Prólogo.

7.1K 460 63
                                    

Tres de la mañana, Lucilfer se levanto al escuchar los llantos del bebé en la habitación continua. Se dirigió a la cocina y saco la leche en polvo para hacer un biberón; después de agitarlo fue a la cuna de la bebé y se lo dio. Se quedo ahí hasta que se lo acabara, la levantó y dio unos leves golpesitos en su espalda para que eructara. Al conseguirlo la dejo nuevamente ahí y espero a que durmiera.

Chrollo regreso a dormir a las cuatro de la madrugada.

Era pesado el criar a un bebé, ni siquiera era su hijo, pero su padre y madre estaban muertos. No conocía mucho a su madre, pero a su padre Shalnark no conocía mejor que la palma de su mano. Se sentia culpable por dejarlo morir, y creía que la única forma de pagarle era cuidando a su hija.

Aquella hija que era idéntica a el, y que todos los días le recordaba aquella sentencia que estaba cargando ahora. Lo miraba en aquellos ojos verdes de la pequeña, la culpa siempre estaría con él y jamas lo abandonaría, pudo haber dejado a la bebé ahí a que muriera. Tal vez era un asesino y ladrón, mas seguía siendo un humano.

No sabía el nombre de la bebé, le llamaba de "Oye tu, deja de llorar", "Bebé, ¿Que miras?", "Linda, no te metas eso a la boca". Sabia que no podía seguir así, tenia que pensar en algun nombre para ponerle algún nombre. Su mente se iluminó y esta regreso al día que la encontró junto al cadáver de su madre, no dudo un segundo en tomarla para verla, su rostro era tan parecido a él y se pregunto como había sobrevivido. Debía tener al menos tres días ahí.

— Milagro se escucha bien... Milagro... Milagro... Es un buen nombre...

Milagro.『Chrollo Lucilfer』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora