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ARÁCNIDOS | catorce

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ARÁCNIDOS | catorce

ㅤ Había sido una estúpida. Una ingenua que se había dejado caer.

ㅤ Lo llamé caída libre, porque me lancé al vacío sin tener precauciones. Ni siquiera me asomé por el bordillo para comprobar la altura, ni tan siquiera me até una cuerda a la cintura, porque pensé que todo iba a salir bien, y que al fondo, alguien estaría para atraparme al vuelo.

ㅤ Pero, cuando estaba llegando, esa persona se apartó para recoger a alguien más importante. Y yo me di de bruces contra el suelo, reprochándome a mí misma.

ㅤ Y eso mismo estuve a punto de hacer mientras evitaba chocarme contra los alumnos que entraban al instituto.

ㅤ Mi madre había empezado a gritarme que iba a llegar tarde y yo, sin mirar la hora, la creí. Había corrido desde mi casa al colegio porque mi madre no iba a trabajar hoy, pensando que ya iba muy tarde, sin embargo, cuando crucé las puertas del instituto, aún quedaba un cuarto de hora para que empezase mi clase.

ㅤ Me apoyé en la mi taquilla echando la cabeza hacia atrás y suspiré. Varias veces.

ㅤ Habría sido más fácil si Brick me hubiese llevado, pero no respondía mis llamadas y mensajes y no había pasado por mi casa. De camino al instituto, pasé por delante de la suya, y su coche no estaba por ahí.

ㅤ Me di la vuelta con el fin de sacar los libros de la taquilla, pero algo llamó mi atención a unos metros a mi izquierda.

ㅤ Cristiano demasiado cerca de Patty.

ㅤ Y cuando decía demasiado, era porque estaba a unos centímetros de besar sus labios.

ㅤ Pero, en el último segundo, se apartó. Los miré confusa hasta que Cristiano se marchó.

ㅤ Patty se había besado con Brick el sábado anterior, y no había sabido de ninguno de los dos desde aquel día. El rubio me hablaba por mensajes de vez en cuando, pero ya había faltado el día anterior a la hora a la que íbamos a correr. Y nunca lo había hecho.

ㅤ¿Qué quería decir aquel acercamiento entre Cristiano y Patty, y por qué ella no lo había alejado?

ㅤ Estaba pensando en eso mismo cuando Brick Armstrong entró en mi campo de visión. Se acercó a Patty aunque no se besaron. Simplemente compartieron varias palabras y se dieron de la mano.

ㅤ Pude parecer una acosadora, pero en aquel momento no pude despegar la mirada de ellos dos. Tampoco pude evitar darme cuenta de cómo Patty miraba a Brick. Sus ojos brillaban y sonreía, totalmente feliz.

ㅤ Entonces, me reproché mi comportamiento.

ㅤ No podía culpar a Brick por lo que había hecho, porque él no era consciente de mis sentimientos. En todo caso, tenía que enfadarme conmigo misma por haber sido una estúpida y comportarme como una niña pequeña.

ㅤ—Dalia —una voz me sacó de mis pensamientos. Despegué la mirada del lugar donde Patty y Brick habían estado segundos antes, aunque en aquel momento solo estaban las taquillas, girándome trescientos sesenta grados. Brick me miraba feliz, con una sonrisa de oreja a oreja y con su brazo izquierdo apoyado en la taquilla continua a la mía—. Buenos días.

ㅤ—Buenos días, Brick —dije, secamente. Intenté sonreír, pero tan solo fui capaz de formar una mueca.

ㅤ—Casi llegas tarde, eh —bromeó, mirando mi reloj en mi muñeca. Relamí mis labios y miré hacia otro lado.

ㅤ—Un señorito no se ha dignado a llevarme hoy —dije sarcásticamente—. ¿Dónde estabas?

ㅤ—Mierda —susurró—. Había quedado con Patty, y por eso no he podido ir a buscarte.

ㅤ Inspiré profundamente y sonreí de lado.

ㅤ—La próxima vez quedas con ella, y luego pasas a por mí —respondí, cerrando la taquilla y apoyándome en ella. Él asintió—. ¿Y qué excusa tienes para el domingo? —pregunté de nuevo, y al ver su expresión confusa seguí hablando—. No te presentaste para correr.

ㅤ—Lo siento —mordió su labio inferior y se rascó la nuca—. De verdad, se me pasó.

ㅤ—Dile a Patty que no te entretenga tanto —ironicé.

ㅤ—Vale —contestó—. Ahora mismo se lo digo —hizo un ademán para coger el móvil de su mochila y lo miré frunciendo el ceño.

ㅤ—¿Qué haces? —reí—. Era broma, idiota. Pero no me vuelvas a dejar tirada, por favor.

ㅤ—De acuerdo —respondió, alargando las sílabas mientras sonreía—. Nunca más.

ㅤ—No me lo trago —dije bromeando—. Te conozco demasiado.

ㅤ—¡Oye! —golpeó amistosamente mi brazo—. Te lo prometo.

ㅤ—Seguro que hoy ya te olvidas de mí.

ㅤ—Pues sí —contestó, totalmente seguro. Lo miré con el ceño fruncido y me alejé de la taquilla, poniéndome frente a él—. Pero porque tengo combate, y no te voy a dejar tirada porque vas a venir a animarme —reí.

ㅤ—Me lo pensaré —solté, riéndome—. Vas a tener que convencerme.

ㅤ—Siempre que vas, gano —contestó—. ¿Eso te sirve?

ㅤ—Puede —sonreí. De pronto, el timbre sonó, y todos empezaron a moverse hacia las clases. Me quedé mirando a Brick embobada, y él me sonreía, también mirándome a los ojos.

ㅤ Sacudí la cabeza en el momento en el que empezaba a sentir algo en el estómago y me giré.

ㅤ—Nos vemos luego —me despedí, agarrando las correas de mi mochila.

ㅤ No esperé una respuesta, porque comencé a andar hacia mi primera clase, aún con la imagen de Brick en mi cabeza.

ㅤ Me había propuesto seguir bien con él, como si no hubiese pasado nada. No podía negar que empezaba a sentir cosas por él, pero tampoco podía negar que me hacía feliz estar junto a él. Por lo tanto, no iba a fastidiar nuestra relación de amistad por unos simples sentimientos, como tampoco iba a enfadarme con él por algo que no había hecho conscientemente.

ㅤ Era yo la que había vuelto a caer en la telaraña del amor, donde yo era el bicho y Brick la araña.

ㅤ Y por pensar en arácnidos, casi me choqué contra alguien. Sin embargo, esa persona puso las dos manos frente a mí, evitando el golpe.

ㅤ—Lo siento —murmuré, saliendo de mis pensamientos.

ㅤ—No te preocupes —me respondió Patty amablemente. Hice un amago para irme, pero ella me detuvo, agarrando mi brazo derecho—. Espera, Dalia —sonrió—. Ahora que estás aquí, me preguntaría si querrías venir a mi bautizo.

ㅤ—¿Bautizo?

ㅤ—Sí —contestó—. Necesito bautizarme para Miss Magic Jesus, y como somos amigas pensé que te gustaría venir. También vendrá Brick, si te preocupa no tener con quién hablar.

ㅤ—Oh —fue lo único que conseguí articular—. Claro que iré, Patty.

ㅤ—¡Vale, gracias! —respondió, empezando a alejarse de mí—. Hasta luego.

ㅤ Sonreí tímidamente y suspiré. ¿Por qué era tan difícil ser feliz?

the 1    ❛brick armstrong❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora