El dolor de perderte DRAMIONE

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Draco Malfoy acababa de llegar al aeropuerto y apenas salió del taxi empezó a correr a la zona de embarque. Se disculpaba rápidamente con todo aquel que golpeaba cuando choco frente a frente con una joven. Recogió sus cosas y ayudo a la castaña a levantarse. Esta quito los mechones de su rostro dejando ver sus ojos color chocolate. El rubio se congelo al ver esos ojos y no pudo articular ninguna palabra.

Draco: Pe... perdón. – dijo finalmente.

Hermione: Malfoy. – dijo firme la castaña.

Draco: Con permiso. – agrego para seguir su carrera a donde los empresarios y su amigo, Theodore Nott, se encontraban.

Pero no podía dejar de pensar en esa castaña. Estaba igual a la última vez que la vio hace casi 10 años. Tanto tiempo y seguía igual de hermosa. Draco llego a tiempo junto con el resto de empresarios, pero no dejaba de observar a la castaña. Que ahora se encontraba besando a un joven de su misma edad de pelo azcabache y piel morena. Generando enojo en el interior del rubio, pues ese hombre no tenía derecho de besar a su castaña. Aunque claro ya no era de él, porque la había abandonado.

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Blaise: Bueno niños, que historia quieren. –

Abraxas: Aun no nos cuentas cuando se conocieron. –

Blaise: Bueno... creo que no pueden saber esa aún. –

Scorpius: ¿Porque no? –

Blaise: Pues cuando sus padres se conocieron no fue de la mejor manera. –

Abraxas: ¿Por qué? –

Blaise: Porque ellos se odiaban. –

Scorpius: ¿Por qué? –

Blaise: Dejen de preguntar por qué. –

Abraxas: ¿Por qué? –

Blaise: Les contare la historia si prometen dejar de preguntar por qué. –

Scorpius: Okey. –

Blaise: Ustedes saben que su madre es hija de muggles. Y cuando nosotros teníamos su edad, bueno mucho antes de eso los, sangre pura odiaban a los de sangre... muggle. –

Scorpius: Y les decían sangre sucia. –

Blaise: Si, por eso cuando llegamos a Hogwarts tu padre por ser sangre pura no podía juntarse con una sangre... sucia. Como su madre, pero el primer año él siempre la seguía porque no sabía nada de eso. Se pasaba horas observándola leer en la biblioteca. Pues ambos amaban los libros, pero tu padre empezaba a sentir cosas por tu madre. –

Abraxas: No piensas decirnos el nombre cierto. –

Blaise: Claro que no, Draco me asesinaría. Bueno continuemos. El siguiente año tu padre dejo de ir a la biblioteca. Solo leía en la sala común o en su habitación y yo decidí preguntarle porque no iba en busca de G... de su madre, perdón. El me miro furioso y dijo que no volvería a ver a esa sangre sucia. Entonces entendí de lo que hablaba. Aunque ellos nunca se habían hablado. La primera vez que vi que ellos hablaron fue cuando tu padre entro al equipo de quidditch. Se acababa de cruzar con Harry, Ron y su madre. –

Scorpius: ¿El tío Harry y el tío Ron? –

Blaise: Si... ups, esto se queda acá vale. –

Abraxas: ¿Ellos eran amigos? –

Blaise: Si... continuemos ellos estaban discutiendo y cuando su madre entro a la pelea Draco le dijo sangre sucia. Ella no entendía que era por lo que se mantuvo firme. Pero más tarde tu padre estaba enojado. Empezó a gritar en la habitación y patear todo a su paso. Sabía que era porque la había insultado, pero no podía disculparse, era muy tarde. Desde entonces entre su padre y su madre solo hubieron discusiones. Hasta después de la guerra... ¡Llegamos! –

Scorpius: ¡Que no! Tío debes terminar. –

Blaise: Perdón niños, tendrá que ser otro día. La abuela Molly nos espera. –

Abraxas: ¿Tía Ginny también era su amiga? –

Blaise: Su mejor amiga Abraxas. Pero ya saben ni una palabra a nadie. –

Scorpius: Una pista más a la libreta. Su nombre empieza con G y era amiga de tío Harry tío Ron y tía Ginny. –

Abraxas: Cada vez estamos más cerca Scorp. –

Molly: ¡Niños! Deben morir de hambre pasen estábamos por cenar. –

Ginny: ¡Blaise! –

Blaise: Hola amo... - pero no pudo terminar porque la pelirroja le había lanzado tremenda cachetada. – Que hice ahora? – dijo sobándose la mejilla.

Ginny: Te llevaste a Molly sin decirme. –

Blaise: La verdad es que ella se coló en el auto no lo note hasta que llegue a casa de Draco. –

Ginny: mi pequeña- dijo tomando en brazos a la niña. –Vas a dormir en el sillón Zabini estas avisado. –

Blaise: Pero... -

Scorpius: Tío si eso te pasa por llevarte a Molly que pasara si se enteran de las histo... - en eso el moreno le cubrió la boca.

Blaise: Me castra... ahora vallan a cenar y no digan nada. –

Los pequeños rubios entraron corriendo a la madriguera a saludar al abuelo Arthur y a sus tíos Fred y George. La madriguera también se había agrandado un poco luego de la guerra por lo q había suficiente espacio para todos en el comedor. Todos comían gustosamente los platos preparados por Molly. Los Weasley Greengrass y Los Zabini Weasley se habían decidido mudar, pero todas las noches se juntaban a cenar.

Luego de terminar Hogwarts y cumplir los 18 años de edad Blaise Zabini heredo toda la fortuna de su padre. Invirtió gran parte en las empresas de su amigo Draco Malfoy. Más tarde se comprometió con Ginevra Weasley. Quien no acepto vivir en la mansión Zabini por lo que Blaise no tuvo más opción que construir una nueva casa, pequeña y simple. Y lo mejor de todo justo detrás de la madriguera. Pues Ron le gano tomando la propiedad junto a esta. Ser auror le hizo ganar mucho dinero, en especial siendo la imagen junto a Harry de muchas empresas. Por lo que la economía de los Weasley mejoro muy rápido. Y todo el lugar estaba lleno de mini Weasleys por lo que Molly estaba feliz pues todos estaban cerca. En especial siendo como una abuela de todos y la segunda madre de muchos. Por lo que los Potter, los Nott y los Malfoy también eran parte de la familia. 

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Bueno si en esta historia Fred no muere, solo el perdon pero no podia salvar a todos. 

Voten y Comenten acepto ideas. 

Amy Lovegood