―¡Se va casar!― Natasha entro en la habitación de Hill dejándose caer a un lado de ella sobre la cama. ―¡Se va casar!― repitió con la cabeza hundida en la almohada.
― ¿Quien?― María arrugo el ceño.
― Steve― Natasha soltó un hondo suspiro.
― ¿En serio?― La pelinegro se enrollo sobre la cama ― ¿Quien lo ha dicho?
― Mientras trotábamos se detuvo en una tienda de anillos y vio un par de compromiso...dijo que piensa que Carter es la indicada.
― Entonces ve y dile que no es así.
― No es así...de sencillo Hill― la rusa volvió a suspirar.
― Hubiera sido así y más sencillo si alguien hubiera tenido el valor y...
― Lo se― miro a Hill― ya está no es que pueda hacer mucho, además dijo que "su admiradora secreta" era irrelevante.
― Tal vez no lo sea si sabe quien es.
― Tiene una vida con Sharon, Steve es demasiado conservador el hecho de que y venga ahora mismo no quiere decir que vaya a dejar a Carter.
― ¿Que vas hacer?
La pelirroja se encogió de hombros. ― Es probable que no haga nada.
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― Ni digo que este mal que quieras proponerle matrimonio a Sharon pero esperar un poco no está mal― Sam se cruzo de brazos.
― He esperado demasiado Sam― hizo referencia a toda la vida que perdió invernando sin intención en el hielo.
― Lo se amigo y entiendo eso también se que estás seguro de que Sharon es la indicada y esas cosas pero...hablas de matrimonio...
― ¿Que hay de malo en eso?
― Mis padres se casaron jóvenes porque estaban convencidos de que eran el uno para el otro y cuando yo tenía 8 años se separaron a eso me refiero, crees que alguien es el indicado o indicada en tú vida pero...no lo sabes y luego vienen las separaciones y todo termina mal.
Steve medito aquellas palabras, no es que planeaba ir ahora mismo y decirle a Sharon si aceptaba ser su esposa pero lo había pensado mucho y si temía que aquella relación tocara fondo y acabara.
― Piénsalo bien. ― El moreno miro como Rogers asentía.
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Natasha miro la hoja de papel que descansaba sobre su mesa, era evidente que solo podía pensar en Steve y Sharon comprometidos y en sus palabras: "Es irrelevanta" balanceo el bolígrafo sobre sus dedos apoyando después los codos sobre la mesa.
― Cobarde― rodó los ojos molesta con sigo misma.
La ídea de no poder exteriorizar sus sentimientos le fastidiaba y ya le había costado a Steve junto a Sharon y ahora encima planes de boda, sin duda la tenía desanimada. Se levanto de su silla y con su peculiar sigilo coloco la nota en el casillero de Steve, esta vez no tenía ganas de ver como reaccionaría él por ende se marcho.
Poco tiempo después Rogers entro dispuesto a entrenar, se dirigió al casillero como de costumbre y miro el papel sujeto a la puerta lo tomo para darle lectura.
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Las ultimas palabras le dejaron clavado, no sabía quien era aquella chica y era malo para resolver misterios.
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― Quizá debas dejarle una nota también ― Hill miro a Rogers pues había acudido a ella.
― ¿Lo crees?
― Claro. ― Hill se encogió de hombros.
― ¿Como va saber que le he dejado una?
― Sencillo, has dicho que las coloca siempre en tú casillero entonces cuando lo haga otra vez ella verá que hay una nota dirigida hacia su persona.
Rogers torció el gesto, pero aquello sonaba convincente.
Entonces se dispuso a elaborar dicha nota...
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Los ojos de Natasha centellaban ante lo que estaba leyendo:
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Sintió una onda de calor eléctrico y felicidad de saber que Steve quería verle, bueno a la admiradora secreta que era ella, aunque no lo sabía.
―Es tu oportunidad― Hill alzo una ceja ―O ¿Vas a esperar a que se case?
Natasha se pego la hoja de papel contra su pecho, no quería esperar a que Steve atravesará el altar con Sharon colgando de su brazo, pero tampoco quería molestarse en ser herida como tantas veces, Alexis, Bruce...Matt...en fin una serie de "amores" que habían salido muy mal y luego Steve aquel dulce chico de ojos azules que todavía vivia en el pasado por momentos, pero era tan perfecto, tan él era como si le entendiera aunque no se animara a persuadir más haya de una amistad.
― ¿Natasha?
― No sé Hill― Romanoff bufo.
― ¡Por Dios amiga!― Hill rodo los ojos...
― No es así de sencillo...
― Pues haz que sea sencillo.
La rusa se quedo en silencio, tenía que pensar cual sería su siguiente movida.
