Capitulo 38

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Cogió mi mano, para luego salir de casa. Me sentía sumamente nerviosa, tenía que presentarme correctamente ante la familia de mi novio. Vi un Bentley negro estacionado fuera. Me abrió la puerta cortésmente. Yo me deslicé hacia el asiento de al lado del conductor, en donde seguido se sentaría Louis. Y asi fue. Se sentó y encendió la radio. Puso bajo volumen, escuchandose de fondo la cancion ''Angel'' de Robbie Williams. Encendió el motor, pero no arrancaba. El auto se había encontrado en reposo por mucho tiempo, por lo que se necesitaba cargar el motor, para que no suceda algún accidente. No me cansaba mirar a Lou, se veía muy atractivo. El saco color negro le sentía perfectamente. No había como él.

"Tengo que decirte algo." Su voz me sacó de mis pensamientos. Voltee a mirarlo, frunciendo el seño. Mis ojos se posaron sobre los suyos.Por un momento se quedó callado. "Tus ojos azules me hipnotizan."

Reí.

"Dime."

" Mi madre pensó, que sería buena idea comprarme un departamento."

"¿Para ti?" Asintió. "¿Por qué ?¿ no te quiere en casa?"

"No." Respondió carcajeando. Echó su cabeza hacia atras, recostandola sobre el asiento. "Tía Alice se quedará en casa por dos años."

"Hm."

"Y ocuparé mucho espacio. Fue también mi idea."

"¿Quieres mudarte de tu casa?"

"Estar solo no es malo." Dijo con un alce de hombros. Removí mi cabeza de arriba hacia abajo. Mi mirada se posó sobre los zapatos, los cuales me dolían sin cesar. "Es mas, tu podrias venir cuando quieras."

"Entonces no esta nada mal." Reconocí sin pensar. Él nego divertidamente, nunca se me había ocurrido estar a solas con Louis, en su apartamento. Siempre había alguien en casa. En la mía no, pero Rosa de vez en cuando se queda a dormir. ¿Que pasaría estando en un departamento Louis y yo? Se me vinieron cualquier tipo de preguntas a la cabeza. Las ignoré por completo.

"Hablaremos de eso hoy." Colocó su pie sobre el pedal, arrancando suavemente hacia su casa.

***

<<Fuera nervios, Poll.>> Habíamos llegado. Louis estacionó el auto fuera de su casa. En esos lugares la seguridad aguardaba siempre. Coloqué mi mano sobre la manija del auto, pero el chico a mi costado hizo un sonido agudo con su garganta.

"Déjame abrirte." Sonreí. Bajó del auto, mientras lo recorría dandose la vuelta por atrás. Llegó a mi puerta, la cual la abrió con cuidado. Bajé delicadamente, para no poder tropezar con los tacos.Me sujeté del brazo de Louis.

"Gracias."

"De nada, amor." Besó mi mejilla. Entrelazó mi mano en la suya, para luego caminar hacia la entrada de su casa. Tocó el timbre. Respiré profundamente.

"Tranquila nena, no son mounstros."

"Lo se, Lou."Fije mi mirada en la puerta principal. La madera aun no se movia, y esperaba realmente que se congelara el tiempo. Claramente, eso no pasaria. " A menos de que sean alliens de otro planeta y vienes a secuestrarme." Louis empezó a reír.

"Siempre he querido a una chica como tú." Se escucho una voz por adentro de la casa. No era la mama de Louis, porque esa no era su voz. Tía Alice. Se abrió la puerta.

"¡Louis!" La señora se abalanzó sobre el cuerpo del chico. El olor a pasta inundo mis sentidos, provenía de la cocina.

"Hola tia." Se separo de él, y la pude ver mejor. Traía un vestido crema entero, hasta las rodillas, un collar de oro, y tacos finos. Era una persona muy regia, ojos azules iguales a los de mi chico. Se quedó mirandome por un rato. La vergüenza se apoderó de mis mejillas. Sonrei forzadamente. "Ella es Polly, tía."

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