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Harry: Solo debes de ir a la casa. Una vez que liberen a los niños un grupo de aurores aparecerá y te rescatara. –

Draco: Ten cuidado. –

Ron: ¿Esta lista? –

Theo: Potter te juro que si le pasa algo a mi hermana te mato. –

Hermione: No va a pasarme nada. –

Harry: Aquí está tu escoba. No te saques la tobillera o no te encontraremos en caso que algo salga mal. –

Draco: Y tu varita. Escóndela. –

Hermione: Bien, será algo rápido y seguro. Los veo en 10. -

Y la castaña salió en la escoba rumbo al lugar que le habían indicado. Cuando llego observo a Lucas observándola desde la entrada. Bajo de la escoba y camino firme a donde se encontraba el.

Lucas: Espera. – dijo el joven acercándose a ella. – Como sé que no es una trampa? –

Hermione: ¿Cómo quieres que lo pruebe? –

*Harry: Ten cuidado*

Lucas: ¿Traes tu varita contigo? –

Hermione: ¿Debería? - *Harry: Pregúntale por los niños* -Déjate de rodeos Lucas. ¿Dónde están los niños? –

Lucas: Tú debes venir conmigo. Los niños podrán irse una vez que nosotros estemos lejos. –

*Harry: Ese no era el trato. *

Hermione: Ese no era el trato. –

Lucas: Entonces no veras a los niños. – se dio media vuelta y estaba por entrar a la casa cuando la joven lo detuvo.

*Harry: ¡Que no se vaya! *

Hermione: Espera... Iré contigo, pero saca a los niños primero. –

*Harry: ¡No que haces! *

Lucas: De acuerdo. Pero si esto es una trampa te costara caro Hermione. –

*Harry: No te pienso dejar ir con él*

Hermione: Estaré bien no se preocupen. -

Lucas: Bien aquí están los tres niños. –

Albus: ¡Tía Hermione! – grito el pequeño, que había empezado a agarrar confianza con la joven.

Hermione: Déjalos irse y me iré contigo. –

*Harry: ¡No vayas! *

Lucas: Primero nos iremos. Una vez que estemos lejos ellos serán liberados. –

Hermione: De acuerdo. –

Lucas tomo de la mano a Hermione y juntos desaparecieron dejando a los tres pequeños en medio del bosque. Casi al instante un grupo de aurores junto con Draco aparecieron en el lugar. El rubio corrió hasta donde estaban sus hijos y los desato sin pensarlo. Al igual que Harry con Albus.

Albus: Papa perdón. –

Harry: ¿Por qué? –

Albus: Debí de haberte dicho sobre lo que el collar y no haberte dado uno falso. –

Harry: Ya paso. –

Draco: Lo bueno es que ahora están a salvo. –

Abraxas: Scorpius no tanto. –

Draco: ¿Qué pasa? Scorp estas bien? –

Scorpius: Yo... no... - y el rubio cayo desmayado en los brazos de su padre.

Draco: ¡Debemos volver al castillo ahora! –

Harry: Ve tu yo llevare a Abraxas y Albus. –

Draco Malfoy no se había vuelto a alterar desde la vez en la que ambos de sus hijos casi mueren de fiebre. Corrió por los pasillos directo a la enfermería con Scorpius en brazos. Sentía como el pequeño temblaba entre sus brazos y lo único que podía hacer era desesperarse aún más. Llego a la enfermería y empezó a gritar ayuda. Al instante la enfermera Pomfrey apareció y le dijo que pusiera al pequeño sobre la cama. Lugo lo saco del lugar para que pudiera trabajar. El rubio espero afuera. Caminaba de un lado a otro y no sabía qué hacer.

Abraxas: ¡Papa! – escucho de pronto.

Draco: Abraxas... - respondió arrodillándose para abrazar a su hijo.

Albus: ¿Dónde está Scorpius? – pregunto el pelinegro observando la escena.

Draco: Adentro. ¿Abraxas que paso cuando estaban encerrados? –

Abraxas: No es la primera vez que eso sucede, si es lo que te preguntabas. Pero siempre se levantaba y gritaba el nombre de alguno de nosotros y volvía a dormir. Hasta que una vez se levantó y vio a Al y por primera vez dijo algo luego de levantarse.

Draco: ¿Que dijo?

Albus: Empezó a gritar. Dijo que yo debía irme... Y que íbamos a morir, que todos iban a morir. –

Abraxas: ¿Él va a estar bien? –

Draco: Si... no te preocupes. –

*.....*

Hermione: ¿Dónde estamos? –

Lucas: Me sorprende que no reconozcas el lugar Herms. –

Hermione: Lucas esto no era el trato. –

Lucas: Tienes razón. Ven debes saber algo primero. –

Hermione siguió a Lucas por un largo pasillo. Había fotos de dos bebes colgados en la pared. Y conforme avanzabas se veía que iban creciendo. Una vez que llegaron al final del pasillo había tres puertas. Lucas abrió la de la derecha y espero a que Hermione ingresara.

Lucas: Siéntate. –

Hermione: ¿Que es todo esto? –

Pero él no le respondió. Hermione se sentó en el único sofá en medio de la habitación cuando de pronto una imagen apareció en la pared. La imagen cambio y volvió a cambiar. Eran dos bebes. Muy pequeños y castaños. Y había un señor que los tenía en brazos. Pero no se le veía el rostro.

Lucas: No debes reconocer a esos niños. –

Hermione: ¿Quiénes son? –

Lucas: Y decían que una madre nunca olvida a sus hijos. –

Las fotos seguían pasando. Ahora los niños estaban más grandes. Su pelo era más claro y piel tan pálida como la del hombre que estaba junto a ellos.

Lucas: Veras Hermione. Esos dos niños son hijos de Malfoy. –

Hermione: No entiendo nada Lucas. –

Lucas: Claro, como vas a entender si no tienes memoria de eso. –

Hermione: ¿Porque haces esto? –

Lucas: ¡Porque el té los arrebato y quiero que sufras! ¡Qué sufras como yo sufrí! –

Hermione: Lucas no entiendo de que hablas. –

Lucas: ¡Tu no lo recuerdas! –

Hermione: ¡Que debo recordar! –

Lucas: ¡A ellos! –

Hermione: ¡¿Por qué?! –

Lucas: ¡PORQUE SON TUS HIJOS! –

El dolor de perderte DRAMIONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora