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CAPÍTULO 67

"Nona."


Narra Yoongi.

—Dejaré mis cosas en la habitación.

Apenas llegué tuve ganas de dirigirme al que era mi antigua habitación. Al abrir la puerta pude sentir el frío que la recorría, estaba casi vacía, excepto por la cama y el escritorio con mi computadora en él.

Recordé las pijamadas con Skyler y las horas de edición que requerían mis imágenes.

—Pensamos en una oficina para tu padre. —dijo mi madre.

—Es una buena idea.—la miré y extendí mis brazos para formar un abrazo.

—Te extrañamos.—mi mamá era algo pequeña, su cabeza cabía perfectamente en mis brazos.

—Yo también a ustedes.

—¿Quieres quedarte...?

—Oh, esperaba ir a ver la mudanza. Volveré para el almuerzo ¿te molesta?

—Claro que no, ve tranquilo. Puedes tomar mi auto.

—Está bien.

—Ah y Yoongi... —me di media vuelta para mirarla—... Ten cuidado si ves a Skyler, escuché que empezó el psicólogo hace un año, habrá sido una gran crisis.

Asentí y no pude sentirme culpable. Obviamente, era un bobo por haberla dejado sin explicarle el motivo, pero en ese momento no lo pensé, ahora me arrepiento.

Bajé las escaleras, tomé una de las muchas llaves de la casa y salí. Comencé a conducir, me había mudado al que era el centro de la ciudad, un departamento muy lindo, no lujoso, pero tenía lo suyo y la verdad era, que no era muy fan de los lujos.

Bajé las ventanas, en Olympia era primavera, corría una brisa bastante fresca y relajante. Me di cuenta lo tanto que extrañaba esta ciudad y más que nada a Skyler, a quien moría por ver, pero decidí dejar nuestro encuentro en manos del destino, todo a su tiempo. Era mucho mejor.

(...)

Narra Skyler.

—Esto está muy bueno, Hannah.

—Muchas gracias Charlotte, Henry me ha ayudado ¿verdad, cariño?

Mi hermano asintió, estábamos esperando a mi abuela, no sabíamos bien en qué momento llegaría, pues su celular se había quedado sin batería y la última vez que nos comunicamos con ella estaba entrando, solo que nuestro barrio era un poco alejado de la entrada de Olympia.

—Jade querida, ¿me pasas la sal?

Realmente esta cena no era muy interesante para mi, intenté hablarle a Jade pero ella era extremadamente tímida, a veces, me cansaba la gente así, excepto Yoongi, nunca podría cansarme de él.

Escuchamos que alguien tocaba la puerta.

—Yo iré, permiso.

Dejé mi servilleta en la mesa y me levanté, dispuesta a abrir la puerta, Sugar me seguía emocionada.

Miré por el agujero de la puerta, no podía creer lo que estaba viendo. Abrí rápidamente y abracé a la persona que se encontraba del otro lado.

—Creí que iban a llegar mañana.

Me separé de Jordan para abrazar a Zac.

—Pues, era una pequeña sorpresa.

—Hijo, te esperábamos mañana.

—Hola a todos.

Absolutamente toda la familia se levantó para abrazarlo y al saber quién era Zac, lo saludaron también.

Al terminar la bienvenida juntamos la mesa, los abuelos se fueron y mi otra abuela llegó.

—¡Nona!—grité al verla.

—Hola corazón.—me abrazó.

Mi abuela tenía un estilo muy definido, era algo relajada, ella hacía magia blanca y podía leer cartas. Era psicóloga y astróloga, solo que hace ya bastante tiempo re había dejado de ejercer.

—¿Cómo te encuentras?

—Muy bien, gracias.

—Nona.—Henry se acercó a ella.

—¿Qué tal?

—Muy bien, ¿tú?

—Perfectamente, están muy altos desde la última vez que los vi.

Mi madre había ido junto a Keneth a acompañar a los abuelos a su hotel, estaba algo alejado de nuestro hogar.

—Oh abuela, ellos son Eli y Jordan, hijos de Keneth y su novio, Zac.

—Es un placer conocerlos, pueden llamarme Nona.

—Igualmente, señora.

—Bien, tendré que ir al hotel.

—Espera Nona, quédate un rato. No creo que mamá tarde demasiado, además, tienes que conocer a Keneth.

—Está bien.

—¿Cenaste?

—Si, comí algo en la estación de servicio, aunque no lo creas, esa comida es la mejor, Sky.

Reí ante el comentario de mi abuela, mi padre la hubiese retado al enterarse que había comido en la estación de servicio.

—¿Ustedes? ¿Qué tal su viaje?—miró a Zac y Jordan.

—Igual de agotador, hemos parado alrededor de cinco veces.

—Siete, cariño.

—Siete, peor aún.

Mi abuela rio ante el comentario.

—Jordan, ¿te molestaría que lea tus manos?

—¿Disculpe, señora?

—Tu energía es muy buena, tengo curiosidad a cerca de tu futuro ¿te importaría que lea tu mano?

Jordan me miró, buscaba una respuesta de mi parte. Yo creo que pensaba que mi abuela estaba loca, pero la verdad es que no, es la que más consciente está.
Asentí la cabeza para que no sienta que debía tener miedo.

—Está bien. —sonrió y estiró su mano, mi abuela la tomó y la "limpió" con su otra mano.

—Vamos a ver. —se colocó sus lentes—. Eres un chico que se estresa demasiado, últimamente estás muy cansado.

—Está en lo cierto, Nona.

—Se acerca un compromiso, claramente no es el de tu padre, debes prepararte.

—¿Podría ser más específica?

—Es lo único que puedo ver.

—Está bien.

—¿Estás guardando un secreto? Pondrá feliz a alguien cercano.

Jordan rió.

—Eso es todo hijo, no tienes muy claras tus líneas.

—Ahora a mi, abuelita.

Estiré mi mano e hizo exactamente lo mismo que con Jordan.

—Demonios, los próximos días serán muy intensos para ti.

—¿Por?

—Muchas personas a tu alrededor, te agobia eso.

—Lo sé.

—Tu paz mental se alterará.

—¿Por qué?

—Una persona, no, dos personas volverán a tu vida. Será increíble.

Miré a Jordan, esperaba que fuese Yoongi. Quería volver a verlo, aunque tal vez no sea muy bueno para mi pero, no quiero pensar en eso ahora.


𝐹𝑟𝑒𝑎𝑘𝑦 𝑡𝑤𝑜 ; M.YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora