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*Pasado de Draco*

Aquel día sus pequeños cumplían 3 años. Habían pasado 3 años desde que se fue de Londres. Desde que perdió comunicación con toda su familia y amigos. Desde que perdió a Hermione. Despertó como de costumbre y se dirigió a la cocina a preparar el desayuno para los tres. Puso en pequeños platitos un pastelito con una vela para cada uno de sus pequeños. Luego se dirigió a la habitación de los pequeños para levantarlos. Pero ellos ya estaban despiertos y uno había empezado a llorar mientras el otro reía sin parar. El cuarto estaba cambiando de colores sin parar. Al igual que el pelo del pequeño Scorpius que no dejaba de llorar. Mientras Abraxas solo reía por lo que había provocado. Draco levanto al pequeño Scorpius y salió corriendo de la habitación.

Draco: ¡Herms! Tienen magia. Her... - y entonces recordó que ella no estaba ahí.

Scorpius: Quien es Herms papi. – pregunto el pequeño que no dejaba de sobarse sus pequeños ojitos limpiando sus lágrimas.

Draco: Nadie. –

Abraxas: ¡Papa! – grito el otro pequeño generando que Draco regresara corriendo a la habitación.

Aquel fue el último día que Draco celebro el cumpleaños de los pequeños. Con el paso de los años ellos no le tomaron mucha importancia. Después de todo nunca lo habían celebrado en grande. Y nunca le preguntaron a su padre porque dejo de celebrarlo. O quien era Herms. Ese nombre que habían escuchado muchas veces de pequeños pero que con el tiempo su memoria había borrado.

*Presente*

Scorpius y Abraxas seguían congelándose en aquella pequeña habitación. Scorpius solía dormir gran parte del tiempo mientras Abraxas solo quería quedarse despierto en caso de que pasara algo. Y así fue. Aquel día la puerta se abrió y alguien entro. Al principio Abraxas no lo reconoció ya que aquel hombre le cubría la vista. Pero una vez que termino de encadenarlo y salió del lugar se dio cuenta que era Albus. Estaba empezando a despertar, pero la pregunta era que hacía en ese lugar.

Abraxas: ¿Qué haces aquí? –

Albus: Yo... los estaba buscando... -

Abraxas: ¿Solo? –

Albus: Si... -

Abraxas: ¿Cómo nos encontraste? –

Albus: hace unos días entre al bosque. Le había dado una réplica del collar que encontré a mi padre. Pensé que me ayudaría a llegar aquí y así fue. Mientras más me acercaba al lugar este empezaba a quemar. Y así llegue. –

Abraxas: Eres un estúpido. –

Albus: Perdón por querer venir a ayudarlos. –

Abraxas: Pues mira que bien salió tu plan. –

Scorpius: Albus... -

Albus: ¡Scorp! ¡Aquí estoy! –

Scorpius: Al... -

Albus: ¿Que tiene? –

Abraxas: Desde que llegamos no ha dejado de soñar y susurrar nombres. Usualmente se levanta gritando el nombre de alguno de nosotros. Y luego vuelve a dormir como si hubiese olvidado todo. –

Scorpius: ¡ALBUS! – y el rubio se levantó sobresaltado otra vez.

Albus: Hola Scorp. –

Scorpius: No... no Al que haces aquí. –

Albus: Vine a buscarlos, pero el señor me encontró primero. –

Scorpius: No... debes irte... ¡Vete! –

Abraxas: Scorp que sucede. –

Scorpius: Vamos a morir... todos van a morir... -

Albus: Scorp nos estas asustando. –

Scorpius: Vamos... a... morir... - y se quedó dormido otra vez.

Albus: ¿Eso es normal? –

Abraxas: No, es la primera vez que dice algo así luego de levantarse. Usualmente solo dice cosas raras mientras duerme, creo que tiene pesadillas. –

Mientras Albus y Abraxas se preguntaban qué estaba pasando con Scorpius. ¿Porque estaba tan preocupado? ¿Porque decía que iban a morir? Esas y otras preguntas no tenían respuesta alguna. Mientras que afuera del lugar Lucas y su padre seguían con su maléfica venganza.

Nicholas: Todo va muy bien hijo. –

Lucas: Lo se padre. –

Nicholas: Pronto tendremos la fortuna Nott. –

Lucas: El niño Potter será solo un extra al momento de hacer nuestro soborno. –

Nicholas: Kira vendrá luego de haber completado nuestros planes. –

Lucas: Si, ella y Louis. –

Nicholas: ¡SEREMOS RICOS!

*En la Malfoy Manor*

Herms: ¡Draco! ¡Baja a comer! – Harry había llevado a Draco a casa luego de desmayarlo porque era demasiado tarde como para seguir buscando a los pequeños.

Draco: Gracias, pero no tengo hambre. –

Herms: No me importa, vas a comer. –

Draco: Te juro que desde que mis hijos desaparecieron no he podido comer nada. –

Herms: Como quieres buscarlos si es que estas, débil. –

Draco: Bien comeré. – luego de unos minutos en los que Draco había comido media tostada y tomado unos cuantos tragos de café llego una lechuza blanca.

Herms: Es de Harry. –

Draco: ¿Qué dice? – la castaña tomo la carta y empezó a leerla en voz alta.

Herms:

Chicos,

Albus desapareció, intentamos rastrearlo y encontramos un pequeño rastro de magia. Draco, creo que encontramos a tus hijos.

Vengan rápido

Harry Potter. - Apenas termino de leer la carta Draco ya se había levantado e iba en busca de su varita. – Draco espera! –

Draco: Los encontraron Hermione, por favor solo... vamos. –

Herms: Bien. –

Llegaron al bosque prohibido. Draco pudo observar un grupo de aurores a punto de salir en sus escobas. Fue entonces que Harry se les acerco.

Draco: ¿Dónde están mis hijos? –

: Lucas los tiene. Un grupo nos acaba de confirmar que encontraron el lugar donde están. –

Draco: Y que esperan. –

Harry: Amenazaron con matarlos si no les damos lo que quieren. –

Draco: Y que quieren. ¿Dinero? ¿Poder? No me importa les daré lo que quieran con tal de que me devuelvan a mis hijos. –

Harry: Draco debemos hablar a solas. –

Herms: Entrare al castillo. Buscare a McGonagall. –

Draco: ¿Qué es lo que quieren? –

Harry: Quieren que Mike Nott les de la mano de Hermione. –

Draco: ¡NO! –

Harry: Supuse que dirías eso. Mike tampoco accedió. –

Draco: ¿Que vas a hacer? –

Harry: Tenemos un plan. -

El dolor de perderte DRAMIONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora