siempre te voy a amar- Katniss y Peeta despues de sinsajo

Capitulo 42

Capítulo 42

(Katniss)

Abro mis ojos lentamente pequeños rayos se cuelan por la persiana del curto, trato de levantarme pero un brazo que conozco muy bien me tiene aprisionada contra el cuerpo desnudo de su dueño, así que me vuelvo a acostar sin hacer movimientos bruscos para no despertarlo, empiezo a recordar lo que paso anoche y una sonrisa se me dibuja, veo el precioso vestido de Cinna tirado en una esquina, junto con los pantalones de Peeta y su saco.

No puedo creerlo todo lo que paso ayer, primero Peeta y yo nos casamos de todas la maneras posibles y ahora él es mi esposo, dos no puedo creer que Haymitch haya hecho para noche de bodas y eso que Peeta y yo decidimos quedarnos unos días en el distrito para arreglar el cuarto de nuestro futuro bebé antes de irnos de luna de miel y 3 no puedo creer que Peeta y yo hayamos hecho el amor por segunda vez y haya sido mejor que la primera vez, una pequeña risa sale de mi boca sin querer por el simple pensamiento que tuve.

-De que te ríes amor- dice una voz adormilada atrás de mí.

Mi cuerpo tiembla al sentir los labios de Peeta rosando mi espalda desnuda, es en este preciso momento donde regresa mi maldito pudor y tengo unas terribles ganas de taparme entera con las sabana, pero peeta me lo impide ya que en un rápido moviente se coloca arriba de mi agarrándome los brazos con ambas manos y con sus piernas sostenido las mías, por instinto trato de liberarme, así que forcejeo con el pero por obvias razones él es más fuerte que yo.

-suéltame Mellark- le ordeno entre forcejeos, me muero de pena siento en este momento que mi cara está completamente roja. No solamente porque me esté agarrando así si no porque tanto el como yo seguimos completamente desnudos y me esté devorando con la mirada mientras me está acechando.

-¿Por qué? Acaso te da pena que tu esposo este viendo lo hermosa que es su esposa-me da un beso nada casto- o te da pena de que te haga mía en este momento- meda otro beso mucho más intenso que el anterior.

Me siento aturdida, es la primera vez que peeta es tan pasional conmigo, aunque me esté dejando llevar sé que mi pudor puede más que yo en este momento.

-Peeta-trato que mi voz suene serena, pero se escuchó más como un gemido- Peeta detente- digo controlando mi voz para que suene más serena, pero me cuesta ya que peeta me está provocando; pero como si no me hubiera escuchado peeta sigue besándome solo que ahora sostiene mis manos con una sola de ellas y la otra empieza a acariciar mi vientre ligeramente abultado-peeta alto-digo subiendo un poco el volumen de mi voz, estoy aterrada no por el hecho de que peeta esté haciendo esto sino porque donde peeta coloco su mano en mi vientre sentí algo demasiado extraño, como si me hubieran pegado solo que fue diferente la sensación. Ya que peeta no lo hizo. Fue el bebé que se movió donde peeta puso su mano y al parecer no fui la única que lo noto ya que peeta se detuvo como si le hubiera echado un balde de agua fría y me mira fijamente. Él y yo estamos en un estado de shock, peeta ya soltó mis manos, poniendo su mano a un lado de la cama usándola de apoyo mientras que la otra no se ha movido del lugar donde ambos sentimos el pequeño golpe.

Seguimos mirándonos fijamente pidiéndonos respuestas con la mirada, es por fin que reacciono y con mis manos guio la de peeta a otro lugar de mi vientre, el solo baja la mirada a donde está su mano con las mías esperando ver si tiene la misma respuesta, y como era de esperarse si la hay, otro pequeño golpe solo que este más intenso, es el momento en el que peeta reacciona y dirige su mirada a la mía en su rostro tiene dibujada una sonrisa que jamás había visto en él, con esa sonrisa irradia pura felicidad, a comparación de mí que estoy al borde de las lágrimas, estoy completamente aterrada, nunca en mi vida había sentido tanto miedo como hoy, peeta lo nota ya que cambia su expresión a una más seria y me abraza, es en ese momento donde no lo soporto y empiezo a llorar. No sé qué hacer me siento aterrada por un momento me siento sola con esta gran responsabilidad.