Capítulo 11

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We will be the life you always wanted

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We will be the life you always wanted

We will be the fire in your blood

We will be the vice of your desire

We will be salvation in the flood

Skulls — Röyksopp

☆★☆

El Internet es un arma peligrosa, las redes sociales son letales. Me habría gustado continuar con mi enajenación sobre éstas últimas, pero he caído en sus manos. Gracias al internet he descubierto prácticamente toda la historia de Aura y Dimas; ni si quiera sé cómo me siento al respecto.

Para empezar, no sé por qué no eliminaron sus fotografías mutuas; así me habría omitido la incomodidad de verlos enamorados. Claro que también pude evitarme el placer masoquista de revisar esas fotografías, ¿no?

Entrego las llaves al valet parking, en la entrada del bar, y arrastro los pies hasta el interior. Percibo el peso del estuche rígido de mi guitarra tirando de mi brazo, de la misma forma en que esas imágenes de Aura y Dimas pesan en mi cabeza.

La mesa de la banda se encuentra rodeada de chicas, opto por refugiarme en el camerino. No quiero pasarme más tiempo intentando adivinar con cuál de esas chicas también se acostará Dimas.

Nuestro vocalista ha estado muy ocupado esta semana; sin embargo, encontró el tiempo para decirme que me desea. El rubor me invade con el recuerdo, lo reavivo en mi interior mientras me dejo caer en el sofá rojo del camerino. Lo dijo durante el ensayo de ayer, en un momento en que los demás estaban distraídos. Se acercó, besó la parte trasera de mi cuello y susurró Te deseo; me giré muy tarde, pues Dimas regresó a conversar con Nicolás sobre algo de su entrenamiento de Krav Maga.

En un principio creí que sería muy extraño vernos en el ensayo después de haber tenido sexo, pero Dimas actuó igual que siempre. Nada cambió, incluso su humor volátil prevaleció contra todos. No hemos compartido mensajes, llamadas o comentarios que podría creer que significó algo más que simple sexo; está implícito en su acuerdo y su actitud.

Ya sabía lo que significaba aceptar tener sexo con él sin involucrar sentimientos, sólo no esperé que me afectara de esta forma...

—¿Cristal?

Mina está en el umbral con una expresión de sorpresa.

—Estamos en la mesa ¿Por qué no vienes?

Estoy agotada.

—Solo vine a dejar mi bolso.

La violinista espera por mí, no me queda de otra que aceptar ir con ella. Es complicado conseguir tiempo a solas, no es como antes que podía pasarme varios días sin salir de casa. Soy una ermitaña, amo serlo, pero ahora Henrik no me permite ni quedarme encerrada por varias horas en la habitación.

La Melodía de Cristal 1 - AllegrettoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora