Capítulo 27

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"¿En dónde has estado todo el día?"

"Con Louis." Le respondí algo seca. Hizo una mueca de desagrado. Sus labios se torcieron hacia un lado.

"¿Por qué no viniste con nosotros?"

"¿Soy yo la que no fui?" Negué rotundamente, mientras rodaba mis ojos.

"¿A qué te refieres?"

"Harry, estabas muy concentrado en ella, no sabías que estaba ahí presente."

"¿Qué hablamos sobre los celos?"

"¡Pero no son celos, Harry! Es amistad, y sabes que nunca te dejaría a un lado por Louis. Pero al parecer tu eres diferente." Avanzé a caminar para no poder seguir hablándole.

"Tú no estabas."

"Harry, te estaba preguntando y tu solo me negabas. No me hacías caso."

"¡Lo lamento! Lo lamento Polly, ¿si? Es la primera chica a la que enserio quiero conquistar y creo que funciona."

"Ya no importa." trate de olvidar todo lo que Harry me había hecho y dicho. Bueno, aunque no me había hablado en lo absoluto hoy. "¿Qué harás hoy?"

"Dormiré, estoy muy cansado."

"¿De qué?"

"En verdad no lo sé, pero me siento así." Mi cabeza se mueve de arriba hacia abajo, tan perezosamente como siempre. Hoy no había sido sin duda uno de mis mejores días.

"¿Qué hay de Louis?"

"Él esta bien, solo tuvo un problema en casa."

"¿Por eso no llegó a clases?"

"Si llegó, solo que después del recreo."

"Ah." Soltó un suspiro, mientras yo me centraba en la puerta de madera gigante. Harry se había percatado, dejándome ver como sus rulos se movían por la brisa. "Ya te vas."

"Tengo que hacer tareas, adiós Harry. " Se acercó hacia mi, plantándome un beso en mi mejilla. Agarró mi mano sobre la suya, algo helada. Me miraba tiernamente, dejando penas dentro de mi. ¿era enserio tan duro? ¿no poder pensar que algún día estaríamos juntos? Deseando eso desde hace dos malditos años, ¿y no obtener nada? Ay, que suerte la mía.

<<Hey amiga, te estas ganando a Louis>> Mi mente me habla y me recuerda.

Me suelto de su agarre, le doy una sonrisa amplia e ingreso a mi casa. Mamá estaba dentro de la cocina, ya que oí su voz. Me dirigí hacia allá, en donde las encontré. Mamá estaba preparando almuerzo y Rosa lavaba platos. Las dos sonrieron al verme. Dejé mi mochila sobre la silla del comedor.

"¿Qué tal tu día, hija?"

"Muy bien, mama." Tomé asiento. Me sentía algo decepcionada y a la misma vez feliz. Pero con lo que acababa de pensar y de ocurrir con Harry . . .¿Qué puedo decir? Harry me cambia a la totalidad. Pero ¿Por qué? ¿No se supone que eso debería ocurrirme con Louis? ¿Acaso estoy en la etapa de las interrogaciones masivas?

"¿En qué piensas, preciosa?"

"En nada." Le respondí a Rosa. Me miraba algo confusa. Tal vez mi rostro no expresaba lo necesario como para que llegara a estar segura con mi respuesta inexacta. Mamá volteó a sonreírme.

"Estaré en mi habitación, iré a descansar." Asentí. Rosa colocó delante de mi, un plato servido de vegetales y pollo. No tenía mucha hambre, a decir verdad. Todo en mi estomago había dado vuelta, causándome ganas de solo vomitar. La señora a mi costado se percató de mi falta de habla y poca hambre. Se sentó al lado mío, mirándome fija.

"¿Qué es lo que ocurre, Poll?"

"Nada, nada."

"Yo sé que te pasa algo, a mí no me lo vas a negar porque te conozco desde muy pequeña." Callé. Traté de realzar las palabras que prontamente le diría a Rosa, no sería fácil zafarse de sus preguntas auténticas. Antes de arrancar, di un largo suspiro. Este sería un largo día.

"¿Nunca te ha pasado, en que te gusta alguien, y a la misma vez no?"

"A todo el mundo le ha pasado eso."

"Pues, supongo que yo pertenezco a ese ''todo el mundo''." Frené un instante. Ella me contemplaba distante y concentrada en las palabras que salían duramente por mis labios. Asentía de forma rápida para que pudiera proseguir, aunque sinceramente no deseaba hacerlo. ¿se siente tan mal guardarse los secretos? ¿o es mejor desahogarse? Tenía ganas de no hablar mas, y tan solo dejarlo en ese punto. "Solo quiero ir al grano."

"Pues ve, no pido que me expliques mucho."

"Estoy enamorada, pero . . ." Tomé un mechon de mi cabello y me lo jalé delicadamente en forma de desesperación por mi falta de sabiduría en mi personalidad. "¡Pero no!"

"¿De quien?"

"Hay un chico, llamado Louis."

"¿El de ojos azules?" Asentía. "Es muy lindo, y además se ve que te quiere."

"Yo lo quiero, pero siempre debe interponerse alguien mas." Pasé duramente mis manos por mi rostro, ya sacada de mis casillas.

"¿Y quien es el otro?" Me detuve para pensarlo. ¿le diría que Harry? Esperen. ¿enserio, realmente estoy enamorada de Harry? <<Si, por eso sufres, ¿No?>>

"H-Harry." Su rostro se formo en un opacado asombrado. Me miraba consoladamente. Agaché mi cabeza, sintiéndome decepcionada.

"¿El cachetes? ¿Él te gusta?"

"Desde siempre, hasta que apareció Louis. Y desde entonces, todo cambió. "

"¿Y qué problema hay en eso?"

"Rosa, yo sigo creyendo que algo pasa . . . pero es imposible. Harry lo niega, haciendo que lo haga yo también. Con Harry ya nada funciona, ni nuestro amor, ni nuestra amistad."

"Pero si han sido amigos desde hace años." Muerdo la parte interior de mi mejilla, tan nerviosa como volar por primera vez en un avión.

"Lo sé."

"¿A qué quieres llegar con eso?"

"Que Harry y yo solo seamos amigos, pero no es posible. Pasan cosas fuera de lo común, como si él y yo sintiéramos la necesidad de estar cerca o ponernos en un juego."

"¿Juego? "

"El juego de los celos. Hoy Harry no me habló en todo el dia, porque estaba con la chica que le gustaba."

"Ah, pequeña, pasar por estas etapas duele, ¿sabes?"

"Y a mi me afecta mas que a él, de alguna forma debo parar de pensar en él."

"¿Qué puedes hacer para dejar de pensar en Harry?"

"Louis."

***

Agarré mi inhalador y salí discretamente de mi casa, cerrando con suma delicadeza. El aire al instante chocó contra mi piel, causándome un frío dentro de mi. Olvidé de nuevo traer mi casaca, pero sería una carga extra.

Llegué hasta su casa hasta que estuve en frente de su puerta gigante de madera blanca. Toqué el timbre que se asomaba.

Había esperado unos diez minutos tocando. Definitivamente no estaban en casa. ¿entonces, en donde? Pensé que Louis nunca salía, sin saber razones aun. Me di la vuelta, para pasar la dirección hacia mi casa. Entonces fue cuando vi a su mama y a él bajarse de un taxi amarillo. Estuve a punto de acercarme para saludarlos, hasta que algo me impactó.

Los ojos de su madre estaban sumamente rojos. Los de Louis no estaban tanto, casi no se notaba. Sonrió al verme, y se acercó para darme un abrazo. No había pronunciado palabras. Alcé mi vista hacia su mama, quien traía en su rostro suma decepción. ¿Qué había ocurrido con ellos?

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