia el nigromante usando el báculo como barrera entre ambos, barrera que arrebató de repente de los brazos del enemigo para, acto seguido, estrellar la esfera con fuerza contra el suelo.
En ese momento salió un humo violeta de los cristales rotos y la barrera se desvaneció dejando el mismo rastro. Pero ya no necesitábamos llegar hasta ellos.
El nigromante soltó un grito metálico que nos ensordeció a todos, lo que se hizo evidente con nuestras muecas de disgusto. Mystika no parecía inmutarse de ello, pues tiró la vara al suelo y se acercó al nigromante hasta agarrar sus ropas.
Éste intentaba huir al notar las llamaradas relamiendo su capa, que empezaba a prenderse sin poder evitarlo. Y en un abrir y cerrar de ojos, el fuego se concentró en un punto entre ambos y Mystika hizo que éste envolviera por completo al enemigo.
La capa de prendió en su totalidad a una velocidad increíble y ella seguía aferrada mientras el nigromante se consumía hasta las cenizas, con sus gritos ya debilitados como único testigo de su sufrimiento.
Cuando todo terminó, Leiftan fue a socorrer a la Elemental, que apenas se aguantaba derecha después de consumir tanta energía mágica en un cortísimo espacio de tiempo. Y yo me fui acercando a la que iba a ser mi mujer, ya sana y salva y no gracias a mí. Si no hubiera sido por Aether...
Mystika: Listo.
De la capa ya no quedaba nada a parte de cenizas que se iba llevando el viento, ni qué decir del cuerpo, si es que había tenido uno, pues se había consumido demasiado rápido para ello. Acabé por acortar la distancia y la abracé por detrás aliviado. Ella rodeó mis brazos con los suyos y acercó su cabeza a la mía en señal de afecto.
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La Elegida [2ª Temp.] | ELDARYA
Hayran KurguLa Elegida es la 2ª Temporada de Diario de una guardiana. Mystika debe cumplir con la Profecía si quiere salvar Eldarya, pero ésta es clara: debe unirse a alguien de la realeza, lo que podría frustrar su relación con Valkyon. ¿Encontrará el modo de...