C51: Te amo

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Michael

No podía estar lejos de ella.
Mi corazón y todo de mí, me pedían a gritos que la fuera a buscar. Necesitaba verla, aunque sea una vez más. Pero...ella está con él ahora.
Fuí yo quién decidió apartarla de mi vida porque se supone que era lo correcto...por más que quisiéramos estar juntos, no se podrá ser. El destino no nos quiere. Yo...por haberme comprometido con alguien que no amo y ella por no dejar de pensar en alguien que no sea yo. Alguien que también la ama, al igual que yo o tal vez más que yo.

¡Mierda!
¡Ya no puedo más con esto!

Se supone, que tengo que hacer mi vida con Karol pero no puedo. ¡Lo intento maldición! ¡Lo intento un millón de veces pero simplemente no me nace ser yo ante ella...no me nace amarla, no puedo hacerlo!
¿Cómo amar a alguien si ya tienes a otra persona en tu corazón? ¿Cómo amarla si ya le entregaste tu corazón a otra? ¿Cómo amar a alguien más, si ya tu corazón tiene dueña?

¡Joder!
¡Necesito verla!

Iré a verla, necesito asegurarme de que sea feliz y cuando lo haga, me alejaré de ella para siempre y esta vez lo haré realidad...aunque me duela, lo haré.

Salgo de mi oficina.

— Necesito mi auto ahora mismo.

Le digo a mi secretaria y no espero respuesta de su parte. Camino con rapidez hacia el ascensor.

— Amor — ¡Mierda!

— Estoy apurado, Karol.

Presiono el botón del ascensor pero este no se abre. ¡Maldición!

— Que yo sepa no hay ninguna reunión prevista — ¡Joder! ¿¡A qué hora te abres maldito ascensor!? — ¿A dónde vas?

— El hecho de que seremos esposos, no significa que te tengo que estar contando lo que haga o no.

— ¿Vas a ir a verla a ella,  verdad?

Por fin se abrió el maldito ascensor.

No respondo y entro al ascensor.

— ¡Michael respóndeme! ¿¡Vas a ir a ver a Valentina!?

— ¿Si ya sabes la respuesta para que preguntas?

No espero su respuesta y cierro la puerta del ascensor.

Ya luego haré algo para “Reconciliarnos” pero ahora lo importante es mi bonita, solo ella. No puedo pensar en otra cosa que no sea ella.

...

Al fin había llegado a dicho lugar. Aquél lugar donde mandé al amor de mi vida, aquél lugar donde se encuentra con él.

Mi corazón parecía querer salirse de su lugar cada vez que me acercaba a la cabaña pero aún así decidí parar. Me escondí detrás de un árbol y así poder evitar que descubran mi presencia. Por suerte aquélla cabaña tenía una enorme ventana, lo cual agradecía porque así podía observar a lo lejos sin que ellos me descubran.
No había luces, solo podía ver una pequeña chimenea. Mis ojos comenzaron a buscarla pero en ese momento aparece él. Veo que se arrodilla junto al sofá y ahí fué que comprendí lo que estaba haciendo. Una hermosa cabellera rubia se encontraba recostada sobre dicho sofá.  Mi bonita se encontraba durmiendo. Luego él hizo algo que de cierta forma encendió una pequeña chispa de celos dentro de mí. Acariciaba su mejilla con su pulgar. No entiendo porque está tan cerca de ella cuando ella está durmiendo. Me incomoda tanta cercanía.
No podía seguir viendo eso. Así que tomé la decisión de irme, giro mis talones y cuando estaba a punto de caminar, mi móvil comienza a sonar.

Era un número desconocido.

— ¿Bueno? ¿Quién habla?

— Gastón Perida — la molesta invadió mi cuerpo — tienes que venir por ella de inmediato.

- ESCALERA AL CIELO -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora