Insuficiente I (En edición)

XIV

-¡Son una belleza! - chilla Tere una rayita mas arriba que emocionada apuntando hacia unos zapatos rojos, altos, detrás del cristal, juro que nunca había visto a alguien tan emocionada por ver unos simples zapatos.

Sus pupilas se van dilatando a medida que pasa el tiempo embelesada, pensé que eso solo pasaba cuando estabas en un lugar obscuro. Definitivamente los va a comprar, esos y otros cuantos pares mas, la pobre chica que nos atendió se veía molesta y cansada por las tantas veces que subió y bajo las escaleras para traerle la talla correcta a Tere, yo aún no llevo nada, lo mío es más vaqueros, botines, tenis y blusas, nunca me he preocupado por esas cosas, la verdad me considero única en mi especie por el simple hecho de no volverme loca cuando voy a una tienda de ropa. Decidimos venir a un centro comercial donde hay miles y miles de tiendas de ropa, zapatos, perfumes, accesorios y varios lugares para comer, creí que después de todo salir con una chica me vendría bien y ¿Quién mejor que Tere? Siento como si ya la conociera de hace tiempo.

Llegamos a una tienda de ropa muy mona llamada ZARA, no hay mucha gente, pero si lo suficiente para mantener esta tienda en pie, paso mis dedos por varias prendas buscando algo lindo, unos vaqueros me gritan ¡Llévame! ¡Úsame! Y como soy tan educada no puedo dejarlos gritando mi nombre, los tomo colgándolos de mi antebrazo mientras sigo caminando, encuentro varias blusas algunas de tirantes y otras de bocamanga, me las llevo solo porque están a mitad de precio, si, es mejor ahorrar cuanto puedas hacerlo.

-¡Mira! Esto te quedara increíble.

No puede ser...

Tere camina hacia mi entre filas de ropa empujando a quien estorbe en su camino, evito no reírme cuando una mujer de treinta y pico muy bonita casi cae entre la ropa, suerte para ella porque se alcanza a detener de un tubo aferrándose casi con uñas y dientes, bufa mientras le lanza dagas con la mirada a Tere por la espalda.

No es cuando está a pocos metros de mí cuando puedo ver com claridad y desagrado lo que cuelga de sus delgadas manos, definitivamente no es mi estilo, niego frenética, no pienso utilizar eso. No gastare mi dinero en esa... ropa, si es que se le puede llamar así, yo solo veo poca tela. Es un vestido de cuero tinto con tirantes entrelazados por la espalda con un escote pfff demasiado escote, mis pechos literalmente se saldrán de esa cosa, no están grandes, pero tampoco pequeños, algo intermedio, en pocas palabras el vestido es pequeño y dudo que me entre en una pierna, no deja mucho a la imaginación, recuerdo algo que Diego siempre me dice cuando estamos de compras "Elije algo que te haga ver sexy pero a la vez dejes que la imaginación de cualquiera flote al querer imaginarte sin lo que traes puesto, eso es más atractivo"

-Creo que les falto tela.

Jamás en la vida e usado un vestido... así.

- Ajá, a ti te hace sentido del humor - se ríe - anda, ve y pruébatelo - hace pucheros.

Tal vez me hace falta sentido del humor, pero a ese vestido tela, eso no está a debatir.

-No es mi estilo - digo sin importancia alzando mis hombros para hacerlo más creíble dirigiendo mi vista hacia lo que estaba viendo, ropa con tela, pero Tere llama mi atención moviendo la prenda frente a mi de un lado a otro, no se dará por vencida tan fácilmente, no puedo evitar poner los ojos en blanco y observar a todos lados en busca de que alguien aparezca y me ayude a librarne de estas ideas tan constantes.

-¿Crees que esto me quede por lo menos? - pregunto incrédula tomándolo.

-Te quedara - asegura con una sonrisa de oreja a oreja por aceptar probármelo.

Es muy terca, difícil decirle un no por respuesta. Si no fuera porque me amenazo con arrastrarme al vestidor y ponerme la ropa ella misma no estuviera aquí viéndome en el espejo con este intento de vestido puesto, eso y que ahora una fina capa de sudor cubre mi frente por el esfuerzo, digamos que tuve una lucha entre el vestido y hacer que entrara por mis caderas porque como si no fuera suficiente no tiene cierre.