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El lugar estaba helado. Tenían cadenas en las manos y en los pies. No era un lugar muy grande, pero era suficiente para que cada uno esté en un extremo muriendo de frio. Scorpius tenía marcas de lágrimas en sus mejillas. Su respiración era lenta, pero era por el hecho de que se había quedado dormido. Mientras que Abraxas, él no podía pegar ni un ojo. No quería que ese hombre entrase y les hiciese algo. Tampoco tenía ni la menor idea de que quería. Talvez dinero, su padre tenía mucho al igual que muchos enemigos. De seguro era uno de ellos. Sabía que los encontrarían. Sus tíos debían de estar buscándolos. Su padre también. Pero habían pasado horas talvez días. No sabía cuánto tiempo. Salvo por el hecho de que moría de hambre. Y sentía que en algún momento se desmayaría. Lo último que había comido era un pequeño chocolate que repartió con su hermano. Y desde entonces no había probado bocado alguno.

Scorpius: Papa... - empezó a susurrar el pequeño mientras despertaba.

Abraxas: ¡Scorp! ¡Scorp despierta! –

Scorpius: ¿Abraxas? Yo... - y entonces Scorpius desmayo.

Abraxas: ¡No Scorpius! ¡Ayuda! ¡Ayuda! ¡Scorpius! SEÑOR PORFAVOR! ¡NO SCORP! ¡Por favor despierta! – entonces la puerta se abrió.

X: ¡Quieres callarte! –

Abraxas: Señor, por favor... mi hermano. – Abraxas contenía las lágrimas, pero sabía que no duraría mucho.

X: Aj maldita sea. Aquamenti. - dijo y un chorro de agua salió de su varita cayéndole a Scorpius que se levantó asustado. El señor salió y volvió minutos después concomida para ambos niños. –Ahora dejen de gritar. – y salió de la habitación golpeando la puerta. Al instante ambos pequeños empezaron a comer desesperadamente.

Scorpius: Abraxas... papa nos va a encontrar... ¿Cierto? –

Abraxas: Si Scorp. Muy pronto iremos a casa. –

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Los aurores no habían encontrado casi nada. Sabían quien se había llevado a ambos pequeños. Pero no tenían rastro de él. Draco no había dormido por más que Hermione había insistido. Harry y Ron habían seguido demasiadas pistas por el momento. Pero todas habían sido falsas. Había folletos con la cara de Lucas por todo el mundo mágico y aurores en cubierto recorriendo el mundo muggle. No podría haber salido de Londres o lo sabrían. Había pasado 1 mes. Y parecía que todo había sido en vano y que los pequeños se habían esfumado. Aquella tarde todos se encontraban en la Malfoy Manor. Tenían archivos y diversos libros esparcidos por toda la biblioteca. Harry y Draco no habían dejado de buscar ni un minuto. Fue entonces que Ron llego.

Ron: ¡Lo tengo! – fueron sus únicas palabras antes de tomar asiento en el sillón junto a sus amigos.

Harry: ¿Que tienes? –

Ron: La cadena que nos dio Albus. Parece que no era nada, pero no es así. El apellido de Lucas es Hound. –

Harry: Y... -

Draco: Nicholas Hound. –

Harry: ¿Quién es él? –

Mike Nott: nuestro peor enemigo. -

Harry: ¿Qué? –

Carla Nott: Siéntense jóvenes. Creemos saber dónde están los pequeños y por qué. –

Theo: Harry y Ron no sé si deban quedarse. Es tu decisión Draco. –

Draco: Ya sé a dónde va esto y es hora de que sepan la verdad. –

Mike: De acuerdo. Empecemos. Nicholas Hound fue un amigo nuestro en Hogwarts. Éramos grandes amigos. Junto con Lucius y Snape. Pero Hound, él no tenía tanta fortuna como la de nuestra familia. No fue hasta sexto año que mostró celos por lo que nosotros teníamos y el no. Ese año Lucius empezó su relación con Cissy tal como sus padres habían acordado. Y yo empecé mi relación con Carla. Pero Nicholas, él tenía tanta envidia y furia acumulada dentro de él. Al año siguiente se le declaro a una chica un año menor. Pero ella no lo acepto. Esa fue la gota que derramo el vaso. Él estaba harto y sabía que nunca podría tener lo que nosotros tuvimos. Fue entonces que se alejó y apenas terminamos la escuela el huyo a Australia. Que era donde vivía su abuela. No supimos nada de él hasta ahora. –

Carla: Nicholas se casó con una tal Elena y tuvieron a Lucas. Y luego de la guerra ellos volvieron esta vez para pedir la mano de Hermione. Debido a que la noticia de que ella era una Nott se había corrido por todo el mundo mágico. Rechazamos su oferta inmediatamente. Nunca conocimos a su hijo y todo empeoro cuando ese mismo año Elena falleció. Supimos que habían vuelto a Australia. Y luego del accidente de Hermione, Lucas apareció. El la llevo a casa cuando le dieron de alta. Y nos dimos cuenta de que Draco había huido con ambos pequeños y Hermione no recordaba nada. –

Draco: Yo nunca rompí ese contrato. Se los juro. –

Mike: lo sabemos. –

Draco: pero ¿cómo? –

Mike: Lucas y su padre querían venganza. Y querían nuestra fortuna. Pero contigo en el camino nunca la tendrían. Y claro sabían sobre el contrato por alguna razón. Así que planearon todo lo que sucedió aquella noche. Y nosotros fuimos unos estúpidos por nunca habernos dado cuenta. –

Draco: Entonces el contrato... -

Mike: Primero recuperemos a mis nietos y luego hablaremos de eso. –

Harry: Bueno entendí algo, pero ¿dónde está Lucas? –

Carla: Nicholas nos contó sobre una pequeña casa en un bosque. Por lo que sabemos es ahí donde vivía. Y es muy probable que es donde estén Abraxas y Scorpius. –

Ron: ¿Cuál es el problema entonces? –

Mike: Que el bosque prohibido es enorme y esa casa debe estar muy oculta. Tardaríamos días buscándola. –

Harry: No si recurrimos a todos nuestros amigos, aurores quien sea que quiera ayudarnos. –

Draco: Hare unas cartas para contactar algunos amigos. Mañana por la mañana empezaremos nuestra búsqueda por todo el bosque. –

Mike: De acuerdo. No tenemos mucho tiempo. Apresúrense. – Harry y Ron salieron del lugar casi de inmediato mientras Draco se quedó a hablar con los Nott.

Draco: Sé que no es el momento, pero... -

Mike: Draco, tu nunca engañaste a mi hija. El contrato que encontramos roto en mi oficina no era el verdadero. Nicholas o Lucas deben de haberlo cambiado para que pareciese real. Pero ahora vamos por tus hijos. –

Draco: Gracias. –

Mike: No hay de qué. - 

El dolor de perderte DRAMIONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora