the 1 ❛brick armstrong❜

23.

GREASE | veintitrés

ㅤ —¡Para! —exclamé, intentando sonar cabreada—. Me niego. Estás haciendo trampas.

ㅤ —¿Pero qué dices? —respondió Brick, con una sonrisa en la cara—. Lo siento, pero nadie me gana al monopoly.

ㅤ—Fantasma.

ㅤ—Envidiosa —dejó los dados sobre la mesa y siguió hablando—. Me debes cincuenta y cinco.

ㅤ—¿Qué? —exclamé—. ¡Pero si ni siquiera he movido mi ficha!

ㅤ—La carta dice que tus compañeros deben darte cincuenta y cinco —debatió—. No lo digo yo, lo dice el juego.

ㅤ—Qué asqueroso —dejé todas mis cartas sobre la mesa y me levanté—. Me rindo.

ㅤ—No te rindes. Lo que pasa es que estás en quiebra y no me puedes pagar.

ㅤ—Que te den.

ㅤ—Dalia, no te enfades —rió, acercándose a mí. Le di la espalda, con una sonrisa en mi cara, pero intentando evitar que la viese.

ㅤSalí del salón y pasé la cocina, agarrando mi abrigo.

ㅤ—¿Te vas? —preguntó él.

ㅤ—A lo mejor estabas muy ocupado contando tus interminables billetes de cien, pero son las once y media de la noche.

ㅤ—¡¿Ya?!

ㅤ—Ya.

ㅤ—Quédate —rogó él—. Mi madre ha salido, y no quiero quedarme aburrido aquí, sin nada que hacer.

ㅤ—¿Tu padre sigue en casa de Bob? —pregunté intentando no sonar demasiado entrometida.

ㅤHabían pasado casi tres semanas desde el cumpleaños de Patty Bladell, donde el mundo de Brick y Coralee se derrumbó por un simple comentario de la castaña. Bob le había sido infiel a Coralee con otro hombre. Era una idea que no terminaba de encajar completamente en mi mente. No era capaz de ver al padre de Brick engañando a Coralee, no después de ver la imagen de enamorados que se veía desde fuera. Aunque ya se podía decir que era una farsa.

ㅤEl vecindario no había tardado en enterarse, y menos mis padres. Entendían que pasase tanto tiempo con Brick, ya que le ayudaba a olvidar lo que estaba pasando con sus padres. Por eso, me había quedado algún día a dormir en su casa, pero ellos aún no sabían nada de nuestra relación.

ㅤ—No creo que vuelva —respondió desganado.

ㅤDejé el abrigo sobre la primera silla que vi y le di la espalda a la puerta, empezando a subir por las escaleras hacia el piso de arriba.

ㅤ—¡Sábado noche significa peli y manta! —grité mientras corría escaleras arriba. Escuché a Brick reírse por detrás, pero no tardé en oír las pisadas tras de mí.

ㅤ—Me toca elegir la película —dijo él, apareciendo a mi lado. Llegué frente a la habitación de Brick y entré.

ㅤ—Quien coja antes el mando.

ㅤPude ver la expresión defraudada en su rostro al ver que tenía el mando a unos centímetros de mí. Y lo siguiente que pasó fue demasiado rápido.

ㅤNoté el peso de Brick sobre mí y el colchón mullido bajo mi cuerpo. Él reía, y yo no pude evitar hacerlo también.

ㅤ—¿Qué comes que pesas tanto? —bromeé.

ㅤ—¿Y tú que eres tan bonita? —añadió él, posicionándose justo sobre mí, con su cara a unos centímetros.

ㅤ—Agh —solté, quejándome—. Deja esos comentarios para otras, que me pones nerviosa —lo aparté de mí y me estiré a coger el mando, pero su brazo me agarró cuando estaba sentándome y me quedé encima de él esta vez.

ㅤ—¿Otras? Solo hay una y eres tú —soltó—. Por cierto, has dicho que te pongo nerviosa.

ㅤ—Sí, lo he dicho. No me gusta que me halaguen, ¿vale? —esperé su respuesta, pero se quedó callado—. Ahora déjame poner...

ㅤ—Annabelle —me interrumpió. Lo miré alzando varias cejas y negué. Me aparté de él y me senté con la espalda apoyada en la pared.

ㅤ—No te lo crees ni tú —cogí el mando entre mis manos y encendí la televisión.

ㅤ—Vale pues Grease.

ㅤ—¿Grease?

ㅤ—Sí —contestó él, apoyándose a mi lado. Estiró sus piernas y pasó su brazo izquierdo por encima de sus hombros.

ㅤBusqué la película, y nada más comenzar, me tumbé sobre su pecho.

ㅤCuando la película empezó, yo estaba más atenta a sus latidos que a el guion.