14

1.4K 175 21
                                    

Chrollo tomaba una tasa de café, leía uno de sus libros favoritos, sus hojas estaban amarillas y un poco rotas por el paso del tiempo. Podria comprar uno nuevo, al fin y al cabo no costaba mucho, o robarlo, no pasaría nada. Ni cuenta se darían.

Aun con esos factores, no cambiaría por nada ese libro, fue el primero que le habían regalado. Que Pakunoda le había dado a su escasa edad de siete años. Siempre lo tenia consigo, era pequeño, y aun así estaba muy bien cuidado. El tiempo casi ni se le notaba.

Lo termino de leerlo por milésima vez sin exagerar, lo cerro y bebió lo último de su café, había tanta paz en esos momentos y lo disfrutaba. Se estiro en el sofá hasta que su espalda trono, tenían una sonrisa pasmada en el rostro, se sentó de mejor manera para después levantarse.

— Creo que fui muy duro con Mila... Me preguntó como estará. — Había pasado una semana entera desde que no la miraba, y podía decir que ya la extrañaba, pues como no. La miraba cada mañana al despertar, siendo Chrollo, había leído un libro de paternidad, e identifico varios casos que había hecho mal con su hija, y la actitud que había tomado no le gustaba para nada, encontró un detonante para ver si podía cambiarla pero la rabia lo cegó. Se arrepentía cada mañana por haberle pegado aquella vez, era un mal padre, y lo sabia. — Ahhhhh, soy tan malo. Espero que no me odie... ¿Cuando son las visitas? — De la mesa de noche abrió el pequeño cajón, saco unos cuantos papeles y comenzó a hojear cada una de las hojas hasta encontrarla. — Visita de padres cada semana... Los Domingos. — Miro el calendario y comenzó a correr por toda la casa en busca de sus cosas, tomó las llaves de su auto y corrió hasta este lanzando las cosas a la parte de atrás, condujo como loco hasta llegar a una tienda de donas, compro dos cajas para despues comenzar a conducir hasta la escuela militar. Estacionó justo a tiempo para cuando la puerta fue abierta para padres. Soltó un largo suspiro y tomo ambas cajas de rosquillas para salir un poco mas calmado, miro los jardines en busca de su pequeño milagrillo. Hasta que la miro.

De la mano con un chico...

Milagro.『Chrollo Lucilfer』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora