Capítulo 29

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El sonido de unas hojas de papel me despierta, Dimas se disculpa con esa voz ronca tan suya. No me asusto como sucedería normalmente, sino que su aroma me recuerda desde el primer segundo que es Dimas quien está conmigo.

—Hola —bostezo.

No sé cuándo nos dormimos, entre sueños le recuerdo quitándome las botas y cubriéndome con la sábana.

Dimas sonríe como si adivinara que intento saber qué sucedió. Es injusto que luzca así de guapo al despertar, yo debo parecer una indigente con tinte barato en el cabello.

—¿Estás leyendo? —le pregunto al ver las hojas en sus manos—. ¿Es el cuento de Aura?

Dimas asiente, no logra despejar la culpa que embargan sus ojos. No sé si lo ha traído consigo o fue a buscarlo a la habitación de los chicos, tampoco sé cómo sentirme al respecto.

—Ya casi termino...

Tiene una pluma en la mano con la que va dejando algunas anotaciones al borde de las hojas.

Mike es la única persona que ha corregido mis composiciones novatas, no sé nada de teoría musical, sino que me guío por mis instintos; Mike, por el contrario, tiene una licenciatura en producción musical, es quien traduce lo que intento decir con la música.

Eso me recuerda que le prometí a Mina señalarle las canciones que hice para Mike.

—¿Me prestas tu pluma un momento? —pregunto mientras rebusco mi libretita en el cajón de la mesa al lado de la cama—. Por favor.

—Claro... ¿Qué haces?

—Mina me pidió que anotara las canciones que le he escrito a Mike para que las escuche.

Omito cualquier cosa sobre el regalo, no deseo que Dimas pueda arruinar una sorpresa tan dulce.

—¿Hablas de las que escribiste para Dreamers?

—Están en el álbum —respondo anotando el título de la tercera canción—, pero las escribí para Mike.

Regreso el bolígrafo a Dimas y dejo la libreta sobre la mesa. El celular me enseña que, si no nos apresuramos, llegaremos tarde. Empiezo a revisar mi maleta en busca de algo para vestirme. El silencio de Dimas consigue que le dirija una mirada rápida en la que le descubro observándome.

—¿Qué?

Me incomoda cuando alguien me mira de esa manera.

—Me sentí extraño cuando has dicho que escribiste canciones para Mike.

Ladeo la cabeza sin comprender, Dimas ha escrito muchísimas canciones para ella y Minerva.

—Estabas leyendo un cuento escrito por Aura mientras yo dormía a tu lado.

La Melodía de Cristal 1 - AllegrettoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora