2.25-El comienzo de nuestra pesadilla

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Dedicado a @Andrea_Medina_2003 Gracias por leer hace tanto ;) 

Martín

Ya era lunes y Clara no me había mandado ningún mensaje. Había intentado idear alguna razón para invitarla a comer, pero no se me ocurría nada. Además, recién había pasado un día desde lo del beso. Admito que se me fue de las manos. No lo había planeado, bueno en sí en mi vida privada no era un hombre que planeara las cosas, pero lo del beso jamás se me había pasado por la cabeza hasta que tuve sus labios tan cerca de mí, provocando que el impulso me ganara. No podía excusarme diciendo que estaba borracho porque jamás conduciría ebrio, pero solo pude asentir cuando ella dio esa razón para justificar nuestro beso. Aunque ahora tenía miedo de haberla asustado por mi atrevimiento, pero estaba seguro de que no era como si le hubiese molestado ya que parecía tan metida en ello como yo. Sin embargo, no podía mentir, no me arrepentía ya que patéticamente era un beso que estuve esperando por muchos años. Hasta me hacía reír lo ridículo que eso sonaba.

Actualmente me encontraba en el campo de deporte donde Marco se disputaba un partido, intentaba no ser visto ya que como cualquier adolescente le avergonzaba este tipo de afecto de mi parte, pero me gustaba ver a mi hermanito disfrutar ese don que él tenía con la pelota. Supongo que era algo de familia. Me gustaba el futbol, pero jamás fui bueno en eso. Cuando era adolescente tenía a alguien que le encantaba recordármelo. "Ay hijo del jardinero, sos de madera". Esa frase en esos momentos me irritaba, pero ahora viendo jugar a Marco, solo me gustaría volver a esa época.

El partido termino con la victoria del equipo de Marco, el chico nunca me noto ya que si no estaba mirándola la pelota estaba mirando a la chica del cartel que gritaba su nombre con alegría. «Sí que tiene una novia demasiado expresiva»

Decidí esperar para felicitar a los chicos, pero vi que David, Pancho y Marco se fueron con sus respectivas novias y no quería molestarlos.

«Supongo que los felicitaré en otro momento»

Empecé a caminar por el campo pasando por varias canchas hasta llegar a un cartel que delimitaba un campo del otro. Como estacione mi auto en la cochera del edificio de Marco, tendría que esperar un rato para que él y su novia llegaran con el fin de evitar que me vieran entrar al edificio junto con ellos. Por ello decidí darme un paseo por el antiguo campo de deporte de Ezequiel.

Siempre me había parecido exageradamente enorme con decir que el campo de deporte de la escuela de Marco era solo un cuarto que el de Ezequiel. Pero ir caminando por acá evocaba recuerdos muy tristes.

2005

«Puto campo. Puto Ezequiel. Puta comida»

El boludo de Ezequiel se había olvidado su comida en casa y como trabajo cerca del campo, me mandaron a mi para llevársela. Y lo peor era que el campo era enorme y ya estaba llegando tarde al trabajo. Además, mi jefe era un viejo antipático y negrero¹

«Espero que el jefe llegue tarde»

Al llegar al fin a la cancha donde estaba Ezequiel dando sus clases, me lo encontré jugando con los niños. Silbé para que notara que ya había llegado y poder así irme rápido, pero el agradable Monarca parecía que me quería hacer esperar. Lo iba a mandar a la mierda, pero había niños presentes.

Ezequiel le dijo algo a sus alumnos y ellos siguieron jugando sin él mientras este caminaba hacia mí.

ꟷDale boludo, que me tengo que ir a trabajarꟷdije dándole su tapper con lasaña. Últimamente hacia que le hicieran la comida para llevársela, cosa rara porque de darle de comer siempre se había ocupado Clara, pero como andaba su relación últimamente, supongo que esta no estaría haciéndoloꟷ¿aun sigues peleado con Clara?

Perdóname por ser mujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora