C23: Lo imposible

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Narrando escritora

— Ella hace muchas preguntas de su accidente, si recupera la memoria. ¿Qué haré mamá? — su voz sonaba con preocupación y angustia a la vez.

— ¡No quiero escenas! — responde rápidamente Sharon Benson — no te pongas así, no pienses en ella — sonríe con naturalidad — ¿Estás diciendo que Valentina volvió de la muerte? ¿Crées que eso sea posible? — vaciló con picardía.

— ¡Mamá! — lo ojiverde no estaba para bromas.

— Eso no lo creo, aunque ella esté viva, alégrate, es familia — toma un sorbo de su café.

— Si se recupera. ¿Crées que que se acordará de que yo la arrollé? — Karol estaba muy preocupada con ese tema, apenas tenia veintitrés años para ir a la cárcel. Era muy joven, según ella.

— ¿Quién dice eso? Que tú la arrollaste.

— Agustín lo sabe.

— Él la ocultó durante más de cinco años, así que no creo que diga nada. Además si lo hace...¿Tú crées que alguien le creerá? — se acomoda en su asiento y mira fijamente a su hija — no tienes que preocuparte, te tienes que casar muy rápido con
Michael — toma las manos a su hija — mañana cumple años, tienes que atraparlo ahora, apuesto que sabrás hacerlo — Karol sonríe — hija para tener lo que quieres, tienes que casarte. No me defraudes Karol.

...

Ámbar

— Disculpe — me disculpo con la señorita al momento de entregarle la ropa — son demasiadas.

Lo que pasa es que estoy en una tienda de ropas y llevé conmigo muchas prendas al probador pero no para probármelas, sino para dibujar las formas de las prendas en un cuaderno y así luego agregarle mi creatividad a ellas. En pocas palabras, mejorar.

— No se preocupe, estamos para servirle, si espera un momento...

— No gracias, vuelvo otro día.

— Pero ya fueron pagadas — ¿Qué?

Una de las empleadas miraba con una sonrisa a un lado, así que decidí ir a ver y veo a Michael mirando unas carteras.

¿Qué hacía aquí? ¿Acaso me está siguiendo? ¡Maldición! No me puede dejar tranquila.

Eso no quieres que pase.

Ya verá, si piensa que me va a conquistar con su dinero, ¡Está muy equivocado!

¿Conquistar? ¿Cómo sabes que  te quiere enamorar?

Ignoro mis pensamientos y camino hacia la ropa que según la señorita, Michael había pagado.
Tomo la ropa y me dirijo a él para luego ponerla en sus manos.

— No vas a impresionarme con tu dinero, creí que ya había quedado claro.

Se levanta de su lugar y vuelve a colocar toda la ropa en mis manos. ¡Maldición!

— Si no es suficiente, pide más — ¡Qué me cree! — como esto — pone una cartera en el morro de ropa que llevaba en las manos — y esto — coloca otra cartera. Espera...¿Eso es de piel?

- ESCALERA AL CIELO -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora