Capitulo 44

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Bajé del auto entusiasmada al encontrar en frente la tienda repleta de animales. Gatos, periquitos, hamsters, conejos y perros. Los zapatos de taco alto no me permitían correr bien, mi corazón saltaba alegre. Louis venía tratando de alcanzarme tras mío. Traía una sonrisa enorme en mi cara, demostrando cuanto deseaba tener una mascota.

"Hey, amor, aguarda." Se escucho la voz de el ojiazul por detras. De un empujón abrí la puerta de la tienda. El olor a animales inundo mis sentidos. Una señora de ojos caramelo y vestida con una remera que decia: "Pet shop" se acerco hacia mi.

"Buenos días señorita."

"Buenos dias." Respondí. Salió de mi vista para atender a otro señor. Louis entro despues y se acercó hacia mi.

"Antes que nada ¿Perro o gato?"

"Perro." Lo mire fulminante y soltó una carcajada. Él sabia que no me agradaban los gatos para nada. Rodee mis ojos y me dirigí hacia la vitrina que se encontraba en la parte del fondo. Habían cantidades de razas de perros.

"Hola." La voz de un chico me sorprendió. Voltee mi cuerpo hacia su dirección. Cabello rubio, ojos grises y sonrisa de ken. Mi lengua se travó, por lo que solo le salude con un gesto de mano. "¿Buscas algo en especial?"

"Un cachorro."

"¿Raza? "

"Aun no lo se."

"Si deseas puedo enseñarte todos los que tenemos."

"Gracias, llamaré a mi novio." Su sonrisa se borró y salí riendo de la escena hacia en donde estaba Louis. Estaba viendo un hamster diminuto puesto de rodillas.Lo abracé por la espalda.

"El chico de allá trataba de coquetearme." Abrió sus ojos de de forma inmediata y se levantó furioso.

"¿Quién?"Cuestionó mirando a cada persona que atendía en la tienda. Para mi mala suerte, logró encontrarlo. Fui muy mala al decirle :«llamare a mi novio» sabiendo que trataba de establecer relación conmigo."¿Es el de cabello rubio?"

"No." Mentí. Ya no era de mucha importancia. "Ya no esta."

Louis cogió de mi mano y me llevo hacia el fondo, de nuevo. El chico me miraba sin cesar y mis ganas de reír no faltaban.

"¿En donde esta?"

"Louis, se supone que vendríamos por un cachorro." Sus músculos tensos se relajaron y su cabeza asintió dudoso. Mis manos acariciaron sus brazos y formé una sonrisa. "Ya olvidalo."

"De acuerdo." Di unos pequeños pasos hacia las vitrinas. Comencé a observar desde la primera puertita. Habia un Beagle, muy lindo. Leí la informacion que traia pegada fuera:

Origen Inglaterra

Es un animal de baja estatura pero muy activo.

Era de color cafe, blanco y negro. Su carita era chica y muy bella, pero no se podía ver debido a que estaba dormido. Lo tomaría en cuenta.

Me moví hacia la derecha en busca de otro mas. Era un hermoso Pastor Aleman. Habían dos, en verdad. Uno jugaba con el otro de manera divertida.

Origen Alemania

Animal deportivo y de suma protección. Ayuda en trabajos de pastoreo. Era hembra, segun decia. Tambien la tomaría en cuenta.

Pase al tercero.

Mis ojos se asombraron de la belleza que habia en este. Un labrador hermoso jugaba con una gallina parlanchina de jebe. Su boca desgarraba el pobre juguete desgastado. Cuando de percató de mi prescencia se quedo mirandome por un momento, luego empezó a ladrar.

Origen Inglaterra

Animal de compañia y muy servidor en el hogar.

Su pelaje era de un tono dorado y perseguia su colita. Estaba enamorada de ese cachorro. Y sin duda lo quería en mis manos. Una niñita de por atrás se apareció a verlo jugar tambien, mientras le decia a su mama que lo quería comprar.

"Yo lo quiero."

"¿Estás segura, Susie?" Mi cuerpo se dio la vuelta completa al oír esa pregunta inesperada. La mamá le iba a comprar a su hija el perrito hermoso. Me enojé.

"Escúcheme anciana, no se le ocurra comprar ese." Señale al doradito. "Es mío." Pare de hablar y reacomode mis palabras."En realidad no, pero ahorita lo iré a comprar."

La mujer de anteojos se quedó sorprendida ante mi bulgar señalización. Fruncía el ceño de manera expectante al igual que su hija o nieta. Las dos traían rostro de pocos amigos.

"Lo lamento." Sonreí tímidamente y salí disparada hacia en donde estaba Louis. Él admiraba a un hermoso Bulldog de ojos caramelo. Era gordito y arrugadito.

"¿Te agrada?"

"Mucho." Respondí. Si llegaría a enterarse de esto reiría y luego tal vez me diría que estuvo mal. El perrito tenia una colita de gusanito y era casi imposible hacerse notar su rostro debido a la cantidad de arrugas sobre todo su cuerpo. "Pero necesitas ver al mio."

"¿Tuyo?" Asentí ligeramente con mi cabeza. Lo lleve de la mano hacia en donde estaba el pequeño dorado jugando aún. Louis al mirarlo puso una cara de idiota enamorado. Sus orejitas un poco caídas, pelaje reluciente, y hermoso/perfecto rostro. En definitiva iba a ser nuestro. "Es hermoso."

"Lo amo Lou, ¿lo llevamos?" Empezó a ladrar de nuevo. Era muy tierno verlo jugar solito y pelearse con su cola.

"Sólo te permito amarme a mi, pero ya que este va a ser nuestro . . ." Reí. Me cogió de la mano hacia el chico rubio. Se quedó mirandome de reojo por ratos, pero me causaba gracia. Es como pensar ¿Él mejor que Louis? ¿Es acaso algun tipo de chiste? Louis le hablaba sobre las precausiones que debiamos tomar en razón al cachorro y lo que debíamos hacer o como alimentar. "Queremos al Labrador de allá."

"Bien." El llamado «Fred» según decía el pequeño cartelito de metal sobre su chaqueta logró divisar al pequeño y salió de la escena para sacarlo.

"¿Como lograste hallarlo?"

"Sentí un tipo de conexion con él, digo." Alcé los hombros. Algunos dicen que las mascotas se parecen mucho a los dueños, por lo que no me molestaría que me dijeran que me parezco a mi cachorro. Es hermoso. Fred venía con el precioso animal entre sus brazos. Se veía tan abrazable y besable que moriría de ternura.

"Su nombre es Max y es el único de su raza en la tienda." Asentí sin interés a lo que decía el chico. Toqué su pelaje con cariño y sacaba su lengua para lamer mi muñeca. A Louis le fascinó el animalito.

"Lo llevaré."

***

"Mira su rostro, ¿lo ves?" Cargué a Max en mis brazos y le enseñé a Lou. Él rió asintiendo mientras el cachorrito movía sus patitas en el aire por recostarse en el pecho de mi novio. Se lo dejé encima y empezó a lamerle la cara. "Es hermoso."

"Y por eso es nuestro." El chiquito ladraba con un tono menor, aún era un bebe. "¿Que haras en la tarde?"

"Estaba pensando en . . ." Hice una mueca disgustada con mis labios "Ir a visitar a mi padre."

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