Capítulo 1 - El único camino

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[VALKYON]


Pregonero: <<... ¡Por Eldarya, por la futura Reina y por el Rey Thiedil de Rhodaris!>>.


Mi sangre se heló en ese mismo instante en el que el pregonero presentó a Mystika como la futura reina de Rhodaris, es decir, la futura mujer de Thiedil. Sabía que algo tramaba pero en mi fuero interno quería pensar que no llegaría a tal extremo.

Ahora entendía las amenazas de Elendra, según su cultura no podían tener amantes antes de casarse y una vez prometidos de forma oficial, se consideraba una falta grave que implicaba severos castigos.

Miré a Mystika y noté como temblaba seguramente por la rabia de haber sido engañada de ese modo, de la encerrona a la que le habían llevado.

De repente sus orbes comenzaron a oscurecerse y su piel empezó a cubrirse de las escamas rojas que le caracterizaban. Su expresión cambió por completo y con un grito liberador sus alas surgieron con furia rompiendo parte del vestido que llevaba puesto. Varias exclamaciones de asombro y temor se propagaron por la sala.

Tenía que calmarla. Había que encontrar una solución pacífica. Tenía que haberla.

Me dirigí hacia ella y sin importarme quién me viera en ese momento me puse en frente y tomé su cara con mis manos para dirigir su mirada hacia la mía.


Valkyon: {Mystika, mírame}


Aunque moví su cara para que enfocara en mí sus ojos ya transformados, no dejaban de mirar tanto a los mellizos como al pregonero, mientras su pecho subía y bajaba de forma violenta al respirar.


Valkyon: {Mystika, por favor...}


Usé mis pulgares para acariciar su rostro hasta que por fin me miró y  no era sólo rabia lo que reflejaban, también había tristeza y desesperación, como si fuese un familiar a punto de ser capturado. Debió entender esta encerrona como una traición, sobre todo después de todos sus esfuerzos por complacer a Thiedil.

Cuando sentí que su cuerpo se relajaba lo suficiente, me giré hacia el elfo mirándole con severidad. En sus ojos se evidenciaba la culpa y también la tristeza. No era un mal hombre, pero este no era el camino, no con ella y yo tampoco podía dejar que me la arrebatara sin más.


Valkyon: Creo que las emociones le han superado, será mejor que la escolte hasta su habitación.


Mi tono y mi mirada no admitían rebate posible, tenía que sacarla de allí tanto si él quería como si no.

Thiedil afirmó levemente con la cabeza sin mirarme a los ojos y se dirigió al público con un gesto de calma, así que aproveché para llevarme a Mystika de allí no sin antes mirar de reojo a la melliza, que nos observaba con el entrecejo fruncido y los brazos cruzados sobre el pecho.


Después de subir al piso que daba a los dormitorios, entramos en mi habitación y cerré la puerta. Mystika se quedó parada de espaldas a mí empezando a cambiar de nuevo a su forma humana mientras tocaba los girones de tela de su vestido.


Mystika: He arruinado el vestido...


La Elegida [2ª Temp.] | ELDARYADonde viven las historias. Descúbrelo ahora