Venganza *Percy Jackson*

Percy Jackson vendedor de abrazos

Quando el perro del infierno se hubo ido me di la vuelta hacia todos los campistas, algunos tenían una expresión de asombro, terror, envidia o incluso admiración pero había una que predominaba en todos los campistas, miedo, de los más jóvenes a los más viejos, incluso Quirón y los de la profecía de los 7 tenían cara de querer salir corriendo.
-Yo...-no- sabía que decir la rabia se me había passado, estába cansado después de matar a unos 100 monstruos y todo me miraban curiosos por lo que diría- lo siento.
-¿Lo sientes?, ¡bro eso estuvo increíble!- me saco del apuro Jason.
De repente sentí unos brazos rodeándome, inmediatamente supe que eran de Hazel.
-Percy, gracias a dios, estás vivo!- dijo Hazel casi llorando.
-Ella pequeña, hace falta más que un monstruo para matarme.
-Si eso ya a quedado claro- dijo Leo.
Rei por lo bajo hasta que me di cuenta de algo, quando yo me quedé en como Leo estaba muerto.
-Espera, ¡estás vivo!- le dije abrazandolo.
-Eso no te lo tendría que decir yo a ti- río.
-¡¿Porque nos hiciste creer que habías muerto?!- le grité.
Bueno tenía que traer a alguien de una isla abandonada.
Tarde unos segundos en procesar esas, rápidamente solté a Leo y la busque entre toda la gente que aún me observaba.
-Estoy aquí joven héroe- dijo Calipso a mi espalda.
Me giré y la braze todo lo fuerte que pude.
-Te dije que un héroe te sacaría de esa isla- dije feliz por ella.
Alguien tosió falsamente detrás mío, me giré para ver a una Thalía muy enojada, mi primer pensamiento fue correr, me escondi detrás de Leo.
-Perseo Jackson!- dijo, eso es malo- como te atreves a quedarte en coma por más de 6 meses y ni siquiera ir a decirme que estás bien.
Leo salió corriendo, menudo héroe, y me dejó con una Thalía muy cabreada.
Sentí una descarga eléctrica passar por mi cuerpo.
-Eso fue por no decirme, y eso- me dio otra descarga- por sacrificarte.
- Ni siquiera sabes si me sacrifique!
- Vamos eres tú si te passa algo es por haber pensado en la seguridad de otro antes que en la tuya.
Luego me abrazó, estaba seguro de que era bipolar, primero me electrocuta y ahora me abraza.
Thalía se fue dejándome en libertad pero no dudo mucho porque Grover en un segundo estaba encima mío llorando un poco.
-No- vuelvas a hacer eso ¿vale?, Casi me matas del susto y la preocupación.
-Tranquilo chico cabra estoy bien- le dijo cuando me vuelve a abrazar.
-Vamos Grover otros lo queremos saludar también, grito Clarisse desde la multitud.
- También me alegro de verte Clarisse-le dije, sabía que ella no me vendría a abrazar y menos delante de todo el campamento pero vi en sus ojos felicidad al verme por lo que sabía que estaba preocupada por mi.
Piper vino y me abrazó muy fuerte, ¿como tenía tanta fuerza está mujer?.
- Me alegro de que no hayas muerto.
¿Cuántas veces había oído está frase ya?, Miles como mínimo.
- Lo mismo dijo bro- dijo Jason tendiendome la mano.
-Bro- le cogí la mano y tire de el hasta abraçarnos.
Quando lo suelto veo a Frank sonriendome nervioso, voy hacía el y lo abrazo, me responder el abrazó tímidamente, este chico nunca cambia, me encanta.
- Hey- grita la voz de Rachel- ¿y para mí no hay abraço?
- Ven aquí- le dijo riendo, la cojo de la mano y la brazo con todas mis fuerzas.
-¿Contenta?- preguntaba mientras pensaba que si cobrará por todos los abrazos que e dado hoy me haría rico.
- Contentísima- contesta y se va.
Voy hacía Annabeth y le doy un suave pero tierno beso mientras le rodeo la cintura con una mano.
- Jóvenes héroes- llama nuestra atención Quirón al ver que ningún campista tiene la intención de irse- volved a vuestro hora...
No pudo acabar la frase porque 6 destellos aparecieron delante nuestro, me sorprendí al ver que Afrodita, mi Padre, Hestia, Apolo, Hermes y Artemisa sonrieron al verme y pude notar como el sol acalentaba más que hace un momento y vi como la hogera crecia desde lejos.
Todos los campistas nos arrodillamos delante de los dioses.
-¿A que se debe su visita senyores?- pregunto Quirón.
-Tranquilo Quirón no tenemos ninguna misión que dar- dijo Apolo, solté el aire que retenía inconscientemente desde que llegaron los dioses- solo queríamos ver por nuestros propios ojos si era verdad que el joven Perseo había despertado.
Me sorprendí mucho al oír eso pero nadie más pareció sorprenderse.