Capítulo 7

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All alone in space and time

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All alone in space and time

There's nothing here but what here's mine

Something borrowed, something blue

Every me and every you

Every you every me — Placebo

☆★☆

Paolo durmió en el departamento y, por lo tanto, yo casi no he dormido. En realidad, dormí un poco cuando escapé del bar. Me desperté durante la madrugada cuando mi nuevo amigo y su novio llegaron discutiendo a casa.

Me coloqué los audífonos y escuché a Placebohasta dormirme cerca del amanecer. En un intervalo de aparente silencio me quité los audífonos, pero Henrik y Paolo ya estaban en fase de reconciliación; volví a colocármelos.

Ha sido una larga noche de análisis y reflexión que hubiera preferido no tener, no ha servido para nada. Repetí mentalmente cada minuto con Dimas en el bar, me lamenté por las cosas que pude haber hecho diferentes.

Dimas y yo somos una buena combinación en el escenario. Los chicos estaban emocionados al terminar la segunda parte de la presentación; hemos mantenido el flirteo entre nosotros sin llegar a la intensidad de la primera parte. Fueron unos cuántos intercambios de miradas, roces accidentales al acercarme a su micrófono, susurros fingidos y dedicatorias fantasmas al cantarle el uno al otro.

Me fui al terminar la presentación argumentando que mi migraña quería regresar, pero era un simple dolor de cabeza que desapareció al dejarme caer en la cama. Dimas no intentó detenerme o hablar conmigo, estaba muy ocupado con sus admiradoras. Se quedó ahí porque quiso, yo me he disculpado con los chicos que me rodearon.

Era mucho más fácil con Mike. Siempre tiene esa cara de pocos amigos que mantiene apartados a los chicos, pero ahora...

Las personas otorgamos demasiado valor al físico cuando es simplemente una combinación afortunada de la genética; con los años terminamos pareciéndonos sin recordar fácilmente el camino a casa.

Las personas se sienten atraídas por la enigmática personalidad que tomo prestada de Camila, pero no por Cristal. Si pudiera adoptarla por más tiempo creo que mi vida sería mucho más fácil, dejaría de darle vueltas a la idea de llamarle a Dimas por teléfono, simplemente lo haría. Dejaría de darle vueltas a la mayoría de cosas que me preocupan y de mirar el techo sin reunir las fuerzas para levantarme.

Es temprano, el ensayo será hasta la tarde, tengo tiempo para continuar reflexionando sin llegar a ningún sitio.

Mi celular recibe una llamada, por un momento creo que es Mike, pero se trata de Minerva.

—¿Te desperté? —me pregunta demasiado alegre para ser las ocho de la mañana de un domingo—. ¿Cristal?

—No.

La Melodía de Cristal 1 - AllegrettoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora