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JODER | ocho

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JODER | ocho

ㅤ Miércoles era igual a gimnasio. Bueno, y clases.

ㅤ No me gustaba mucho tener que meterme en una sala con un montón de máquinas para hacer ejercicio. Prefería mil veces estar al aire libre, pero mis padres nos habían hecho socios y no podía malgastar eso.

ㅤ Estaba haciendo pesas en una esquina del gimnasio apartada con Cameron Feder. Sus padres y los míos estaban en algún lugar del gimnasio, mientras que yo estaba con su hijo haciendo nuestra sesión. Llevábamos haciendo ejercicio juntos desde siempre y no pensaba dejar de hacerlo en ese momento. La verdad, no parecía que estuviese ahí porque tenía sus cascos puestos. Tan solo hablaba conmigo cuando se aburría mucho o su mp3 se había quedado sin batería, que era muy pocas veces.

ㅤ Miré para la derecha, donde Cameron estaba, y no me sorprendí al verlo con sus auriculares haciendo el mismo ejercicio que yo estaba haciendo en ese momento. Teníamos que estar unos siete minutos haciendo las pesas que consistían en agacharse con una pierna doblada y la otra estirada hacía atrás. En cada una de las manos llevábamos una pesa que teníamos que bajar cuando nos agachábamos.

ㅤ Ya llevábamos cinco minutos ahí. Luego tendríamos que pasar a la bici.

ㅤ Seguí haciendo el ejercicio mientras rezaba por que Jackson no apareciese por ahí ese día. Antes, cuando éramos amigos, e incluso durante nuestra relación, íbamos los miércoles al gimnasio los tres (Jackson, Cameron y yo).

ㅤ El día en el que todo terminó, él dejó de venir los mismos días que yo. No sabía si había dejado de ir o había cambiado el horario para no encontrarse conmigo. Cualquiera de las dos opciones iba bien conmigo.

ㅤ Sin embargo, las últimas semanas me lo había cruzado un par de veces a la misma hora que yo. Lo bueno era que no iba Zara con él. Estaba solo.

ㅤ Miré a mi alrededor mirando a la gente, aunque no había mucha. A mi izquierda estaban Regina y Dixie haciendo abdominales mientras se pasaban un balón medicinal.

ㅤ Cameron y yo solíamos hacerlo hace años, pero habíamos dejado ese ejercicio para pasar a unos más complicados.

ㅤ De pronto, Regina se levantó moviendo descaradamente las caderas. Miré hacia donde ella miraba, encontrándome con Brick Armstrong.

ㅤ Se había levantado la camiseta y se veía toda su abdomen marcado. Solté un suspiro sin querer, y menos mal que Cameron llevaba los auriculares puestos, porque sino lo habría escuchado y me habría mirado mal.

ㅤ Súbitamente, el cronómetro de mi móvil en el suelo comenzó a sonar indicándonos que el tiempo había terminado. Dejé las pesas en el suelo y avisé a Cameron.

ㅤ Asintió y se limpió la frente con su camiseta, dejando ver también su abdomen. ¡¿Pero qué pasaba en ese gimnasio y por qué todos los chicos tenían que levantarse la camiseta para matar de un infarto a los demás?!

ㅤ Aparté la mirada antes de que se diese cuenta y apreté la goma de la coleta que había empezado a deslizarse hacia abajo.

ㅤ Volví a mirar a Brick que hablaba con Regina, o más bien ella hablaba con él, y me acerqué sin darle explicaciones a Cameron. Volvería en menos de un minuto.

ㅤ Cuando estaba cerca de ellos, Dixie los interrumpió.

ㅤ—¡Mamá! —exclamó con un tono irritante—. Vámonos o nos perderemos el reality de los enanos.

ㅤ—Voy ahora mismo —respondió Regina.

ㅤ Su hija desapareció andando con la bolsa deportiva a sus hombros y Regina volvió a hablar con Brick.

ㅤ—Cuando te canses de nadar a perrito en la piscina de los niños, y prefieras trabajar el pecho en lo profundo —añadió—, ya sabes dónde encontrarme.

ㅤ Y se fue, moviendo, tal y como antes había hecho, las caderas. En cuanto desapareció de mi vista, me apoyé en la taquilla de al lado de Brick y lo miré.

ㅤ—Joder —susurró él con los ojos cerrados sin darse cuenta de mi presencia.

ㅤ—¿Trabajar el pecho en lo profundo? —me reí, sobresaltándolo.

ㅤ—Dalia... —suspiró, girándose a mirarme. Tenía su hombro derecho apoyado en la taquilla de modo que podía observarme perfectamente.

ㅤ—La has rechazado —dije, y él asintió—. Está bien —sonreí. Esperaba una respuesta por su parte, pero apoyó la espalda en la taquilla mirando al frente y volvió a suspirar más fuerte. Vi a Cameron frente a nosotros a unos cuantos metros, mirándonos y haciéndome señas para que fuese con él.

ㅤ Tragué saliva y le hice una pequeña señal con la mano para que esperase y él asintió. Subí mis leggins negros un poco ya que se empezaban a caer y arreglé mi camiseta blanca de manga corta porque se había arrugado.

ㅤ Respiré hondo y me giré hacia Brick.

ㅤ—¿Le has dicho a Magnolia ya lo de...?

ㅤ—No —me interrumpió antes de que terminase la pregunta.

ㅤ—Puede que te perdone —apreté mis dos labios—. Te voy a ser sincera. Existen muy pocas probabilidades de que lo haga, de hecho, yo no lo hice, pero a lo mejor ella es diferente —solté.

ㅤ—¿Tú? —se giró a mirarme con el ceño fruncido—. ¿Tú no lo hiciste? ¿Te... engañaron?

ㅤ Mi boca formó una "O" grande y me la tapé con la mano rápidamente. No me había dado cuenta de lo que acababa de decir.

ㅤ Él seguía mirándome, pero evité su mirada. Me fijé en el mismo lugar en el que segundos antes había estado Cameron, pero había desaparecido.

ㅤ—Tengo que seguir con los ejercicios —cambié de tema, esperando que funcionase— y buscar a Cameron.

ㅤ Me empecé a alejar dejándolo con las palabras en la boca. Le di la espalda y me acerqué a la zona de las bicicletas estáticas esperando que Cameron estuviese allí.

ㅤ Cuando empezaba a llegar, me llamó la atención alguien sentado sobre uno de los bancos atándose los cordones de sus zapatillas. Llevaba una camiseta rosa de tirantes y unos pantalones cortos negros. En el momento en el que levantó la cabeza, me di cuenta de quién era.

ㅤ Jackson West tenía que estar en todos los sitios en los que yo estaba. ¿Era coincidencia o el mundo me odiaba?

ㅤ Creo que era la segunda opción.

ㅤ Pasé rápidamente esperando que pasase de mí, pero claramente, como el mundo me odiaba, levantó la cabeza y me miró. Nuestra mirada conectó durante un momento fugaz, pero fue tal y como siempre pasaba. Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo, el mismo escalofrío que se hacía presente cuando nos besábamos. Antes pensaba que era el amor haciendo de las suyas, pero ya no. Era imposible que siguiese amándolo.

ㅤ Corté el hilo que unía nuestras miradas con un simple movimiento de cabeza y seguí andando. Pasando de él con el dolor en mi corazón.

the 1    ❛brick armstrong❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora