Capitulo 50

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Besé su mejilla izquierda de una forma angelical y delicada. Sentir su rasposa mejilla chocar contra mis labios era sensacional, si lo preguntan. El olor a Darkness Horse que se habia colocado se expandio como lava por mis fosas nasales, inunando mi sentido del olfato. Louis llevaba una semana completa hospedado en el hospital, y yo todos los días  venía a ver su estado. También venian sus padres y hermanas, pero no aguardaban tanto tiempo como yo.

"Gracias por cuidar a mi hijo, preciosa." La señora Tomlinson repetía esa frase la mayoría de veces, y era como un halago hacia mi. Asentía de manera educada y luego la veía marcharse junto con las demas personas de su familia.

Aprovechaba las vacaciones, ya que en el nuevo escolar las clases comenzaban en un mes y medio a lo máximo. Verlo recostado entre las sábanas sin poder hacer algun tipo de fuerza extrema era triste. Lo único que hacía era desayunar, almorzar, cenar, ver la televisión, dialogar conmigo y besarme. Le habían prohibido hacer fuerza, por que la enfermedad se almacenaba justo en la ernia.

No habían afirmado su muerte expecional, lo que me tuvo llorando toda la semana entera esperanzada a que pueda recuperarse y formar la hermosa familia que siempre habíamos esperado y soñado. Aún tengo un dolor en el pecho que no me permite tomar la idea de apartarme de Louis, es difícil para mi poder creerlo.

Llegó un dia el doctor, diciendo que lo iban a operar cierto tiempo. Si Louis salía bien de esa operación, podía continuar justo como se encontraba antes. Pero si no, pues . . . creo que sería su ida. Negué descartando esa idea de mi cerebro y volví a recapitular. Louis carraspeó su garganta haciendome girar.

Su mirada de niño infantil y el brillo radiante de sus ojos era sumamente indescriptible. Hermoso como un pedazo de cielo barado cerca del río.

"Me operaran el sábado." Di un suspiro ligero, sin embargo, preocupado. Mis manos sudaban nerviosas y el calor corria por dentro de las mangas de mi blusa irritante. "¿Lo sabías?"

"Uh-hu." Hice en forma de afirmación."Tengo miedo, Louis." Coloqué mi mano en la parte trasera de mi cuello, sobándolo de una forma histérica.

"Yo tambien." Caminaba por toda la habitación del hospital inquieta. A decir verdad, yo me sentía peor que Louis, a quien iban a operar. "Pero solo debemos pensar en que todo saldrá bien."

Asentí no tan segura. Tomé asiento en la mini camilla de al lado y cerré mis parpados por un instante. Me sentia cansada de tanto pensar y todos los problemas que he pasado. Sin duda no era el instante preciso para ponerme a llorar, debía ser fuerte. O como había dicho Louis, pensar que todo saldrá bien.

"Hey, tranquila." Di una prolongada mirada a mi novio, quien estaba alzando una ceja hacia mi. Reí por un momento, y luego me di cuenta de cuanto lo amaba. Si en verdad lo perdía, iba a llorar hasta quedar seca, por dentro como por fuera. Hasta podría causarme la muerte de tanta tristeza que sufriría. "Oye, ven acá."

Hice caso a Lou y me acerqué hacia él. Se arrimó un poco de su camilla, luego palmeó para que me acostace a su lado. Coloqué mi cuerpo sobre el mueble y me recoste con suavidad, tratando de no hacer daño a Louis. Me abrazo por la espalda, posicionando su menton sobre por mi cuello. Sentía su respiración moderada chocar contra mi cuello, causandome electricidad. Apartó un mechón de cabello que se resbalaba por mi nuca y besó toda esa parte, causandome cosquillas. Di una risita de niña pequeña y me rasqué en donde Louis había besado.

"Hm. . . "

Chillé con fuerza. Me removí sobre la cama y sentí las piernas de el muchacho rozar junto con las mías. Llevaba tan solo unos shorts, claramente no muy cortos y una blusa de cruz.

"Voltéate, Polly." Giré mi cuerpo justo como lo había indicado y quedé en frente de Louis. Sus ojos penetrantes me hechizaron por completo. ¿Como es que podría vivir sin ellos? Él sonrió agradable y besó la punta de mi nariz. "Hablemos."

"¿Sobre qué?"

"No lo se, de Max." Sonreí al escuchar el nombre de nuestro cachorro. "En caso de que algo ocurra conmigo, quiero que lo cuides."

Mi corazón dejo de latir por segundos tenebrosos. Mi mente se puso alterada al pensar en el caso delicado de Louis. No iba a dejar caer lagrimas hoy, por lo menos no lo había tratado en el transcurso del día, hasta ahora. Les había contado a mama y papa sobre su enfermedad, estaban muy apenados. El martes pasado vinieron conmigo a visitarlo, Louis se contentó mucho.

"Yo lo cuidaré." Baje mi mirada debilitada.

"Genial." Pronunció con su boca media pegada, luego pestañeó varias veces y cerro sus párpados. Louis había estado todo el dia pendiente de mi acá, por lo que tal vez tendría sueño. Su rostro parecia cansado por fuera y alegre, pero quien sabe como se sentiría por dentro. Destrozado y apenado por su enfermedad. Su mano acariciaba mi cintura, me relajaba su toque. "Te quiero yo, y tu a mi." Cantó a penas la cancion muy conocida de Barnie. Sonreí.

"Somos una familia feliz."

"Con un fuerte abrazo y un beso te diré." Su voz era ronca y aniñada.

"Mi cariño yo te doy." Entoné yo y rei. Louis sonreía, se acerco a mi y me dio un beso ligero sobre mis labios. "¿Te gustó?"

"Mucho." Quedamos en un largo silencio, todo menos incómodo. Me sentía tan bien estando al lado de Louis, que siempre que callamos parece que hubiera tan solo una persona soñando el mismo cuento de hadas.

"Hm. . . Poll"

"¿Si?"

"Yo, te quiero dar algo especial."

"¿En serio?"

"Princesa, pueda ser que no me salve de la operación, pero a la misma vez si." Las ganas de llorar volvieron a mi, Ahora mi respiración se encontraba acelerada. "Y si es que no, quiero darte algo para que nunca te olvides de mi."

"No lo haría ni aunque quisiera." Dije con voz entre cortada. Mi mirada perdida y labios resecos de el miedo que corría como maratón.

"Es algo muy especial." Asenti complacida. Él se removió para sacar un objeto pequeño dentro del bolsillo trasero de su pantalon crema. Era una cajita blanca, en donde seguramente traia un objeto importante, justo como me lo había descrito. "Abrela."

Cogí entre mis manos la pequeña cosa y lentamente abri paso a la vista del objeto. Me sorprendí por la bella joya que traía dentro. Era un collar de plata.

"Aun falta." Fruncí el seño divertida. Levanté el algodón que había debajo, dejando ver un hermoso dije. Era uno de plata al igual que el collar, se describía como un círculo, y por adentro llevaba la letra <<L>> "Es la
letra que representa mi nombre."

Louis cogió las joyas, colocó el dije justo dentro de la cadena y me la mostró. Saque mi cabello de mi cuello, dejando que me la pusiera. Mi mirada bajó  hacia el hermoso objeto, admirándolo como boba. Sin que me importara el estado de Louis, me tiré con cuidado encima de él y le di un tierno beso de gracias. Mi cuerpo se abrazaba al de él como si nunca lo quisiera dejar ir. Jamas.

"No me olvides."

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