C41: Momentos

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Valentina

Por el cristal de la ventana iba mirando las calles, era mejor vista que ver como Karol intenta hacerle cariños a Michael pero de cierta forma, podía sentir su mirada en mí y lo descubrí cuando giré la cabeza, y ahí fué que conectamos miradas.

— Deberías ir al peluquero mi amor.

Ahí vamos de nuevo. Karol intenta tocar su cabello pero él de inmediato se aleja.

Sonrío por mis adentros.

— Aún no — responde con simpleza para luego volver a mirarme por el espejo retrovisor del auto.

— Pero tienes que lucir bien el día de nuestro compromiso — quité la mirada cuando escuché esa palabra y él lo notó.

Vuelvo a mirar las calles por la ventana, las ganas de llorar se hicieron presente en mí. No sé porque me he vuelto tan débil...en realidad siempre lo fuí.

— ¿Qué piensas decir en la oficina? — me dice Karol — en realidad va a ser muy complicado. ¿Qué tal si te seguimos llamando “Ámbar”?

— Ese no es su nombre — interviene Mike y nuevamente conectamos miradas por el espejo retrovisor — su nombre es Valentina, así es como deben llamarla...yo te voy a ayudar a recuperar lo que perdiste. Todo — me sonríe y yo hago lo mismo.

En ese instante Karol posa la mirada en el espejo retrovisor y yo quito la mirada para volver observar por la ventana. Creo que se dió cuenta.

...

Michael explicó todo en la oficina, no entró en detalles pero ya todos saben que mi nombre real es Valentina, no “Ámbar”.

Ahora me encuentro en el comedor junto con Caro.

— Oye Ámbar...¡Ah! — se golpea la frente y yo sonrío — digo Valu...discúlpame.

— No te preocupes.

— Es que estoy acostumbrada a llamarte así que...¡Ijole! Ya sabes como soy yo.

Río.

— Sí lo sé, Caro.

— Que bueno que recuerdas como me llamo porque si se te olvidaba el nombre de tu mejor amiga, ahí sí que me partías el corazón — vuelvo a reír — pero así de chiquitito, lo digo enserio Am...¡Valu! — se vuelve a pegar la frente — ¡Se llama Valu! ¡Se llama Valu! ¡Valu!

— Nunca te olvidaría — digo entre risas — y por favor, nunca cambies Carolina.

— Es que como perdiste la memoria, ya sabes...te puedes olvidar quien soy yo.

— La perdí antes de conocerte y ahora ya recuerdo todo.

— ¿Oye neta, no? Que taruga que soy manita — ambas volvimos a reír, mientras nos servíamos arroz en nuestro plato — ahora que me doy cuenta, tu apellido también es Zenere, al igual que la señorita Karol. ¿Entonces ustedes dos son...— dejo mi plato sobre la mesa para así taparle la boca con rapidez.

— ¡Shu! — reprocho y ella asiente — ya luego te lo contaré, es una historia muy larga.

Quito mi mano de su boca.

— Sabes, siempre noté que tenías aires de una niña riquilla, desde que te conocí manita. Eres chaparra pero chulita. Ojos azules — termino de servir mi plato — ¡Ijole! ¿Piensas comer tan poco Am...digo Valu?

- ESCALERA AL CIELO -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora