Venganza *Percy Jackson*

una misión de culebrón

Ir de New York a Venezuela me costó unas cuatro horas, el viaje en si me relajo mucho pues la mayoría se durmieron durante el viaje y tuve tiempo para pensar, pero ojalá hubiera podido dormir como ellos porque durante la misión no podría pegar ojo, no había tiempo, y tendría que estar despierto casi dos días seguidos.

Bueno, para ser sincero pude dormir un poquito al llegar a Venezuela, con el barco llegamos a un pueblo perdido del mundo por lo que tuvimos que coger un tren, el asiento de este fue una maravillosa cama.

-Y ahora qué hacemos? - pregunto Noa, habíamos llegado a una especie de plaza donde había mucha, demasiada gente.

-Tom- llame a Luke, era hora de actuar- protocoló 5

Noa y Leo parecían totalmente confundidos, pero Luke capto rápidamente a que me refería. Los años de entrenamiento con Chronos no habían sido en vano, aparte de hacernos más fuerte habíamos aprendido diferentes protocolos que utilizar en misiones y guerras. No era estúpido, sabía que no teníamos mucho tiempo y no podía ir disimulando delante de Noa que no sabía qué hacer cuando llevaba años preparándome para cualquier situación.

El protocoló 5 era uno de mis favoritos, a decir verdad, servía para casi todos los casos y era relativamente sencillo. Estábamos en un lugar desconocido, sin saber exactamente para que habíamos venido, con poco tiempo y con dos semidioses a los que cuidar, no era precisamente mi misión ideal, pero supongo que no todo es como queremos, en mi caso nada es como quiero.

Luke me asintió con la cabeza y se fue a reconocer el terreno. Me gire hacia nuestros acompañantes.

-Tom ahora volverá- los informe, ninguno sabía bien que pasaba- el protocoló 5 básicamente es que uno de los dos va a por pistas cuando estamos totalmente perdidos y sin saber a dónde ir, depende de las pistas lo que haremos a continuación- intente explicarlo de la forma más clara posible- alguno tiene idea de adónde ir?

- Porque tenéis protocolos? - Noa parecía tan intrigada y sorprendida que no pude evitar sentirme un poco mal por ella, había confiado en mí y era la única que no sabía nada.

- Cuanto tardara? - pregunto al mismo tiempo Leo

-Dale diez minutos- decidí que era mejor responder a Leo.

-Suficiente para hacer una llamada- suspiro complacido- ahora vuelvo.

Él se fue dejándome a solas con Noa, solo faltaba que ella también se fuera y ya seriamos el peor equipo del mundo.

-A quien tiene que llamar? - pregunte, nos habíamos ido del campamento hace unas horas, no había tenido tiempo para echar de menos a alguien.

-Seguramente a Axel, son la típica pareja de estar siempre juntos- le restó importancia Noa- y que quede claro que me he dado cuenta de que no has respondido a mi pregunta, no soy idiota y cuando todo esto acabe más te vale decírmelo todo porque mi confianza ciega tiene un límite y que me caigas bien no significa que puedas hacer cosas rarísimas y no desconfié.

-Eso es una amenaza- alce una ceja

-Es una petición de información- me corrigió Noa- además solo te has quedado con lo malo, te he dicho que me caes bien y tu ni siquiera le has hecho caso.

-Sabía que te caía bien- bromee un poco, me sentía a gusto con ella- yo caigo bien siempre.

-Si claro, pues retiro lo dicho, te odio- me giño un ojo- mira allí viene Leo.

Mire donde ella me dijo y observe como, efectivamente Leo estaba viniendo a nuestra dirección, pero lo que llamo mi atención fue el hecho de que se encontraba mirando hacia el suelo, visiblemente distraído pues se chocó con una niña que pasaba e iba moviendo los dedos de su mano, un auto reflejo que sirve para liberar estrés.