El dolor de perderte DRAMIONE

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Ya todos estaban preparados. La cena estaba lista, los regalos se encontraban bajo el árbol, la chimenea calentaba el lugar y todos empezaron a bajar al comedor. Tomaron asiento y empezó la charla entre risas por las anécdotas que habían pasado en todo el año. Draco estaba ansioso por finalmente revelar la verdad, solo tenía que esperar el momento correcto. Mientras tanto Scorpius y Albus esperaban que el hechizo funcionara. Y todos estaban ansiosos por saber el animal de cada nuevo merodeador. Cuando termino la cena todos se dirigieron a la sala donde los chicos dirían su animal.

Fernando: Bueno, ahora los nuevos integrantes. – entonces cinco chicos se levantaron y observaron a sus padres.

Oliver 2: Bueno a mí ya me vio tío Neville. Yo soy una chita. –

Víctor 2: Yo soy un camaleón. –

Albus: Yo un husky siberiano. –

Abraxas: Yo un Phoenix. –

Scorpius: Y yo un hurón. – esto último género que muchos observaran a Draco y estuvieran a punto de reír si no hubiese sido porque Albus anuncio que era su momento de presentar su sorpresa. Todos siguieron a los dos pequeños al segundo piso sin saber que esperar. Cuando llegaron al lugar Scorpius y Albus le pidieron al tío Neville que realizara un hechizo que estaba en el papel. Este tomo su varita y recito las palabras a la vez que apuntaba a la pared. Y fue entonces que en las paredes empezaron a aparecer los nombres e imágenes de cada familiar. Primero estaban los abuelos y luego los padres de los pequeños. Todos entraron a observar la habitación. Albus se acercó a una pared donde se encontraba el nombre de los Malfoy. Fue entonces que algo extraño apareció. Al instante el azcabache jalo a Scorpius a donde el había estado segundos antes, pero este no sabía que decir, ni siquiera entendía porque el árbol se había unido al de los Nott o porque la imagen de su padre estaba unida a la de Hermione y el y Abraxas salían de esa unión. Draco vio a su hijo observando la pared confundido y se acercó a ver de que trataba, seguido de Hermione. El rubio al ver su imagen unida a la de Hermione casi se cae. Si no hubiera sido por Harry que estaba detrás de él que lo sostuvo como pudo. Seguido de esto las chicas se llevaron a Hermione mientras los chicos se quedaban con Draco al igual que sus hijos.

Abraxas: Papa que significa esto. –

Blaise: Peque tu padre no puede responder eso ahora. –

Scorpius: Ella es nuestra madre ¿cierto? –

Harry: Scorpius... - pero el pequeño no dejo que su tío terminara de hablar.

Scorpius: ¡Responde! ¡Todo este tiempo era ella! –

Theo: Peques vamos afuera. –

Abraxas: No. Exigimos una explicación. –

Draco: Y la tendrán, solo denme un minuto. –

Mientras tanto en la sala Hermione no entendía que estaba sucediendo exactamente. Ninguna de las chicas le había dicho nada respecto a eso ya que estaban esperando a que Draco baje y de las explicaciones, después de todo era decisión suya. Luego de unos minutos de espera todos estuvieron en la sala observando a Draco que se había quedado parado frente a ellos. Hermione no podía mirarlo porque quería entender que estaba sucediendo y esto le hizo creer al rubio que ella lo odiaba y lo odiaría aún más cuando se entere de toda la verdad.

Draco: Yo... Primero quiero pedirles disculpas a Scorp y Abraxas porque les oculte quien era su madre. Pero ya es hora de que sepan la verdad. – todos tomaron asiento, hasta los más pequeños y escucharon la historia de Draco. – La primera parte muchos la conocen. En Hogwarts conocí el amor de mi vida y mantuvimos una relación en secreto hasta después de la batalla contra Voldemort. Hermione tú te enteraste de esta historia cuando Scorpius estaba enfermo. Ahora es momento de que sepas quien es esa persona. –