C42: Lo que importa es que estemos juntos

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Michael

Mis ojos se encuentran mirando el espectáculo que hace el mozo con las copas pero mis manos se encontraban muy inquietas. Tenía tan cerca a mi bonita, solo había alguien que se interponía para poder al fin estar a su lado completamente y ese alguien, es Karol.

Luego de comprar los zapatos decidimos ir a un bar para tomarnos unas copas y ahora aquí estamos, viendo como el camarero hace sacar chispas de colores de una de las copas. Los tres sentados en una barra, yo a un lado, Valentina al otro extremo y Karol en el medio.

— Mike, este bar me recuerda al que ibamos en California — oigo decir a Karol.

— ¿Ah? — no le tomo mucha importancia.

Mi mente y todo mi ser quieren hacer una cosa pero aún no me atrevo en hacerlo. Deseo tanto tomar su mano con la mía. ¡Al diablo! ¡Lo haré!
Con lentitud y sin que ambas se den cuenta, mi brazo izquierdo pasaba por detrás de la espalda de Karol para así llegar hasta el brazo de mi bonita. Siento que se tensa pero fuí más rápido y capturé su mano con la mía. Nuestras manos se encontraban juntas, unidas detrás de la espalda de Karol. Me encanta tanto tomarla de la mano, siempre lo hacía...desde que éramos niños. Ella quería quitar su mano de la mía, forcejeaba pero yo era más fuerte.

— Estás fría — le digo junto a una sonrisa.

Puso ojos de odio, amo tanto cuando pone carita molesta.

Karol me mira y yo dejo de ver a mi bonita para fingir mirar el espectáculo. Ella seguía intentando apartar su pequeña mano pero simplemente no podía.

— ¿Hermanita, no estás acostumbrada a lugares como estos, verdad?

Veo como le entregan una copa con chispas a Karol. Así que aprovecho su distracción en mirar a mi bonita y la caché observándome. Le sonreí y ella seguía con mirada molesta, mientras intentaba quitar su mano de la mía. Tanto fué que forcejeamos, que de casualidad empujamos a Karol por la espalda y para nuestra mala suerte le hicimos derramar su copa sobre la barra y bueno...un poco de su ropa.

Libero la mano de mi bonita, sentía unas ganas tremendas de burlarme de la situación.

— Déjame que te ayude — mi bonita le ofrece su ayuda para que se limpie.

— ¡No es necesario! — aparta de mala gana su mano — necesito ir al baño, ya vuelvo — demorate por favor.

Karol nos dejó solos al fin.

No me reí pero si sonreí, eso sí fué una sonrisa burlona.

— ¿Por qué lo haces? — escucho su voz y dejo de sonreír.

— ¿Hacer qué?

— ¡Molestar! — su voz sonó apagada.

— Solo quería tomar tu mano...mi cerebro dice que no — miro mi mano — pero mi mano dice que sí — en realidad mi corazón.

— Por favor no lo vuelvas hacer...

— He esperado más de cinco años y...— la miro y veo como sus ojos se encuentran llorosos — ¿Ahora solo debo mirarte?

— Ya no somos unos niños y esos tiempos no volverán. ¡Nunca!

— Yo no he cambiado — dejo de mirarla, no me gusta verla así...me duele.

— ¡Ah sí es! ¡Tú no has cambiado nada! Sigues actuando como un niño...te vas a comprometer con Karol, si no eres un niño debes ser responsable de todo lo que dices y haces...

— Dije que lo resolvería.

— ¡Mientes!

— ¡No! — golpeo la barra y vuelvo a mirarla fijamente a los ojos — me casaré pero lo haré con la persona que amo, con la que siempre quise estar...desde que era un niño.

- ESCALERA AL CIELO -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora