Extra-El Misógino Parte 1

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2013- 1er año de Secundaria

Marco Villalba(13 años)

Hoy era mi primer día de clases en la secundaria. No podía creer que hubiera llegado este momento. Estuve contando los días para que esto pasara, pero no por la emoción que me invadiría por estar en este lugar, sino por el terror que significa para mi estar en esta habitación. Que según creo yo, mide 10 metros largo por 7 metros de ancho con paredes blancas descascaradas en donde había muchos escritos como uno que decía "Si nos organizamos cogemos todos". Bueno, parece que el chico que lo escribió era muy optimista con su vida sexual. También veía que era muy popular dibujar penes tanto en la pared como en las sillas y en el pizarrón. No lograba comprender porque tal dibujo era tomado con gracia por los demás. Supongo que Luca me lo podría explicar ya que a él también le gustaba dibujar penes.

Tenía que admitir que estos dibujos y las frases que sinceramente eran demasiado trilladas me hacían reír hasta el punto en que no me sentía tan aterrado. Además, estaba sentado contra la pared, en un lugar donde todos mis amigos me rodean, a mi lado se encontraba David, adelante mío estaba Luca a su lado estaba Darío y delante de este estaba Pancho junto con su novia, Micaela, la cual acabamos de conocer.

Pancho dijo que sus padres eran amigos, así que ellos se conocían desde que nacieron. Era un poco raro ver a Pancho tan cariñoso con una chica, bueno, jamás lo había visto con una chica, pero parecía como si no pudiera dejar de tocarla y besarla. Creo que en una escuela esas cosas no deberían hacerse, era bastante indecoroso. Además, llama la atención de los demás.

Actualmente el aula se mantenía en silencio ya que nadie se conocía excepto nosotros que hablamos en voz baja y Pancho que no dejaba de decirle a su novia "Te amo" "Jamás voy a mirar a nadie que no seas vos". Creo que era demasiado exagerado con sus demostraciones de afecto, además hacía que Luca hiciera caras graciosas intentando imitarlo mientras él no lo veía, haciendo que no solo nosotros nos riéramos, sino que también varios más que lo miran divertidos.

Había notado que todos nos habíamos distribuido por nuestro sexo ya que la mayoría de los chicos estaban a la derecha con nosotros y las chicas a la izquierda, exceptuando Micaela que era la infiltrada en nuestro lado. Eso por lo menos me tenía más tranquilo.

Al salón ingreso un hombre canoso con varias carpetas en la mano, el cual se sentó en la mesa del profesor, supuse que debía ser uno.

ꟷBuenos días chicos ꟷsaludo y nosotros les respondimos al unísono el saludoꟷ Me llamo German y seré su tutor en su primer año y ꟷsu presentación fue interrumpida por la llegada de una alumna que ingreso al salón.

ꟷPerdón se me hizo tardeꟷdijo la chica que se veía agitada.

«¿Cómo se te puede hacer tarde el primer día? Yo ni siquiera pegue un ojo el día anterior».

El profesor le hizo un gesto para que se sentara y ella asintió. La chica tenía el pelo castaño y creo que era de la misma estatura que yo, cuando levanto la vista para mirar en donde se podría sentar puede apreciar sus ojos color miel. Tenía que aceptar que me había quedado mirando sus ojos los cuales buscaban un lugar para sentarse, se veía nerviosa y un poco avergonzada ya que se había convertido en el centro del interés de todos, aunque, a mí solo me llamaban la atención ese color de ojos ya que eran parecidos a unos que conocí hace mucho. Me dispuse a examinarla en su totalidad y la verdad me llevé una sorpresa al ver su vestimenta. Tenía una remera negra en donde se podía ver a Goku transformado en super saiyajin. Creo que varios lo notaron ya que se podían escuchar unas risitas, aunque, no soy un experto en relaciones sociales me daba cuenta de que esa no era ropa apropiada para una primera impresión en la secundaria. Me parece que a la chica le faltaba un poco de sentido común, sin embargo, su gusto hacia esa serie no se le podía criticar, ya que era mi favorita. La chica se sentó y pude apreciar sus mejillas sonrojadas.

Perdóname por ser mujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora