C19: ¿Valentina?

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Gastón

Es tan hermosa. Una sonrisa se me dibujó en el rostro al recordar las miles de veces que le dije si le gustaba o no, mientras ella daba vueltas en unos de esos caballos que giraban en aquél carrusel. Sus cabellos rubios flotaban gracias al viento, podía ver como algunos mechones cubrían su hermoso rostro. Ella sonreía, mientras se los quitaba del rostro y hacía muecas graciosas. Ni se imaginan cuánto amo a esta mujer. Quiero estar así siempre con ella, a su lado por el resto de mi vida. No me imagino la vida sin ella pero será así porque cuando acabe ese mural nos comprometeremos para luego casarnos. Que felicidad.

Veo como el carrusel para poco a poco. Ella baja del caballo y se acerca a mí con una sonrisa en sus dulces labios. La tomo de la cintura para luego abrazarla.

— ¿No quieres seguir paseando en otro juego más? — le pregunto.

— Me encantaría — responde para luego darme un suave y tierno beso en la mejilla.

De un momento a otro siento que alguien separa nuestras manos y me aleja de ella.

— Valentina.

¿Qué?

Mi rabia e ira aumentó en mi cuerpo cuando vi al hombre ese, abrazar a mi novia. ¿¡Pero que mierda hace!? ¿¡Y por qué la llamó Valentina!?...esto no puede estar pasando. ¿Acaso él es...

— ¿Valentina, eres tú verdad?

Mis manos se hicieron puño.

¡Esto no puede estar pasando! ¡Mierda!
¿¡Por qué maldita sea!?

¡No soporto más! Tengo que hacer algo o sino Ámbar recobrará la memoria y no quiero que eso suceda.

Empujo con fuerza al imbécil de Michael, tomo la mano de Ámbar y corro con ella. No voy a permitir que este cerca a él. ¡No lo voy a permitir!

— ¡Para! — la oigo quejarse, no me importa y sigo corriendo a mucha velocidad — ¡Me estás lastimando Gastón!

Cuando termina la oración, veo que se cae al suelo y se soba el tobillo.

— ¿Te encuentras bien? — pregunté con preocupación.

— Valentina — ¡Mierda! — ¿Quién podrá ser Valentina? — el alivio me inundó, por un momento pensé que había recuperado la memoria — ese hombre parecía saber quién soy, quizás sea alguien a quién yo conocía antes. ¿Tú sabes quién es?

— ¿Acaso no me oíste? — este tema me está molestando — ¿Te encuentras bien?

Asiente y yo me alejo de ella.

— ¡Oye espera! — decidí parar de caminar. Siento que entrelaza sus dedos con los mios — ahora creo que puedo encontrar la forma de saber mi pasado. Quizás él sepa...

— ¡NO! — la interrumpo de un grito y alejo su mano de la
mía — ¿Cuántas veces te lo he dicho? ¿Cuántas veces más lo repitiré? — me acerco a ella y la miro fijamente a sus ojos azules — mi padre era el mejor amigo que tenía tu padre. Ese incendio acabó con todo, perdiste a tu familia — soy una mierda de persona — y la memoria. ¿Acaso no me crees?

— No es eso, solo que...

— ¿Entonces qué diablos quieres probar? — interrumpo — ¿No será que no crees lo que te digo? ¿Tú no me crees, cierto?

— Claro que te creo pero...

— ¿Crees que te estoy
mintiendo?

— Oye...

— ¡Entonces te deberías ir con él! ¡Anda ve con él!

— ¿Gastón qué te pasa?

— ¡Ve a preguntar! ¡Averígualo!

- ESCALERA AL CIELO -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora