Lucas: ¡Ginny! Tengo noticias. Parece que tu esposo se está acercando a descubrir donde estamos. Así que nos mudamos. –
El joven entro a la habitación donde se encontraba la pelirroja encadenada y al verla dormida se acercó a abrir las cadenas. La cargo como pudo y al instante Ginny se levantó proporcionándole una patada en su parte baja. Seguido de esto tomo su varita y salió corriendo del lugar. Una vez fuera de lo que parecía ser una casa empezó a recorrer las calles. No tenía ni la menor idea de donde se encontraba. Entonces detuvo a un señor que la intercepto.
Ginny: ¿Disculpe dónde estoy? –
X: En la calle... - pero Ginny lo interrumpió.
Ginny: No. ¿Qué país? –
X: Australia. – respondió y rápidamente se marchó.
Lucas: ¡GINERVA! –
Ginny empezó a correr por las calles sin parar. Una vez que logro ocultarse conjuro un patronus como pudo para mandárselo a Blaise. Si Lucas dijo que se estaban acercando de seguro estaría en Australia. Siguió corriendo unas cuantas calles hasta llegar a un restaurante donde entro gritando que la estaban persiguiendo. Cuando Lucas entro al restaurante todos lo obligaron a salir defendiendo a la pelirroja. Unas horas luego de que la dueña le proporcionara algo de comida y le ofreciese un celular que rechazo Blaise apareció. La pelirroja al verlo corrió a lanzarse en sus brazos. EL moreno pago lo que ella había comido y agradeció a las personas ahí presentes. Cuando salieron Harry y un grupo de aurores los llevaron al ministerio de magia del lugar. Horas más tarde ya habían aparecido en Londres y Ginny estaba feliz de estar en la madriguera con sus padres y sus pequeños.
Mientras tanto en Hogwarts, Hermione y Draco acababan de recibir la noticia de que la pelirroja había aparecido y estaban felices por eso. Pero Scorpius aún no recuperaba la memoria. Habían supuesto que sería un efecto secundario y que se arreglaría con el tiempo, pero no fue así. A Albus le dolía ver al rubio todos los días y no poder besarlo porque no lo recordaba. Claro ahora hablaban y él le contaba sus aventuras y travesuras con todos sus primos. El rubio no dejaba de reír e intentaba recordar algún momento que Albus le mencionaba. Pero nada. Draco no había dejado de contactar a médicos para que le proporcionaran una solución, pero todos decían que en algún momento su memoria volvería a la normalidad.
**
Nicholas: ¡DEJASTE HUIR A LA CHICA! –
Lucas: Tampoco era parte del plan. – respondió mientras tomaba asiento en el sillón frente a su padre.
Nicholas: Aun así, nos podría haber sido útil. –
Lucas: Solo necesitamos a Hermione. –
Nicholas: Sigo sin entender porque accedí a tu plan. –
Lucas: Solo déjalo como esta, aún tengo control sobre su hijo. –
Nicholas: ¿Scorpius? Ese niño nunca te dejara tomar control. –
Lucas: Claro que lo hará. Le di una pocion, no recuerda nada de nada. Sus recuerdos están guardados. –
Nicholas: Y eso que tiene que ver. –
Lucas: Lo voy a engañar y me dará total control sobre él. –
Nicholas: O Lucas, no puedo creer que luego de tanto tiempo aun no sepas nada. –
Lucas: Tu no confías en mí, pero yo tengo el plan perfecto. –
Nicholas: Haz lo que quieras, ya no me importa. Pero si vas a hacer algo yo estoy fuera. –
Lucas: Tampoco te necesito. –
~o~
Scorpius: ¿Quién está ahí? ¿Al eres tú? –
Lucas: Hola Scorpius. –
Scorpius: ¿Quién eres? –
Lucas: Yo, soy Lucas. –
Scorpius: ¿Qué haces aquí? –
Lucas: Pues... soy un doctor. Vengo a revisarte. –
Scorpius: Okey. –
Lucas: Muy bien. – el joven se acercó a la cama donde se encontraba el pequeño y tomo asiento en la silla junto a él.
Scorpius: Entonces, ¿no vas a hacerme preguntas? –
Lucas: Claro. ¿No recuerdas nada cierto? –
Scorpius: No. Solo sé que quien creo que es mi mama no lo es. –
Lucas: Si claro. Scorpius necesito que me permitas entrar en tu mente. –
Scorpius: ¿Y cómo te permito eso? –
Lucas: Solo relájate y yo entrare, no te va a doler. –
Scorpius: De acuerdo. – el pequeño observo a Lucas coger su varita y susurrar algo que no entendió. Y entonces Lucas entro a su mente. Todo era negro. Justo como él sabía que estaría, ahora podría controlar al pequeño.
Luego de eso Lucas desmayo a Scorpius para que creyese que todo había sido un sueño y seguido de esto desapareció del lugar. Justo cuando Draco junto con Hermione entraban a la enfermería. Draco se acercó a sentarse al borde de la cama mientras Hermione tomaba asiento en la silla frente a él.
Hermione: Pronto va a recordarlo todo. – dijo la castaña mientras ponía su mano sobre la del rubio.
Draco: Es solo... tengo miedo de perderlo... - contesto tomando la mano de la castaña.
Hermione: Sé que nunca hablas de la madre de tus hijos, pero... - y el rubio la interrumpió.
Draco: ¿Tienes curiosidad? –
Hermione: No debes contarme si no quieres. –
Draco: Muy pocos saben lo que viví con ella. ¿Cómo explicarlo?... Era la persona capaz de hacerme sentir completo. Me hacía sentir que era yo y con ella nunca fingí ser alguien más. Los primeros años de Hogwarts éramos muy distantes hasta que un día en segundo año entendí que sentía algo por ella. –
Hermione: Suena a que fue muy cliché. –
Draco: No me importa como suene. Lo único que me importaba era ella. A pesar de que le hice mucho daño. Fue difícil que me perdone, pero lo logre. Solíamos usar los salones en desuso para encontrarnos. Nos volvimos amigos en la biblioteca. –
Hermione: Estoy pensando en quien puede ser... ¿Te importa si intento adivinar? – el rubio solo asintió y continuo con su historia.
Draco: Ella solía evitarme durante el día. A veces me sonreía disimuladamente y en respuesta yo le guiñaba un ojo, eso la sonrojaba y era lo que más me gustaba. En tercer año le pedí que fuéramos más que amigos. Era tan inocente que solo tomo mi mano y me dijo, "De acuerdo, serás mi mejor amigo entonces". Yo solo sonreí y la besé. Luego de eso salió corriendo más roja que el pelo de los Weasley. –
Hermione: ¿No la vas a describir cierto? –
Draco: No. –
Hermione: Bueno continua. –
Draco: Al día siguiente no podía ni mirarme. Se ponía roja cada vez que la encontraba observándome y yo solo podía reír disimuladamente. Luego de una semana volvió a nuestros encuentros en los salones. Cuando llego estaba molesta, pero yo sabía que le había gustado mi beso. Le prometí que no lo volvería a hacer si no quería. Ella solo se sentó y empezamos a hacer tareas. Cuando terminamos era tarde, guardamos nuestras cosas y cuando termine me dio un beso en la mejilla y casi salió corriendo. Pero se detuvo en la puerta y casi en un susurro me dijo, "Si quiero ser algo más que amigos Draco" y se fue. Estaba tan feliz esa noche.
Hermione: No entiendo porque... se fue. –
Draco: Bueno una vez que termine con mi historia entenderás. – entonces Scorpius empezó a despertar. – Y creo que será otro día. –
ESTÁS LEYENDO
El dolor de perderte DRAMIONE
Fiksi PenggemarDraco Malfoy tuvo dos hijos, dos gemelos. Y ha pasado once años cuidándolos por su cuenta. Aquella mujer que se supone debió casarse con él fue separada de él. Nadie en el mundo mágico sabe quién es la madre de esos pequeños. Nadie, ni sus amigos sa...