42. Un Amor De Ensueño- Primera Parte (Larry Stylinson)-Terminanda

.9.

...—Buenas noches, que descanses—Dijo Louis tapándose con la sábana tras girarse en su cama.

El ojiverde que estaba tumbado en la suya, ojeaba una revista de coches de lujo, entonces levantó la vista y miró hacia la cama contigua pero no dijo nada.

Louis resopló resignado, sabía que Harry estaba muy incómodo por tener que compartir la habitación con él, tan solo esperaba no amanecer muerto.

Cuando Harry se cansó de darle vueltas a las hojas, volvió a mirar hacía la otra cama donde estaba Louis durmiendo panza arriba y con la boca abierta.

—Hasta inconsciente resulta todo un personaje—rió.

El ojiverde iba a apagar la luz pero de repente el ojiazul soltó un pequeño gemido, seguido de un susurro.

—A saber que estará soñando este, conmigo—negó Harry.

Finalmente apagó la luz y se quedó dormido pero una hora después un pequeño golpe lo despertó y rápidamente encendió la lámpara de la mesita.

El ojiazul estaba sentado en el suelo con sus manos agarrando sus rodillas.

—Lou-Louis... ¿q-qué ha-haces ahí?—Susurró Harry para no despertar a los demás.

—No puedo estar en esa cama, él no quiere—respondió el ojiazul.

El ojiverde no entendió nada hasta que Louis levantó su cabeza y lo miró pero sin verlo.

—No le digas a Harry que he dormido en su cama. Él no quiere.... él no... no quiere que este aquí.

Entonces el ojiverde se dio cuenta de que Louis estaba sonámbulo y al parecer él era la causa.

De repente su corazón se estremeció, luego se bajó de la cama y se acercó al ojiazul.

—Anda ven, acuestate o te pondrás malo ahí en el suelo—le susurró cogiéndole del brazo suavemente pues sabía que en ese estado de inconsciencia es fatal si se desperta a la persona bruscamente.

Louis asintió y se levantó, luego Harry le apartó la sábana y esperó a que este se tumbase de nuevo en la cama, finalmente le tapó y después se volvió a la suya.

Estuvo un rato mirándolo por si Louis volvía a levantarse o volvía a decir algo pero no fue así, el ojiverde entonces apagó la luz de nuevo pero ya no pudo dormir nada, no quería reconocerlo pero ver a Louis en ese estado le había impactado mucho.

A la mañana siguiente, Harry se levantó y se duchó rápidamente, luego bajó a la cocina donde su madre hacía unas tostadas y su padre disfrutaba de una taza de café mientras veía las noticias en la tele.

—Buenos días—dijo sentándose a la mesa.

—Buenos días mi cielo, has madrugado, ¿qué tal has dormido?.

El ojiverde dudó si hablarles sobre lo sucedido a sus padres o no durante un buen rato, aunque finalmente decidió no hacerlo pues pensó que quizás era sólo un hecho aislado y además ellos seguro le echarían la culpa de ponerlo en ese estado.

Poco después Gemma y Louis bajaron también y se sentaron a la mesa con los demás.

—¿Qué os parece si hoy vamos a hacer senderismo por el bosque?— preguntó el cabeza de familia.

Louis no respondió, creyó que era mejor mantenerse callado y desayunar tranquilo, para así no escuchar reproches o risas de burla de parte de Gemma y Harry, el cual extrañamente no le había sacado ojo desde que había entrado en la cocina.

—Por mi está bien papi, será divertido—habló Gemma.

—Por mi también—dijo Harry—¿Y tú que dices?—preguntó éste sorprendiendo a los demás al dirigirse al ojiazul.

Louis estaba impactado pues no se esperaba para nada que el ojiverde le hablase y mucho menos pidiendo su opinión.

—Emm... p-por mi está bi-bien también.—contestó nervioso y sintiendo los hermosos ojos verdes de Harry sobre él.

Des dio una palmada.

—Perfecto... pues saldremos en una hora entonces.—Estaba muy animado.

Todos disfrutaron de la naturaleza, caminando por el bosque, luego escalaron a la cima de una pequeña montaña que había y en la cual se sentaron a disfrutar de las maravillosas vistas, mientras se comieron el almuerzo.

Louis sintió la mirada del ojiverde sobre su persona durante todo ese tiempo y la verdad le resultaba muy extraño, tanto que no podía evitar el pensar que estuviese tramando alguna malicia para atormentarlo nuevamente.